Cándida Portugués/EDLP El Diario NY
El apartamento de la familia Vargas se ha convertido en un Museo a la memoria de Ronney, el boxeador asesinado en agosto del 2008 a los 20 años.
“Este era mi hijo”, le dijo Germán Vargas a EL DIARIO/LA PRENSA señalando las cuatro paredes del salón donde están desplegados los trofeos que su hijo ganó de niño, los tres guantes de oro que ganó como aficionado, del 2005 al 2007, la gorra que llevaba el día que lo mataron, el panel que sus amigos escribieron en la funeraria expresando su amor y pesar, los guantes que utilizó en sus peleas, fotos de los ocho combates profesionales en los que resultó invicto y logró seis knockout.
“En su primera pelea profesional ganó por knockout en 20 segundos, batiendo el record de Mike Tyson”, destacó Germán.
Ronney era un gran deportista y practicaba a la par del boxeo, que era su pasión desde niño, el béisbol, el karate y hasta el fútbol. “Cuando le preguntaban quién era su ídolo el siempre contestaba ´yo mismo´”, dijo su hermano, Ronniel, de 15 años, quien también practica el boxeo compaginándolo con su otra pasión: la música. Germán añadió que Ronney solía decir: “Yo no tengo más rival que yo”.
Su gran ilusión era ponerle una barbería a su hermano Ronald, de 24 años, y retirar a su padre de la calle donde vende ‘hot dogs’ en un carrito. “Yo los voy a sacar de aquí”, recordó Germán que les decía Ronney.
“Tras su última pelea, el 16 de julio del 2008, el promotor Louis Dibella le ofreció un contrato en blanco para que él pusiera la cifra, pero no firmó”, señaló Germán como prueba que no estaba apegado al dinero.
Tras su fallecimiento, desde los periódicos hasta su promotor, Pat Lynch, pasando por el Consejo Mundial de Boxeo que le incluyó en el salón de la fama, y hasta el campeón Paul Malignaggi, han homenajeado a este joven que todos veían convertido en campeón mundial.
Germán destacó: “Estoy muy agradecido a Lynch por cómo llevó la carrera de mi hijo, y al campeón mundial Malignaggi por los gestos que ha tenido. Molignaggi se presentó en la funeraria con su faja de campeón del mundo y me dijo: ‘Tu hijo era campeón del mundo, nadie lo paraba, el luchó por esta faja pero como no tuvo tiempo yo se la doy porque él la ganó’”.
Otro homenaje de Malignaggi fue subir al cuadrilátero con un pantalón con el nombre de Ronnye y RIP “Venezuela”, que era el apodo con el que se le conocía por ser originario de ese país. El próximo 9 de marzo volverá a acudir a corte el supuesto asesino de Ronney, José Coimbre, quien según los cargos bloqueó el auto de Ronney y le disparó en el pecho.
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