SI VENCE A COTTO, PACQUIAO LOGRARÁ SU QUINTA CORONA EN DIVISIÓN DIFERENTE ( Y NO SÉPTIMA)

No sé si en la amada América conocerán el refrán español de “La verdad es la verdad, lo diga Agamenón o su porquero”. Viene esto a cuento, porque aún admirando y hasta teniendo como referencia en el mundo del periodismo especializado en boxeo a un comentarista como Dan Rafael, no puedo estar de acuerdo con él, cuando escribe, en las horas previas al esperado combate entre Manny Pacquiao y Miguel Cotto, que el filipino obtendrá su séptima corona mundial, en caso de conseguir el triunfo en el MGM Grand de Las Vegas. Lo diga Rafael, o quien sostenga tal teoría, no nos van a convencer a los que aún sabemos sumar y restar. Y el filipino lleva, antes de esta pelea, cuatro títulos mundiales, que no es moco de pavo, en su haber, y, desde luego, no los seis, como el recordman Óscar de la Hoya, como sostiene el brillantísimo escritor de la ESPN. Pero “lo que no puede ser, no puede ser, y además, es imposible”, como afirmó el “Guerra”. El Pacman se convirtió el 4 de diciembre de 1998, ante Chatchai Sasakul, en campeón universal, con solo 19 años, del peso mosca del WBC. Es decir, en la división de los 50,8 Kg. Posteriormente, y tras varias defensas de su título, se proclamó, el 23 de junio de 2001, ante Lehlohonolo Ledwaba, campeón del mundo IBF del peso supergallo, es decir, en el tope de 55,3 Kg. Después de ganar varios títulos regionales, el actual número 1 libra por libra del mundo, consiguió su tercera corona en distinto peso, cuando venció, en decisión dividida, a Juan Manuel Márquez, el 15 de marzo de 2008, el título del peso superpluma (58,9 Kg.) del WBC.
Y su, por ahora, cuarta y último corona mundial, la obtuvo ante el natural de Chicago, David Díaz, en el peso ligero (61,2 Kg.) también del WBC, el 28 de junio de 2008. ¿Se ha vuelto loco Dan Rafael y los otros periodistas que avalan la existencia de seis títulos mundiales en el haber del filipino? En absoluto, simplemente, es un error de concepto: él cuenta los llamados campeonatos “lineales” con el mismo valor que los títulos avalados por los cuatro organismos que rigen el pugilismo. Y Pacquiao obtuvo dos de esa categoría, primero, ante Marco Antonio Barrera, en el peso pluma, y en su última e impresionante aparición, el pasado 2 de mayo, ante Ricky Hatton, en peso superligero. Ser campeón lineal es algo interesante desde el punto de vista histórico y estadístico, pero no es algo ni oficial, ni exacto, porque, en multitud de casos, simplemente ganar al campeón anterior en una división, no te otorga tal calidad, por retiradas de boxeadores, o de proliferación de campeones en un mismo peso. Por tanto, equiparar campeonatos lineales o títulos de la revista de “The Ring Magazine” con los avalados por los cuatro organismos internacionales, para un servidor, y creo que para la mayoría de los que seguimos este deporte, no “cuela” como campeón propiamente dicho. En definitiva, respeto y admiración por esos magníficos escritores que mantienen tal teoría, pero nosotros, lo tenemos claro, si esta noche, el genial Manny Pacquiao, da otro golpe de efecto, y se hace con el cinturón del peso welter WBO, habrá logrado su quinto, y no séptimo, título en divisiones diferentes. Lo diga Agamenón o su porquero.

JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.