Cuando Steve Forbes participaba en el reality show "The Contender" se hablaba mucho entre los boxeadores acerca de lo bueno que podía llegar a ser enfrentar a Oscar De La Hoya.
Es una opinión generalizada en el ambiente. Desde que De La Hoya pelea todos quieren enfrentarlo.
Hacer una pelea con el Golden Boy es como sacar la lotería. No hay púgil en el planeta capaz de generar las ganancias como lo hace él. Y aunque él sea quien se lleva la mayor parte, ¿Cuál es el problema? Es mejor tener una pequeña parte de algo grande que la mayor parte de algo pequeño. Esa es la razón por la que cada boxeador en las cuatro divisiones quiere pelear con él. Saben que hay mucho dinero, ganen o pierdan.
Tanto Forbes, siempre realista, como la mayoría de los que cuentan con experiencia en este negocio, les dicen a sus rincones que no se ilusionen demasiado, que los boxeadores de sus niveles no tienen la suerte de bailar con De La Hoya. No es así como funciona el mundo del boxeo.
"Oía a los muchachos hablar de lo mucho que querían enfrentar a De La Hoya y les decía que sean realistas", Forbes le dijo a ESPN.com. "Pero ahora, yo soy quien consiguió la pelea con él. Es gracioso".
Forbes, quien enfrentará a De La Hoya el sábado en el Home Depot Center de Carson, Calif., se ríe al recordarlo. Si no lo conociéramos, pensaríamos que es porque en algún sentido él siente que ya ha ganado -- el hecho de haber conseguido la pelea ya es toda una victoria. Después de todo, el 99 por ciento de los boxeadores del mundo nunca recibirán por una pelea, el monto que él recibiría por hacer una pelea que ayude a De La Hoya para prepararse para su revancha con Floyd Mayweather.
Nunca me gustó ponerme en el lugar de víctima. Soy un ex campeón mundial y un verdadero púgil. He estado en esto durante mucho tiempo. Y como deportista, mi carrera debe seguir después de esta pelea. Por lo tanto quiero hacerlo lo mejor que pueda. Mi objetivo es ganar.
--Steve Forbes
Pero de acuerdo con la manera en la que lo ve Forbes, al conseguir la pelea ganó la mitad de la batalla. Aún tiene trabajo por hacer, no va a hacer esta pelea sólo para cobrar el cheque.
"Si ya estuviese cerca del final de mi carrera, es decir si ya tuviese 36 o 37 años, quizás ya estaría conforme con haber conseguido la pelea. Pero tengo 31 años, y siento que estoy entrando en la mejor etapa de mi carrera. Siempre pensé que a medida que pasaban los años iba a ir mejorando, y tenía razón".
Es la clase de cosas que dice un púgil que no es el favorito antes de la pelea, y después, una vez que ya están peleando, las cosas se ponen difíciles. Las circunstancias y la presión conspiran en su contra, lo convencen de que quedar segundo esa noche ante un púgil de ese calibre no es lo peor que le puede pasar, y al menos recibirá una buena suma de dinero.
Además, de todas maneras nadie espera que gane, ¿No es así?
Por el momento, al menos en la relativa calma del campo de entrenamiento, Forbes se mantiene firme en su postura de que él va a pelear para ganar.
"Nunca me gustó ponerme en el lugar de víctima", dijo. "Soy un ex campeón mundial y un verdadero púgil. He estado en esto durante mucho tiempo. Y como deportista, mi carrera debe seguir después de esta pelea. Por lo tanto quiero hacerlo lo mejor que pueda. Mi objetivo es ganar".
Sin duda, De La Hoya, 38-5 (30 nocauts), quiere lo mismo. Pero este último sólo lo quiere como un paso más acercándose a la revancha con Mayweather. Derrotar a Forbes por el hecho mismo de vencerlo no es su objetivo. Su interés es Mayweather.
Pero también es peligroso no prestar atención al boxeador que estás a punto de enfrentar sólo porque el siguiente es mucho más importante.
Ya ha ocurrido que peleas que sólo eran de puesta a punto para algunos boxeadores terminaron mal para estos últimos. Pero De La Hoya, mientras que reconoce que Forbes no es ningún conformista, parece estar despreocupado.
"Cuando comenzamos con el campo de entrenamiento, el entrenador, Floyd Mayweather Sr. repitió una y otra vez Floyd Jr., Floyd Jr., y yo pensaba, ¿Y qué hay de Steve Forbes?", dijo De La Hoya a ESPN.com. "Me di cuenta de que me intenta motivar para ganar a Floyd Jr., y si estoy en forma para derrotar a Floyd Mayweather Jr., entonces Steve Forbes será pan comido".
Que Mayweather Sr. y De La Hoya se hayan unido con un mismo objetivo -- derribar a Mayweather Jr.--, es algo sorprendente cuando recuerdas lo incómodos que ambos estaban antes del primer encuentro que ganó Mayweather con una peleada decisión dividida.
Cuando el Mayweather mayor pidió una suma de dinero que prácticamente lo borraba de la ecuación pareció ser una solución razonable. De La Hoya se fue con Freddie Roach, y Mayweather Sr., mientras quedo en buena relación con De La Hoya, intentó, sin éxito, sacarle el lugar a su hermano, Roger, para transformarse en el entrenador en jefe de Floyd. Cuando se acordó la revancha, De La Hoya lo llamó porque considera que con Mayweather Sr. es con quien tiene las mayores posibilidades de ganar.
Cuando comenzamos con el campo de entrenamiento, el entrenador, Floyd Mayweather Sr. repitió una y otra vez Floyd Jr., Floyd Jr., y yo pensaba, ¿Y qué hay de Steve Forbes?. Me di cuenta de que me intenta motivar para ganar a Floyd Jr., y si estoy en forma para derrotar a Floyd Mayweather Jr., entonces Steve Forbes será pan comido.
--Oscar de la Hoya
"Floyd Mayweather Sr. creó e hizo de Floyd Mayweather Jr. lo que es hoy sobre el cuadrilátero", dijo De La Hoya. "Lo entrenó cuando era un niño. Es quien le enseñó pelear con ese estilo. Es clave para mí. Necesito en mi rincón a la persona que tiene la llave para poder abrir esa puerta. Sólo es cuestión de elegir al entrenador adecuado, y creo que Floyd Mayweather Sr. Es el indicado".
Mientras que fue cuidadoso al elogiar a Roach, De La Hoya dijo que la estrategia en la primera pelea fue en esencia basarse en su tamaño y fortaleza como ventajas ante Mayweather una táctica que ahora reconoce significó una ventaja para Mayweather y no para él.
"Floyd Mayweather Jr. es muy escurridizo e inteligente algo que hace que sea difícil de seguirlo porque pelea para sobrevivir", dijo De La Hoya. Como a muchos boxeadores hábiles, cuando su oponente intenta pegarles más fuerte, a Mayweather le gusta aún más la pelea, de esa manera tiene más oportunidades de dar contragolpes que no podría aterrizar si enfrentara a un púgil más medido.
Forbes fue elegido para esta pelea porque tiene un estilo de alguna manera bastante parecido al de Mayweather, sobre todo porque es rápido y estratégico. No es pura coincidencia que haya sido entrenado durante la mayor parte de su carrera por Roger Mayweather y que este último ahora es reemplazado por Jeff Mayweather, el que menos ha logrado de los tres hermanos Mayweather que son entrenadores.
También ayudó a Forbes que con sólo nueve nocauts en 33 victorias (y cinco derrotas), no hay posibilidades de que pueda lastimar a De La Hoya.
Además, lo reconoció él mismo, el peso más alto con el que peleó Forbes es en las 140 libras. De La Hoya ha peleado en las 160. (El peso límite por contrato para esta pelea es de 150 libras). A diferencia del resto, Forbes ve a esto como una ventaja.
"Soy de leer sobre la historia del boxeo. Los púgiles que le complicaron las cosas a Oscar De La Hoya eran boxeadores pequeños", dijo. "Pernell Whitaker (ante quien De La Hoya ganó por una controvertida decisión en 1997) es más bajo que yo. Ike Quartey (ante quien De La Hoya ganó por decisión en 1999) tiene el mismo tamaño que tengo yo. Pensé, "A Oscar se le complicó en ambas peleas, ante púgiles mas pequeños con tácticas inteligentes".
En cierto punto, Forbes tiene razón. Recuerden las peleas ante Julio Cesar Chávez, Félix Trinidad y Fernando Vargas. Por lo general es menos efectivo cuando se ve obligado a avanzar, como también ocurrió con Mayweather y Shane Mosley (en el primer combate).
Aún así, cuando estaba en su mejor momento, De La Hoya, quien ahora tiene 35 años, no ha tenido demasiados inconvenientes al enfrentar a boxeadores como Oba Carr y Héctor Camacho. Sabe cómo o hacerlo.
Ahora, la mayoría espera que lo haga con Forbes, quien nunca ha peleado en este nivel, pero de todas maneras es un púgil al que subestiman.
"Lo superare", dijo Forbes. "Todos verán golpes y movimientos que no ven desde que peleaban Ezzard Charles y Ike Williams. Hace seis meses que repaso esta pelea una y otra vez en mi cabeza. Peleará más que nada muy sorprendido -- debido al hecho de que este boxeador al que nadie conoce le está prodigando golpe tras golpe".
Si Forbes, quien está 3-1, hace lo que dice ser capaz de hacer, De La Hoya no será el único que quede boquiabierto
Es una opinión generalizada en el ambiente. Desde que De La Hoya pelea todos quieren enfrentarlo.
Hacer una pelea con el Golden Boy es como sacar la lotería. No hay púgil en el planeta capaz de generar las ganancias como lo hace él. Y aunque él sea quien se lleva la mayor parte, ¿Cuál es el problema? Es mejor tener una pequeña parte de algo grande que la mayor parte de algo pequeño. Esa es la razón por la que cada boxeador en las cuatro divisiones quiere pelear con él. Saben que hay mucho dinero, ganen o pierdan.
Tanto Forbes, siempre realista, como la mayoría de los que cuentan con experiencia en este negocio, les dicen a sus rincones que no se ilusionen demasiado, que los boxeadores de sus niveles no tienen la suerte de bailar con De La Hoya. No es así como funciona el mundo del boxeo.
"Oía a los muchachos hablar de lo mucho que querían enfrentar a De La Hoya y les decía que sean realistas", Forbes le dijo a ESPN.com. "Pero ahora, yo soy quien consiguió la pelea con él. Es gracioso".
Forbes, quien enfrentará a De La Hoya el sábado en el Home Depot Center de Carson, Calif., se ríe al recordarlo. Si no lo conociéramos, pensaríamos que es porque en algún sentido él siente que ya ha ganado -- el hecho de haber conseguido la pelea ya es toda una victoria. Después de todo, el 99 por ciento de los boxeadores del mundo nunca recibirán por una pelea, el monto que él recibiría por hacer una pelea que ayude a De La Hoya para prepararse para su revancha con Floyd Mayweather.
Nunca me gustó ponerme en el lugar de víctima. Soy un ex campeón mundial y un verdadero púgil. He estado en esto durante mucho tiempo. Y como deportista, mi carrera debe seguir después de esta pelea. Por lo tanto quiero hacerlo lo mejor que pueda. Mi objetivo es ganar.
--Steve Forbes
Pero de acuerdo con la manera en la que lo ve Forbes, al conseguir la pelea ganó la mitad de la batalla. Aún tiene trabajo por hacer, no va a hacer esta pelea sólo para cobrar el cheque.
"Si ya estuviese cerca del final de mi carrera, es decir si ya tuviese 36 o 37 años, quizás ya estaría conforme con haber conseguido la pelea. Pero tengo 31 años, y siento que estoy entrando en la mejor etapa de mi carrera. Siempre pensé que a medida que pasaban los años iba a ir mejorando, y tenía razón".
Es la clase de cosas que dice un púgil que no es el favorito antes de la pelea, y después, una vez que ya están peleando, las cosas se ponen difíciles. Las circunstancias y la presión conspiran en su contra, lo convencen de que quedar segundo esa noche ante un púgil de ese calibre no es lo peor que le puede pasar, y al menos recibirá una buena suma de dinero.
Además, de todas maneras nadie espera que gane, ¿No es así?
Por el momento, al menos en la relativa calma del campo de entrenamiento, Forbes se mantiene firme en su postura de que él va a pelear para ganar.
"Nunca me gustó ponerme en el lugar de víctima", dijo. "Soy un ex campeón mundial y un verdadero púgil. He estado en esto durante mucho tiempo. Y como deportista, mi carrera debe seguir después de esta pelea. Por lo tanto quiero hacerlo lo mejor que pueda. Mi objetivo es ganar".
Sin duda, De La Hoya, 38-5 (30 nocauts), quiere lo mismo. Pero este último sólo lo quiere como un paso más acercándose a la revancha con Mayweather. Derrotar a Forbes por el hecho mismo de vencerlo no es su objetivo. Su interés es Mayweather.
Pero también es peligroso no prestar atención al boxeador que estás a punto de enfrentar sólo porque el siguiente es mucho más importante.
Ya ha ocurrido que peleas que sólo eran de puesta a punto para algunos boxeadores terminaron mal para estos últimos. Pero De La Hoya, mientras que reconoce que Forbes no es ningún conformista, parece estar despreocupado.
"Cuando comenzamos con el campo de entrenamiento, el entrenador, Floyd Mayweather Sr. repitió una y otra vez Floyd Jr., Floyd Jr., y yo pensaba, ¿Y qué hay de Steve Forbes?", dijo De La Hoya a ESPN.com. "Me di cuenta de que me intenta motivar para ganar a Floyd Jr., y si estoy en forma para derrotar a Floyd Mayweather Jr., entonces Steve Forbes será pan comido".
Que Mayweather Sr. y De La Hoya se hayan unido con un mismo objetivo -- derribar a Mayweather Jr.--, es algo sorprendente cuando recuerdas lo incómodos que ambos estaban antes del primer encuentro que ganó Mayweather con una peleada decisión dividida.
Cuando el Mayweather mayor pidió una suma de dinero que prácticamente lo borraba de la ecuación pareció ser una solución razonable. De La Hoya se fue con Freddie Roach, y Mayweather Sr., mientras quedo en buena relación con De La Hoya, intentó, sin éxito, sacarle el lugar a su hermano, Roger, para transformarse en el entrenador en jefe de Floyd. Cuando se acordó la revancha, De La Hoya lo llamó porque considera que con Mayweather Sr. es con quien tiene las mayores posibilidades de ganar.
Cuando comenzamos con el campo de entrenamiento, el entrenador, Floyd Mayweather Sr. repitió una y otra vez Floyd Jr., Floyd Jr., y yo pensaba, ¿Y qué hay de Steve Forbes?. Me di cuenta de que me intenta motivar para ganar a Floyd Jr., y si estoy en forma para derrotar a Floyd Mayweather Jr., entonces Steve Forbes será pan comido.
--Oscar de la Hoya
"Floyd Mayweather Sr. creó e hizo de Floyd Mayweather Jr. lo que es hoy sobre el cuadrilátero", dijo De La Hoya. "Lo entrenó cuando era un niño. Es quien le enseñó pelear con ese estilo. Es clave para mí. Necesito en mi rincón a la persona que tiene la llave para poder abrir esa puerta. Sólo es cuestión de elegir al entrenador adecuado, y creo que Floyd Mayweather Sr. Es el indicado".
Mientras que fue cuidadoso al elogiar a Roach, De La Hoya dijo que la estrategia en la primera pelea fue en esencia basarse en su tamaño y fortaleza como ventajas ante Mayweather una táctica que ahora reconoce significó una ventaja para Mayweather y no para él.
"Floyd Mayweather Jr. es muy escurridizo e inteligente algo que hace que sea difícil de seguirlo porque pelea para sobrevivir", dijo De La Hoya. Como a muchos boxeadores hábiles, cuando su oponente intenta pegarles más fuerte, a Mayweather le gusta aún más la pelea, de esa manera tiene más oportunidades de dar contragolpes que no podría aterrizar si enfrentara a un púgil más medido.
Forbes fue elegido para esta pelea porque tiene un estilo de alguna manera bastante parecido al de Mayweather, sobre todo porque es rápido y estratégico. No es pura coincidencia que haya sido entrenado durante la mayor parte de su carrera por Roger Mayweather y que este último ahora es reemplazado por Jeff Mayweather, el que menos ha logrado de los tres hermanos Mayweather que son entrenadores.
También ayudó a Forbes que con sólo nueve nocauts en 33 victorias (y cinco derrotas), no hay posibilidades de que pueda lastimar a De La Hoya.
Además, lo reconoció él mismo, el peso más alto con el que peleó Forbes es en las 140 libras. De La Hoya ha peleado en las 160. (El peso límite por contrato para esta pelea es de 150 libras). A diferencia del resto, Forbes ve a esto como una ventaja.
"Soy de leer sobre la historia del boxeo. Los púgiles que le complicaron las cosas a Oscar De La Hoya eran boxeadores pequeños", dijo. "Pernell Whitaker (ante quien De La Hoya ganó por una controvertida decisión en 1997) es más bajo que yo. Ike Quartey (ante quien De La Hoya ganó por decisión en 1999) tiene el mismo tamaño que tengo yo. Pensé, "A Oscar se le complicó en ambas peleas, ante púgiles mas pequeños con tácticas inteligentes".
En cierto punto, Forbes tiene razón. Recuerden las peleas ante Julio Cesar Chávez, Félix Trinidad y Fernando Vargas. Por lo general es menos efectivo cuando se ve obligado a avanzar, como también ocurrió con Mayweather y Shane Mosley (en el primer combate).
Aún así, cuando estaba en su mejor momento, De La Hoya, quien ahora tiene 35 años, no ha tenido demasiados inconvenientes al enfrentar a boxeadores como Oba Carr y Héctor Camacho. Sabe cómo o hacerlo.
Ahora, la mayoría espera que lo haga con Forbes, quien nunca ha peleado en este nivel, pero de todas maneras es un púgil al que subestiman.
"Lo superare", dijo Forbes. "Todos verán golpes y movimientos que no ven desde que peleaban Ezzard Charles y Ike Williams. Hace seis meses que repaso esta pelea una y otra vez en mi cabeza. Peleará más que nada muy sorprendido -- debido al hecho de que este boxeador al que nadie conoce le está prodigando golpe tras golpe".
Si Forbes, quien está 3-1, hace lo que dice ser capaz de hacer, De La Hoya no será el único que quede boquiabierto
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