"ESPERA EL FALLO"

JOSE MANUEL MORENO

Los aficionados daban favorito a Paul Williams, la prensa creía que ganaria Paul Williams, Paul Williams estaba convencido de su victoria. Todos pensaban que ganaria "The Punisher". Bueno, todos no. Sergio "Maravilla" Martínez y sus preparadores sabían que el resto del mundo andaba equivocado. Martínez tenía un plan que era casi el del "asesinato perfecto." La trampa estaba tendida desde semanas antes de la revancha más esperada. Se trataba de algo tan fácil (imposible para los mediocres) como hacer creer a Williams que era mejor y más fuerte, que se lanzara a por su "fácil" presa y noquearlo, sí, noquearlo con rotundidad, para evitar sustos con los jueces. Lo dijo Gabriel Sarmiento tras la batalla del primer asalto. "Espera el fallo". Y el fallo llego cuando mas agresivo y lanzado estaba el estadounidense. Y el gancho de izquierda, el "volado" como dicen en America impacto de forma tan seca como brutal en el rostro de Williams. No habia nada que contar, aunque el árbitro cumpliera el protocolo. Una vez mas, la inteligencia se habia impuesto al exceso de confianza. Lo que iba a ser el combate del año, se convirtio en apenas cuatro minutos, en el nocaut del año. Martinez aprendió en su larga travesia del desierto como "jornalero" del ring a ser un argentino, es decir, un tipo astuto, listo y confiado en sus posibilidades.

Sabía que su oportunidad le iba a venir y ya ha llegado. Se ha "cargado" de una tacada a Kelly Pavlik y Paul Williams, lo mejorcito del boxeo americano. Y ahora es el rey del peso medio, como su compatriota Carlos Monzón. Por cierto, todo un detalle, esperado por otra parte, de Sergio acordándose de los españoles y argentinos por igual al final de la pelea. Es grande el bonaerense-madrileño dentro y fuera del ring. ¿Donde están lo que decían que exagerábamos en elogiarlo tanto y que no se había enfrentado con "nadie"? A los talentos se les ve venir antes de que exploten. Pues ahora, "superhombres" como Pacquiao y Mayweather aparte, Sergio Martínez, el argentino que aterrizó en Madrid hace nueve años, es secillamente, el mejor boxeador del mundo.