miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cotto y Manny estremecen a Las Vegas


Carlos González Primera Hora.

Luego de meses de anticipación, Manny Pacquiao y Miguel Cotto hicieron ayer sus entradas triunfales a la hospedería mientras eran vitoreados por sus respectivos seguidores y curiosos que se congregaron en el vestíbulo para recibir a los protagonistas de la cartelera Firepower.
Desde tempranas horas de la mañana, cientos de filipinos ondeaban banderas y letreros con la esperanza de llamar la atención de su ídolo a la vez que buscaban un espacio para llevarse un recuerdo del múltiple campeón mundial.
Visita el especial de la pelea A pesar de que Pacquiao llegó con media hora de retraso, eso no desanimó a los presentes y tan pronto asomó su rostro por el autobús, fue asaltado por un “enjambre” de cámaras que deseaban captar el momento.
Pacquiao finalmente hizo su entrada acompañado por su entrenador Freddie Roach y el promotor Bob Arum. Enseguida, los vítores de “Manny, Manny, Manny” se apoderaron del vestíbulo mientras el púgil saludaba tímidamente con una amplia sonrisa.
“Entiendo que todo es parte de ser famoso y parte de ser exitoso. A pesar de toda la atención que recibo, me puedo mantener concentrado en la pelea a la misma vez que entiendo que es mi responsabilidad darle la mano a la gente, saludarlos y sonreír”, dijo Pacquiao en un aparte con la prensa.
Asimismo, Roach destacó que Pacquiao está acostumbrado a recibimientos similares y eso le motiva con tal de no defraudar a sus compatriotas.
“No hay nada como una pelea grande y esto es un ambiente increíble. Mucha gente salió para recibir a Manny, creo que mucha más que para la pelea de Oscar de la Hoya y Floyd Mayweather, Jr. Estuve aquí, así que sé de lo que hablo”, dijo el reconocido entrenador.
Una hora después, ante un público menor, pero igual de entusiasta, Cotto imitó a su oponente cruzando las puertas de cristal para el delirio del reducido grupo de puertorriqueños que ya han llegado a Las Vegas para apoyarlo durante la segunda defensa del cetro wélter (147 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Proyectando una mirada de seriedad, Cotto aseguró haber dejado en el olvido el sinsabor de la derrota que sufrió a manos del mexicano Antonio Margarito en julio de 2008 precisamente en la arena del MGM Grand.
“Esa pelea está en el pasado, ya no se piensa en ella y esto es un nuevo capítulo en mi carrera. No pienso en eso para nada”, dijo Cotto, quien posó para algunas fotos antes de marcharse hacia el gimnasio del hotel para continuar su preparación con miras al importante compromiso del sábado por la noche.

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