jueves, 29 de diciembre de 2011

VALCÁRCEL: "LOS MEXICANOS TIENEN DERECHO A QUEJARSE"



Periódico La Jornada


En cada esquina de Puerto Rico en la que se paraba Francisco Valcárcel, presidente de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), era interceptado por fanáticos del pugilismo, quienes le reclamaban el polémico resultado de la pelea entre Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao.
Eso fue hace poco más de mes y medio, recuerda el titular del organismo que sancionó aquel combate en Las Vegas, en donde los jueces vieron ganar al filipino ante la incredulidad de la afición internacional.
En esa esperada función en la que no sólo los mexicanos se sintieron robados por el sorprendente fallo, sino incluso toda una comunidad de latinoamericanos que acusaron a los jueces, a los promotores y al organismo de haber orquestado el robo.
“Yo hubiera estado tan enojado como los mexicanos”, admitió el boricua Valcárcel durante una visita a la ciudad de México para entregar reconocimientos a los campeones nacionales de la OMB. Entiende el enojo porque el triunfo pudo haberse dado a Márquez.
“México tiene razón de respaldar a su campeón y no me parece algo descabellado. Hay bases en esa opinión porque la pelea se pudo ir para Márquez.”
La polémica subió de tono entre acusaciones a los responsables de aquella cartelera y crecieron las sospechas de que el negocio de apuestas en Las Vegas había pesado en la decisión de los jueces.
Pese a conceder la razón a los que criticaron la victoria de Pacquiao, el presidente de la OMB asegura que el trabajo de los jueces fue impecable: “Las opiniones son pertinentes, pero los que se encargaron del combate están calificados y sus decisiones son intachables.
“Claro, pueden equivocarse, pero dentro del margen de error al que está expuesto un ser humano. Uno no puede pensar que todo estaba maquinado para que ganara Pacquiao, que existiera una conspiración para beneficiarlo.
“Los jueces los nombró la Comisión de Nevada, son profesionales y uno no tiene motivos para pensar que pasó algo ilícito, por eso hay que respaldar la decisión y respetarla.”
Lo que quiere dejar en claro –insiste– es que la OMB no designó a los jueces, porque en Estados Unidos las comisiones tienen la libertad de elegirlos en apego a un norma conocida como ley Muhamed Ali.
“Nosotros no podemos estar por encima de ella. Propusimos a 20 jueces de fuera, pero en Nevada designaron a tres de ellos, no podemos cambiar eso por reglamento”, asegura.
Sin embargo, para Valcárcel el escándalo que sobrevino en los días posteriores al combate no afectaron la reputación del boxeo. Al contrario sólo avivó el escenario para un cuarto combate entre Márquez y Pacquiao.
Para el titular de la OMB, el aficionado al boxeo es un público que seguirá consumiendo esas funciones más allá de la transparencia con la que se lleven a cabo: “Después de todo los fallos controversiales son los que siempre hacen las grandes peleas”.
A unos metros del presidente de la OMB estaba Juan Manuel Márquez. Ambos acudieron a la entrega de un donativo para la institución que fundó el padre Chinchachoma. El Dinamita firmó autógrafos antes la euforia de los niños que lo reconocieron.
“Hasta ellos se dieron cuenta que yo gané”, bromeó Márquez, quien adelantó que si no hay revancha en 2012, mejor olvidarlo.
“No se podrá pelear con gente como Pacquiao o Bob Arum que tienen intereses en la OMB, a la que le conviene estar más del otro lado que del mío”, dijo, como quien se resigna a luchar contra un sistema.
“La OMB se maneja al margen para no afectar su mina de oro”, señaló en alusión a todos los intereses financieros que envuelven a esa industria llamada Manny Pacquiao y que considera beneficia al organismo que dirige Valcárcel.
La concesión del titular de la OMB, en el sentido de que la victoria pudo ser para el mexicano no impresiona a Márquez: “Sabe manejarse como ciertos políticos, que nunca van a aceptar la verdad o a rectificar”.
Al final ambos charlan. El dirigente ofrece apoyo; el peleador, sólo asiente.

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