jueves, 22 de enero de 2009

El Tornado de Tijuana soplará y soplará...


Cuando el editor encargado del sitio de boxeo en espndeportes.com me pidió una columna previa a la pelea entre Antonio Margarito y Sugar Shane Mosley, inmediatamente corrió por mi mente la película del combate.
Seguramente a muchos de ustedes les habrá pasado lo mismo, ya la vieron, ya la imaginaron y la sintieron. Posiblemente escenas vívidas, casi reales ocuparon un espacio en la caja imaginaria que todos tenemos. Pero antes, hay que establecer algunos puntos que servirán como cimiento para emitir pensamientos, aterrizar ideas y generar algunas conclusiones que sólo servirán para que el próximo sábado Margarito y Mosley las echen por tierra.
A pesar de ser aparentemente un combate con una lectura sencilla, Shane Mosley pudiera cambiar el rumbo de la historia con una actuación soberbia.
ANTECEDENTES
El pasado 14 de enero Antonio Margarito cumplió 15 años como peleador profesional. Margarito tenía 15 años y 10 meses cuando derrotó en su debut a José Trujillo en Tijuana Baja California. En un lapso de 2 años perdió 3 peleas de 12 que disputó. Un jovencito de 18 años al que no se le auguraba gran cosa .
Sin embargo, la dedicación, madurez y determinación hicieron lo que hoy vemos del tornado de Tijuana. Un campeón mundial indiscutible, con fallas técnicas que se evaporan al paso de los rounds, con fallas defensivas que lastiman su rostro pero que nunca atentan contra su empeño y voluntad.
Su record pudiera no espantar a nadie (37-5) pero al día de hoy, Margarito es de asustar. Un tipo que va hacia delante y que cuando el oponente lanza sus mejores golpes, Margarito los acepta y sonríe.
Shane Mosley por su parte, es un veterano que ha visto pasar sus mejores años. Un peleador fantástico que terminará en el salón de la fama tarde o temprano, aunque haya conseguido una victoria sobre Oscar De La Hoya utilizando sustancias prohibidas.
Mosley tiene 37 años y mucha lona recorrida, pero Mosley vive de la movilidad, de la agilidad, del dinamismo sobre el ring y conforme pasan los años, es exactamente lo primero que se va yendo, las piernas.
Hace 3 años ESPN me regaló en el día de mi cumpleaños, la asistencia como reportero a una función de boxeo en Las Vegas. En aquel entonces Marco Antonio Barrera protagonizó la pelea estelar en el MGM. En dicho combate el Barreta, ganó una brillante decisión al australiano Robbie Peden para coronarse nuevo campeón mundial súperpluma.
Pero, en la pelea semifinal, se presentó Sugar Shane Mosley ante el mexicano José Luis Chelín Cruz, un boxeador mexicano cien por ciento doméstico quien lo hizo ver muy mal a pesar de ser un peleador sumamente limitado. Mosley terminó abucheado. De cualquier manera Mosley ganó por decisión unánime, pero comenzó el declive que todo boxeador pasa. Ellos saben que llegó el momento, pero tratan de engañar al mundo diciendo, "sólo tuve una mala noche".
Mosley sabe que la hora del retiro se acerca, pero un peleador de su estatura boxística necesita una paliza, para darse cuenta que el momento ha llegado.
Y el boxeo es de talento, de facultades, de aprendizaje, de disciplina, pero también, es de momentos. Margarito está en su pico más alto de rendimiento, es decir, en su mejor momento. Mosley pasa por un momento muy diferente, Ricardo Mayorga lo puso en evidencia en su último combate, Miguel Cotto lo tuvo al borde del nocaut, aunque el norteamericano acabó haciendo un combate digno.
Shane Mosley en su mejor momento, posiblemente le hubiera dado una lección de boxeo a Antonio Margarito, porque es precisamente el estilo que le hace daño al mexicano: caminar, mantenerse alejado de los embates del contrario, contragolpear, por momentos huir, llevar la pelea a la distancia y obtener una victoria por puntos.
EL TRAILER
Ya vimos que por el momento es imposible noquear a Margarito, pero para vencerlo por puntos también tienen que suceder muchas cosas: que Margarito entre frío como acostumbra y que Mosley obtenga una ventaja tempranera, que no se le acabe el gas a Mosley para correr y correr, y la parte más difícil, que Margarito se frustre y acabe por perseguir a "Sugar" sin ton ni son.
La pelea que imaginé, es Mosley ganado los primeros episodios manteniéndose alejado de los impactos de Margarito, pero al paso de los rounds el mexicano comienza a llegar con uppers brutales y ganchos al cuerpo que el veterano empezará a resentir tarde o temprano.
Mosley logrará combinaciones centelleantes que lo harán abrigar esperanzas, pero el "Tornado de Tijuana" "soplará y soplará" hasta que por fin, pueda arrinconar al norteamericano quien acusará cansancio, un cansancio que nunca ha sentido en su carrera profesional.
Como se dice en el fútbol, Mosley acabará pidiendo la hora, pero terminará valientemente la ruta aunque la victoria de Margarito será inobjetable.
Esa es la película que vio un servidor, falta que los actores, estén de acuerdo con el guión.

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