martes, 20 de julio de 2010
ES HORA
Es hora
Associated press
Floyd Mayweather Jr. vive en una casa de 9.5 millones de dólares con campo de golf que no pierde oportunidad de presumir cada vez que HBO transmite su programa “24/7” para promover sus peleas.
Si usted alguna vez gastó 59.95 dólares por uno de tales eventos, contribuyó a la adquisición de la propiedad. Y no hay nada de malo en ello, aunque lo más probable es que nunca haya sido invitado a las fiestas en la alberca que siempre dan de qué hablar a los vecinos.
Pero ahora es momento de que Mayweather salga de la piscina y vaya al gimnasio. Tiempo de hacer a un lado todas las excusas y dejar de postergar las cosas.
Tiempo de enfrentarse de una vez por todas con Manny Pacquiao.
La fecha ya fue fijada; el dinero está listo. Los problemas que les impidieron pelear en marzo ya no parecen tener tanta importancia.
Sin embargo, Mayweather sigue mostrándose reacio por decir lo menos. Y nadie parece saber por qué.
“Estoy tan desconcertado como todos”, comentó el promotor Bob Aurm.
Por su parte, Mayweather ha hecho poco por disipar las dudas, indicando a The Associated Press el domingo que se encontraba disfrutando de las vacaciones y de pasar el tiempo con sus familiares y amigos.
Ganar alrededor de otros 40 millones de dólares, indicó, tendría que esperar.
“No estoy interesado en apresurarme para hacer algo”, comentó Mayweather.
Quizás debería estarlo. Porque muchos de los seguidores del boxeo empiezan a pensar que Mayweather no quiere pelear contra Pacquiao.
Ciertamente en marzo no quiso hacerlo, pero en ese entonces al menos tenía una excusa.
Mayweather quería que se realizaran pruebas de sangre olímpicas y en varias ocasiones se negó a comprometerse con la pelea.
Pero esa excusa ya no tiene validez alguna. Arum, el promotor de Pacquiao, comenta que su pugilista aceptará cualquier prueba de sangre que Mayweather requiera.
Aun así, el nuevo representante de Filipinas no ha obtenido una respuesta positiva, por lo que ahora se encuentra buscando a otro contrincante para el 13 de noviembre.
Y el único culpable de ello es Money Mayweather.
Mientras se divierte junto a la piscina, Pacquiao estará en el gimnasio. Y mientras Mayweather contempla su futuro, los seguidores del boxeo podrían dejar de interesarse en lo que hace.
Arum considera que es posible que Mayweather esté esperando a ver qué sucede con su tío y entrenador de tiempo atrás, Roger Mayweather, quien será juzgado el próximo mes por cargos de agresión en Las Vegas. Los seguidores de Pacquiao están seguros de que Mayweather tiene miedo del filipino y en especial de la posibilidad de perder por primera vez en su carrera.
Lo anterior es difícil de creer, empezando por el hecho de que se trata de un Mayweather. Floyd empezó a lanzar golpes antes de aprender a caminar, y el temor no forma parte del vocabulario de su familia.
Pero nadie sabe en realidad. Y Mayweather no dice nada.
Su silencio hizo que Arum realizara una conferencia telefónica a medianoche durante el fin de semana para indicar que Pacquiao seguirá adelante y el 13 de noviembre se enfrentará ya sea a Miguel Cotto o Antonio Margarito.
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