jueves, 6 de mayo de 2010
"Gatito" con guantes caza ratones
ARMANDO ÁLVAREZ Faro de Vigo.es
Alberto Fernández imitaba de niño a Thommy Hearns. Ya de joven descubrió un ídolo al alcance, Jorge Araújo, con quien se entrena en el gimnasio Ifco. Al cerrar los ojos, se imaginaba en uno de aquellos grandes combates, en Las Vegas si se atrevía a mucho, en As Travesas para soñar pequeñito. Este viernes tiene al fin una de esas peleas. En el pabellón vitoriano de Mendizorroza cruzará sus guantes con Israel Carrillo, al que espera arrebatar el título nacional del peso medio. Lee Manuel, su entrenador, le empujará desde la esquina. "Creo en él", afirma.
Alberto Fernández se presenta al entrenamiento en el gimnasio Ifco con su vieja camiseta de Los Suaves. Entre rotos y descosidos, el gato negro furioso que identifica al grupo ourensano. Lee Manuel, su manager y entrenador, lo bautiza allí mismo: "Gatito". El liberiano le quiere calzar el apodo a toda costa. "Gatito contra Israel Carrillo", anuncian en Vitoria. El púgil local defiende este viernes ante el vigués el título nacional del peso medio que conquistó el año pasado. Alberto se oculta tras su sobrenombre, tan esponjoso, tan escasamente bélico. "Me sirve para despistar a los rivales. Me ven delgado, poca cosa, pero engaño. Enseguida cambian de impresión".
´Gatito´, por tanto, encara la primera gran pelea de su carrera. Brillante en amateurs, Fernández ha saltado de forma tardía al boxeo profesional. Lo hizo hace dos años, con 31. "Estaba un poco escondido", explica Lee Manuel. Desde entonces acumula un récord inmaculado de seis victorias, dos por KO. Gestiona las prisas biológicas con buen tino: "Tengo que correr algo más, pero también he llegado al profesionalismo con la cabeza más amueblada, sabiendo lo bueno y lo malo".
Lee Manuel dice de Fernández que "pega y encaja mucho. Es muy valiente. En los entrenamientos hace guantes conmigo", se ufana el ex semipesado, cincelado como cuando boxeaba. "Las manos aún le pesan", confirma Fernández, que le agradece los elogios: "Confía mucho en mí y yo no quiero defraudarlo".
En cuanto a estilo, se siente técnico. Es el camino que eligió de niño, el día en que decidió imitar a Thommy Hearns. ´La Cobra´ cortaba el aire con sus largos brazos. Ray ´Sugar´ Leonard y ´Mano de Piedra´ Durán lo probaron. Nombres de leyenda. Tiene otro referente más próximo, Jorge Araújo, el más fino estilista de la escuela viguesa, con el que se entrena. "Tiene tanta clase", resume. Tanta que fue lo que él quiere, campeón de España. Para las metas mayores le faltó dinamita.
Y es lo que Alberto Fernández necesitará en la capital vasca. Carrillo tiene a su favor la tenencia del título y el público. "Será difícil ganar a los puntos", admite Lee Manuel. "Tenemos que buscar el KO". Pero a tientas, poco a poco, explorando las grietas de la guardia. Su discípulo conviene: "Será una pelea larga, a diez asaltos. Esperaré con tranquilidad y si en algún momento puedo cazarlo, me lanzaré". Como la cobra que husmea al ratoncillo, como el gatito que saca la zarpa para devorarlo.
Alberto Fernández carga con una responsabilidad que trasciende su ambición individual. Ferradás, Domínguez, Lee Manuel, Araújo, Iván Pozo... "Me haría mucha ilusión que mi nombre pudiese unirse a esa lista de grandes boxeadores", confiesa. "El trabajo y la constancia serán fundamentales". "Yo lo veo ganando el campeonato de Europa", pronostica su entrenador. Antes espera Carrillo, espera Mendizorroza lleno. Para Lee Manuel, "está al cincuenta por ciento. Yo creo en su victoria".
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