Existen cantidad de partidos de fútbol que finalizan en empate, y de los que se dice “si fuera boxeo, tal equipo hubiera ganado claramente a los puntos”. Pues con ocasión del combate del peso supermedio, celebrado en el Oracle Arena, de Oakland, el pasado sábado, podríamos decir algo así como “Andre Ward solo ganó por puntos a Edison Miranda, pero si hubiera sido un encuentro de fútbol, el estadounidense hubiera ganado por goleada”. En realidad, y salvo que los astros y los árbitros te beneficien hasta la prevaricación, a nadie le regalan una medalla de oro olímpica, y Ward, de 25 años, es el único campeón olímpico que ha tenido el boxeo norteamericano en los tres últimos Juegos Olímpicos, cuando ganó tan preciado metal en Atenas’04. De Ward siempre se esperó mucho, y frente a un ex retador de título mundial, como la “Pantera” Miranda, probablemente, el boxeador más bocazas del planeta, pero también, indiscutiblemente,
un temible pegador, el californiano, tenía la prueba “del siete” ante casi 8.000 enfervorizados paisanos. Y el americano no defraudó, a pesar, o quizás por ello mismo, de sufrir un mazazo, en forma de corte (por cierto, no pareció casual el cabezazo sufrido), ya en el primer asalto. Pero con ese hándicap, demostró todas las cualidades que atesora, que son muchas. Por ejemplo, un físico espectacular. O una inteligencia enorme dentro de un ring, como demostró cambiando constantemente de guardia, de diestra a zurda, para preservarse y descentrar a su rival. Excelentes movimientos en el ring, buena técnica; por reprocharle algo, su falta de contundencia en el golpeo, quizás por no pegar con combinaciones largas de golpes consecutivos. Pero tiene madera, y, curiosamente, el mérito de Miranda, todo un noqueador, pero también con desgraciada experiencia en ser noqueado (Abraham, Pavlik), fue no caer en ningún asalto, ante tamaña promesa de campeón del mundo y, sobre todo, de pugilista de postín. Ward demostró que ha superado todos sus problemas físicos y que el futuro es suyo. Froch, Balzsay, Bute, Kessler…se pueden echar a temblar. Mientras tanto, a Miranda, se le han quitado las ganas de hablar. Mala cosa.
JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.
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