domingo, 9 de noviembre de 2008

Uno ganó, otro perdió, ¿los dos al retiro?


Dan Rafael

Hubo un ganador, un perdedor, y quizás el final de dos gloriosas carreras.
Joe Calzaghe, el galés estrella, había dicho una y otra vez previo a su pelea con Roy Jones Jr., el sábado en el Madison Square Garden, que planeaba retirarse, ganara o perdiera.
Si mantiene su palabra, se acabó. Se irá del boxeo a la edad de 36 años como el campeón semipesado invicto, y su legado intacto, quizás como el más grande boxeador en al historia de Gran Bretaña, luego de vapulear en forma dominante a Jones para retener su título.
El dominio de Calzaghe, sin embargo, fue tan pronunciado, tan completo, tan comprensivo, que es difícil encontrar una razón para que Jones continúe en el boxeo; y si lo hace, ¿con cuál motivo?
Mientras Calzaghe lució en buena forma libra-por-libra, --veloz, fuerte y con la habilidad de lanzar la cantidad de golpes que lo caracteriza-- Jones no fue ni la sombra del boxeador que pasó una década en la cima de la lista de mejores libra-por-libra.
Al inicio, pareció que Jones podía dar la sorpresa. Le conectó un derechazo en la cabeza a Calzaghe, que lo mandó a sus rodillas cuando faltaban unos 40 segundos para terminar el primer round.
Pero Calzaghe, que también fue derribado en el primer round en abril cuando le ganó una decisión dividida a Bernard Hopkins para ganar el título, se levantó, se quitó el polvo de encima, y volvió a hacer lo suyo, dominando la pelea.
"Me sorprendió con una buena derecha, pero eso es lo que hace a los campeones", dijo Calzaghe. "Cuando me derribó, me levanté y regresé más fuerte aún. Me derribó pero me mantuve en control, y comencé a boxear. Luego de eso me sentí bien. Pero no vi el golpe. Es como que tuve un deja vu (de la pelea con Hopkins)".
Salvo ese primer round, ganado por Jones por derribarlo, el resto de la pelea fue todo Calzaghe (46-0, 32 KOs). Los tres jueces vieron a Calzaghe ganar 118-109 en las tarjetas, igual que la de ESPN.com.
"Cuando lo derribé, tenía dos planes", dijo Jones. "No pude decidir. Quería mandarme encima, y luego no quería mandarme encima. Comencé a pegar demasiado y me salí de mi plan de pelea".
Calzaghe, en la primera defensa de su título, lució toda la noche como que se estaba divirtiendo. Conectaba golpes, y luego le mostraba su cara a Jones (52-4, 38 KOs) y de a rato, bailaba en el ring para deleitar a la mayoría de los 14,152, muchos de los cuales hicieron el viaje desde Gales para ver a su héroe nacional.
En el séptimo round, el ritmo de Jones había enlentecido considerablemente, mientras que Calzaghe seguía conectando golpes y forzando a Jones a protegerse contra las cuerdas.
Uno de los tantos derechazos de Calzaghe abrió un corte sobre el ojo izquierdo de Jones, y la sangre empezó a caer por su cara, una clara muestra de la dura noche que Jones estaba teniendo.
"Creo que me agarró con un gancho de derecha que me cortó en el ojo", dijo Jones. "Me sorprendió, nunca me habían cortado antes. Pero asi soy yo, voy a pelear hasta el final. Di mi mejor esfuerzo, pero él fue el mejor esta noche".
El corte de Jones continuó sangrando por el resto de la pelea y Calzaghe continuó haciendo lo que había hecho toda la noche --lanzar, lanzar, lanzar y conectar varios golpes en Jones.
"Me sentí muy relajado y me sentí con ritmo", dijo Calzaghe, que pasó más de una década como campeón supermediano antes de subir de categoría para enfrentar a Hopkins, que estaba sentado en el ringside mirando como sus esperanzas de una revancha con Jones se iban por la cañería.
"Luego del primer round me sentí un poco cansado, pero sabía que si volvía a mi estilo, todo estaría bien", dijo Calzaghe. "Estoy muy feliz. Este año derroté a dos leyendas con Hopkins y Jones y vine a Estados Unidos a hacerlo. Tomé el riesgo. Ellos no vinieron a mi".
Jones, cuya compañía Square Ring fue el co-promotor de la pelea junto a Calzaghe Promotions, se mostró muy humilde tras la derrota.
"El ganó la pelea, definitivamente ganó la pelea", dijo Jones. "Esos simples golpes que tiró fueron un poco más duros de lo que yo pensaba. No podía ver por mi ojo izquierdo. No se que queda para mi en el futuro. Trabajé tanto para esta pelea. No se. No pude descifrarlo".
Jones se había recuperado de tres derrotas consecutivas en el 2004 y 2005 --dos por brutales nocauts-- para ganar tres en fila, incluyendo una impresionante actuación ante Félix Trinidad. Pero Calzaghe obviamente no es Trinidad.
A pesar de que Jones estaba desilucionado, es un hombre de orgullo y cree que su habilidad para aguantar 12 duros rounds tuvo mucho significado.
"Encuentro algo de redención. Al final peleé 12 rounds con un corte", dijo. "Pude vencer la adversidad. Haber llegado aca tras la todo lo que habí pasado es muy difícil. No muchos boxeadores se recuperarían de tres derrotas en fila para conseguir una pelea titular".
Una pelea titular si, pero quizás la última.
Para ambos.

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