domingo, 1 de marzo de 2009




QUÍNTUPLES CAMPEONES: THOMAS HEARNS Y FLOYD MAYWEATHER JR.

Pero Hearns, también conocido como “Hitman” o “Sicario” sí es quíntuple campeón, empezando por su corona en el peso welter W.B.A. noqueando el 2 de agosto de 1.980 al mexicano Pipino Cuevas, en tan solo dos asaltos. Posteriormente, se coronaría en el peso superwelter ante el italiano Luigi Minchillo en 1.984. Tras caer el nacido en Memphis en un combate memorable ante Marvin “Marvelous” Hagler por la corona del mítico peso medio, en el que Hagler se la jugó todo a una carta para noquear rápido (lo haría en el tercer asalto) porque un espectacular corte sufrido en el primer capítulo hacía pensar que la pelea sería detenida, se dio la curiosa circunstancia de que Hearns se hizo antes con el cetro de los semipesados, ante el guyanés Dennis Andries, y posteriormente con el del peso medio, ante Juan Domingo Roldán, para acabar su zigzagueante y codicioso afán de conseguir la condición de quíntuple campeón, haciéndose rey del supermedio el 28 de abril de 1.990 ante el inglés Michael Olajide. Ya quedaba palmariamente demostrado que en estas alturas del siglo XX, los mejores boxeadores ansiaban más ser campeones de diferentes pesos o divisiones que realizar defensas en una sola, a la antigua usanza, si bien décadas antes, como después tocaremos, fenómenos como Henry Armstrong llegaran a reinar en tres divisiones distintas. Pero sigamos con los campeones en cinco categorías. A Thomas Hearns hay que unirle el fenómeno reciente del boxeo del nuevo siglo, tan aclamado como odiado por su singular carácter, nos referimos al “Pretty Boy” o “Chico Guapo”: Floyd Mayweather Jr. De casta le viene al galgo, y es que no es muy habitual ser hijo de un campeón americano, del mismo nombre, con el que no se habló durante años y sobrino de un campeón mundial, Roger Mayweather, campeón W.B.C. del peso superligero. Floyd Mayweather, considerado en el período entre 2.005 y 2.007, como el mejor boxeador libra por libra del planeta, hasta su momentáneo retiro, se proclamó campeón por primera vez, tras vencer, con 21 años, el 30 de octubre de 1.998 en pelea valedera para el cetro W.B.C. del peso superpluma, al californiano Genaro “Chicanito” Hernández, precisamente, un ex púgil que está atravesando unos duros momentos de salud en los comienzos de 2.009. Tras ocho defensas de su corona (todo un récord en estos tiempos) se doctoró en el peso inmediatamente superior, el ligero, ante José Luis “Temible” Castillo, en una decisión unánimemente proclamada por la critica mundial como manifiestamente injusta. Ocho meses después, aún en 2.002, en el combate de revancha, Mayweather Jr. puso las cosas en su sitio, aunque, sorprendentemente, con las cartulinas más ajustadas que en la pelea anterior. Una extraordinaria pelea ante el canadiense Arturo Gatti, con victoria antes del límite, supondría su efímero reinado en el peso superligero, siempre al abrigo del W.B.C. antes de asaltar el reinado en el peso que le hizo famoso y millonario: el peso welter, auténtica división estrella de estos tiempos. El 8 de abril de 2.006, el cuadrilátero del Thomas & Mack Center se convirtió en escenario de una pelea múltiple entre los miembros de la esquina de Zab Judah y este mismo, en contra de Floyd y los suyos. Aquello le supondría a Judah un año de sanción fuera del boxeo. Todo eso quedó en el olvido, cuando llegó el 5 de mayo de 2.007, y el mundo se paralizó para asistir a su asalto al título superwelter, ante Óscar de la Hoya. Chico bueno contra chico malo. En el ring, un combate parejo y una decisión dividida a favor del natural de Grand Rapids, Michigan, que satisfizo más a la crítica que a los aficionados. En el futuro, se sabrá hasta dónde es capaz de llegar Mayweather Jr. aunque no es previsible ni lógico un intento en el peso medio, dada su estatura (1,73 metros) y su contextura física.

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