Oscar de la Hoya sabe que será el hombre más alto, de mayor alcance y quizás de mayor fortaleza cuando se enfrente a Manny Pacquiao la noche del 6 de diciembre en el MGM Grand de Las Vegas.
Por lo tanto, reconoce que si no logra derrotar al explosivo púgil filipino por nocaut, lo consideraría un fracaso.
“Sería un desastre que esta pelea no termine por nocaut. No espero menos que eso”, dijo De la Hoya ayer en una conferencia telefónica con los medios internacionales de cara al evento The Dream Match.
Por las pasadas semanas, De la Hoya ha estado inmerso en un intenso campo de entrenamiento para lo que muchos consideran será uno de los combates de mayor expectación en su carrera.
Aun así, el múltiple ex campeón no siente la presión de dominar a un oponente que supera por casi cinco pulgadas en estatura.
“No siento presión. Veo cada pelea como un reto difícil y por eso me aseguro en hacer una preparación a un 100 por ciento para cada pelea y lo voy a demostrar el 6 de diciembre”, respondió a preguntas de PRIMERA HORA.
“Si hay alguna presión, es la que me imponga, pero eso lo uso de motivación para trabajar más fuerte”, agregó.
Asimismo, De la Hoya reveló que su equipo de entrenadores, encabezado por Ignacio “Nacho” Beristain, ha preparado un plan para contrarrestar el estilo impacable que caracteriza a Pacquiao.
“Siempre he tenido problemas contra los boxeadores. Las peleas que he perdido en mi carrera fueron contra Shane Mosley, Floyd Mayweather, Jr., Bernard Hopkins, tipos que boxean. Por eso creo que el estilo de Pacquiao que es de meter presión todo el tiempo tirando muchos golpes, es el que me gusta. Lo que me gusta es una buena pelea. Será una batalla dura para ambos”, sostuvo De la Hoya.
Durante la conferencia, el púgil repitió que no está preparado para acogerse al retiro después de combatir con Pacquiao.
“Todavía tengo los deseos de seguir, me siento bien motivado. Si todo sale bien, no veo razón para retirarme. Me siento bien física y mentalmente”, aseguró.
Incluso, a tres semanas del pleito que fue acordado a un máximo de 147 libras, De la Hoya está dos libras por debajo.
“Hace tres semanas que ya marqué las 145 libras. Sinceramente, los primeros días me sentí un poco mareado y débil, pero mi cuerpo ya se ha acostumbrado. Claro, todavía no sé cómo reaccionará la noche de la pelea. Como todo en este campamento, el plan de alimentación ha sido bien estricto”, explicó.
La última vez que De la Hoya bajó a la división wélter fue en el 2001 cuando enfrentó a Arturo Gatti.
“Siento mucha hambre de ganar”, sentenció.
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