miércoles, 26 de septiembre de 2012

CAMPEONES EN UN PUÑO


JORGE QUIROGA MARCA.COM

Ni Diego Pablo Simeone conocía personalmente a Sergio Maravilla Martínez, ni el púgil, proclamado hace poco campeón del mundo del peso medio, había podido hablar nunca con el actual entrenador del Atlético de Madrid. Y el caso es que ambos sienten un respeto mutuo, incluso algo más, admiración. A Maravilla, a pesar de llevar más de 10 años en España y sentirse profundamente agradecido por lo que ha logrado en ese tiempo, se le notan las costuras argentinas por todos los sitios. Por eso siente un amor especial por la albiceleste, auténtica pasión por su selección, y para el hombre del momento en el mundo del boxeo, Simeone tiene un lugar prominente en este escenario: "En la selección, Simeone es el símbolo del guerrero, es ese jugador que terminas adorando, del que piensas que se necesitan más como él, que no brilla, pero termina brillando. El Cholo fue un jugador excepcional, uno de los referentes de nuestra selección".
Y el Cholo es un grandísimo aficionado al boxeo. Y un compatriota suyo, Maravilla Martínez, acaba de inscribir su nombre en el Olimpo de los mejores del cuadrilátero. Uno quería conocer al otro y el otro al uno. Así que MARCA, en colaboración con el Atlético de Madrid, hizo posible el encuentro en el mejor lugar posible, el Vicente Calderón.
Aunque repetía constantemente que él es de River, Sergio Martínez se sintió impresionado al pisar el césped del Calderón: "Más que nada, por la historia que aquí han escrito muchos argentinos. Y que siguen escribiendo". Maravilla venía acompañado por Óscar Sánchez, un ex boxeador que, hasta el año pasado, peleaba con la camiseta del Atlético de Madrid del propio Simeone y por Miguel de Pablos, la mano derecha del argentino en España, ambos compañeros de Maravilla en su promotora que trata de relanzar, casi de salvar, el boxeo en España.
El encuentro de dos cracks
Simeone, vestido de faena,-una hora después entrenaba con su equipo-, acudió a la cita con una cara que reflejaba la ilusión por conocer al héroe que todo el mundo alaba hoy en Argentina. Un abrazo entre ambos y un gesto de admiración por parte del entrenador hacia el campeón. "¿Cómo te va?, ¿vaya pelea te pegaste?".
Rápidamente, casi sin tiempo a nada más, el Cholo pide a Maravilla que le cuente cosas de la ya mítica pelea con Chávez. Por supuesto, le pide detalle en el pasaje del duodécimo asalto, cuando el argentino cayó: "Uno de los golpes me llegó al oído, unos 20 segundos antes de caer, y me dejó aturdido. Luego vi llegar el segundo golpe, el que me envió a la lona, pero ni siquiera pude poner la cara en tensión y mucho menos esquivarlo. La caída no fue muy aparatosa y de hecho era consciente en todo momento, incluso para hacer un gesto de tranquilidad a mi equipo".
Es la narración que se lleva la mayoría de las atenciones en una ventosa tarde en el Calderón. Al corrillo que ya formaban el púgil y el entrenador se acercó el profe Ortega, preparador físico del Atlético. Uruguayo, Ortega se dirige al boxeador para revelarle que vio su combate en directo (fue a las 5.30 de la madrugada) y se ofreció para ayudarle con la rehabilitación de su rodilla (hoy, Maravilla visita a Villamor y sabrá cuándo tiene que operarse).
Otro uruguayo, el Cebolla Rodríguez, le reconoció enseguida, abandonó la compañía de los jugadores del equipo y se acercó a fotografiarse con su ídolo: "He seguido toda su carrera. Lo que hizo el otro día con Chávez fue bárbaro". El Cebolla practica kickboxing y es un enamorado del boxeo.
El propio Simeone y el capitán Falcao invitaron a Maravilla al vestuario rojiblanco a conocer a los jugadores.
Al final de la visita, del encuentro entre dos ídolos, ambos se despidieron dándose el teléfono y apalabrando una nueva cita, para comer y contarse cosas de Argentina, de boxeo, de fútbol y de River.

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