martes, 16 de diciembre de 2008
¿Quién acabará con el reinado de los hermanos Klitschko?
Hubo un tiempo en el que Wladimir Klitschko sudaba y tenía dificultades para vencer a sus contrincantes, sobre todo, cuando viaja a La Meca del Boxeo, a Estados Unidos, donde hasta hace poco, el reinado de los pesos pesados lo consideraban tan suyo como la Estatua de la Libertad. Curiosamente, el menor de los hermanos Klitschko sufrió su primera derrota como profesional, en 1.998, en su país de nacimiento, Ucrania, ante el estadounidense Ross Purity, después de 24 victorias al hilo, todas menos una, antes del límite. Su carrera continuó con el mismo vigor, hasta debutar en los EE.UU. en noviembre de 1.999 ante Phil Jackson, al que detuvo en dos asaltos. El 14 de octubre de 2.000 se proclamó por primera vez campeón mundial W.B.O. al vencer al estadounidense Chris Byrd por decisión unánime en Colonia, Alemania, su país de adopción personal y deportivo. Las defensas, en suelo americano, ante Shufford, Mercer o McCline, fueron coser y cantar para el gigante ucraniano. Pero a todo cerdo le llega su San Martín, viejo refrán castellano que aplicado al boxeo, y más en los grandes pesos, queda como que a todo boxeador le alcanza su día malo. Y lo tuvo, para sorpresa de propios y extraños, el 8 de marzo de 2.003, cuando un boxeador sudafricano de segunda fila, Corrie Sanders, le vencía en un espectacular KOT en el segundo asalto, en pelea celebrada, para más inri, en su “casa” deportiva de Alemania, concretamente, en Hannover. Pero su peor momento deportivo llegó un año más tarde, en el Mandalay Bay de Las Vegas, cuando no pudo asaltar su viejo trono, volviendo a perder por inferioridad, esta vez en el quinto round, ante el americano Lamon Brewster. Las dudas alcanzaron a los aficionados y a la crítica, que empezó a considerar que los hermanos Klitschko eran un bluff, al coincidir con las derrotas de su hermano mayor, Vitali, ante Byrd y, sobre todo, la segunda, en un apasionante combate, ante el último grande de verdad, el británico Lennox Lewis. Hay un detalle a considerar: aún en aquellos años había algunos estimables pesos completos en Estados Unidos y hasta fuera de ellos, como el caso de Lewis, último campeón “lineal”. Vitali ase retiró, ahora hace 4 años, como campeón, tras vencer a Danny Williams, penúltimo verdugo de un decrépito e irreconocible Mike Tyson. Y, lo que son las cosas de la vida, al tener a su hermano mayor en su esquina, sin hacerle sombra en los rankings, empezó el reinado apabullante del “pequeño” Wladimir, ora en Alemania, ora en Estados Unidos, con victorias contundentes ante Samuel Peter, Chris Byrd, Calvin Brock, revancha incluida con Lamon Brewster, al que aplastó en seis asaltos. Solo el ruso Sultan Ibragimov le aguantó en pie los doce asaltos, en febrero de este año, para después vencer al “Tigre” Tony Thompson, que pareció un lindo gatito, ante la técnica y la mayor pegada del ucraniano. Entre medias, en este 2.008, y tras cuatro años de retiro, Vitali volvió a los cuadriláteros, proclamándose campeón ante el nigeriano Samuel Peter. El último episodio del reinado del hermano menor, que lo tiene en lo más alto de todos los top-ten, incluidos el de Boxrec y el de la revista “The Ring” ha sido el paseo militar ante el antiguo campeón, Hasim Rahman, del pasado sábado. Rahman fue una sombra del buen peso pesado que llegó a ser, para nuestro entender, el último buen campeón americano del peso pesado. Fuera de forma, le avisaron hace un mes, tras la lesión de Povetkin, que era el retador mandatario, y lo que es peor, sin reflejos ni el punch suficiente para encontrar esa mano derecha salvadora, que supuestamente, era su única táctica el último sábado, en la Arena de Mannheim. En realidad, no hubo igualdad en ningún momento. Wladimir se tomó con calma los primeros cinco asaltos, aunque su terrorífico jab fue minando la pobre resistencia de la antigua “Roca”. En el sexto asalto, tres ganchos de izquierda aterrizaron en el rostro de Rahman, siendo contado por Tony Weeks, uno de los mejores árbitros del momento, cosa que demostró al asalto siguiente, cuando, tras cinco golpes consecutivos del ucraniano, sin respuesta, motivaron que se metiera por medio de la golpiza, y detuviera la desigual pelea. ¿Hay rivales para Wladimir? Se habla de la esperanza hispana, el mexico-americano Cristóbal Arreola, también de Povetkin, pero ninguno parece, a día de hoy, rival serio de este mocetón de 32 años y 2,03 metros de estatura, cinco años menos que su hermano Vitali, que firmará en los próximos días, una pelea para el próximo verano, puede que en el mítico estadio de Wembley, ante el único boxeador, hasta hace poco campeón del peso crucero, que les puede plantear batalla, tanto al mayor como al menor de los Klitschko: el británico David Haye. ¿Permitirá el C.M.B. ese combate sin enfrentarse antes al aspirante cubano Juan Carlos Gómez? Si hay pasta gansa por medio, seguro que sí. Mientras tanto, una pregunta flota en el ambiente:¿Quién acabará con el reinado de la familia Klitschko? Lo único seguro es que no habrá campeón unificado, porque entre ellos, al contrario que Abel y Caín, nunca se golpearán jamás de los jamases.
JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.
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1 comentario:
demomento,viendo el panorama de la categoria reina ,pueden estar un poco tranquilos los hermanisimos klischkos.Esta categoria lleva años sin dominate claro,quizas ellos años atras ni con toda su altura y estilismo hubieran podido mantenerse ante autenticas bestias como fueron nuestro foreman,tyson y por que no ,el incombustible Evander Holyfier ahora pasado de años ,decadas y siglo pero bueno....seguiremos esperando haber quien rompe la pana...
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