DAN RAFAEL
Cuando estuve en Dallas la semana pasada, cubriendo la demolición de Manny Pacquiao sobre Antonio Margarito, me encontré conGlen Johnson y su representante Henry Foster en el hotel de la pelea. Foster estaba ahí porque representa a Ricardo Córdoba, quien perdió una pelea de título mundial ante Guillermo Rigondeaux en la cartelera previa. Johnson viajó también a ver uno de los mayores eventos del año, para tomarle la temperatura a la escena.
Dondequiera que Johnson fuera, él se encontraba con fanáticos de la pelea y gente de la industria que le ofrecía un mensaje universal: felicitaciones por su impresionante nocaut en ocho asaltos sobre Allan Green hace dos semanas en el Clásico Mundial de Boxeo Súper Seis.
La victoria le aseguró a Johnson (51-14-2, 35 KOs) un puesto en el torneo de peso súper mediano organizado por Showtime. Apenas unas semanas antes, Johnson no estaba siquiera en el torneo. Él era el ex campeón de peso semipesado que venía de una derrota por puntos ante el campeón Tavoris Cloud el 7 de agosto, y que no tenía planes. Entonces, de repente, cuando Mikkel Kessler se excusó de pelear en el torneo tras una lesión en el ojo, Johnson recibió la llamada para reemplazarlo.
Johnson siempre estuvo dispuesto a pelear con quien sea y donde sea, de ahí su apodo de "Guerrero de la Carretera". Por eso aceptó rápidamente y se abocó al proceso de bajar al peso súper mediano, una división en la que no peleaba desde el año 2000. La pregunta que todos se hacían era cómo haría Johnson para llegar a las 168 libras, especialmente a sus 41 años. Bueno, lo hizo, y lució fantásticamente bien.
Yo bromeé con Foster y Johnson diciendo que quizás Johnson debió haber sido un súper mediano durante la última década en lugar de ser semipesado. Foster no lo tomó como chiste. Él dijo que yo estaba en lo cierto y Johnson lo miró extrañado. Aún los otros competidores de Johnson en el Súper Seis se mostraron impresionados con Johnson, quien, si me preguntan a mí, tiene una chance real de llegar al menos al final del torneo sin importar a quién enfrente, sea Carl Froch o Arthur Abraham. Froch y Abraham pelean el 27 de noviembre en Finlandia por un título vacante y por un puesto en las semifinales.
Pase lo que pase, Johnson tiene el respeto universal de todos en el boxeo. Incluso sus competidores lo halagan. "Pienso que Glen Johnson hizo un buen trabajo e hizo lo que tenía que hacer en su pelea con Allan Green, dijo el líder del torneo Andre Ward, quien ya está en las semifinales pero que primero defenderá su título en una pelea fuera del torneo el próximo 27 de noviembre. "No me conmovió el resultado. Yo anticipé que sucedería algo así. Con el tipo de pelea que ellos tuvieron y el ritmo al cual pelearon, fue difícil ver el impacto que sintió Glen al bajar a las 168 libras. Habiendo dicho eso, él hizo lo que necesitaba hacer, y me quito el sombrero ante él".
Dijo Abraham, "me impresionó Glen Johnson. Uno puede ver lo que la experiencia y la clase pueden lograr en un ring. Es realmente increíble que a la edad de 41 años él pueda noquear a un tipo como Green. Esa fue una gran actuación". Y Froch dijo lo siguiente: "La victoria sobre Allan Green fue muy buena, y el viejo boxeador lució muy hábil y concentrado. Llegó cómodo al peso y pareció estar más feliz en las 168 libras. Pienso que Johnson trae una dimensión diferente al Súper Seis como boxeador. Una de las cosas que este torneo nos ha mostrado es cómo todos somos diferentes en nuestro enfoque. En ese sentido, todos somos únicos. Me gusta la gente que viene a pelear, y por eso estoy a favor de la inclusión de Johnson".
Froch podría estar contando otra historia diferente si termina teniendo que enfrentar a Johnson en el futuro.
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