Jesús Mínguez
La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) ha comenzado ya a investigar, de oficio, el robo que sufrió Gabriel Campillo el pasado viernes en Las Vegas. El español perdió su título de campeón del mundo del semipesado tras unas sospechosas puntuaciones (117-111 a favor y 115-113 y 111-117 para Beibut Shumenov) que no han convencido al organismo que pone en juego el cinturón, como no convencieron a la prensa especializada de Estados Unidos.
AS contactó con Gilberto Jesús Mendoza, vicepresidente ejecutivo de la AMB e hijo del presidente del organismo, que desde Panamá confirmó la apertura de una investigación que se resolverá en un plazo de 15 días y tras la que se sabrá si se sanciona una revancha directa. "Tengo el informe del supervisor y lo he remitido al Comité de Campeonatos Mundiales. El vídeo va a ser evaluado por cinco personas. Evidentemente, hay una puntuación inconsistente que daña la imagen de la AMB y del boxeo", evaluó Mendoza.
En EE UU rige una norma, conocida como Ley Muhammad Ali, por la cual la Comisión Atlética de Nevada tiene potestad para designar a dos de los tres jueces. Precisamente, Patricia Morse y Jerry Roth fallaron a favor del kazajo, y Levi Martínez, de la Asociación, del español.
"No podemos cambiar la decisión, porque no hay mecanismos en nuestro reglamento, pero sí hacer una protesta ante la Comisión y estudiar la posibilidad de una revancha directa, aunque es complicado porque Campillo y Shumenov se han enfrentado ya en dos ocasiones y hay un retador oficial como es el ucranio Uzelkov", advierte Mendoza Jr., que aunque no había revisado el combate entero sí vio un resumen en el que apreció que "el análisis de las puntuaciones es muy distinto de lo que se ve en la pantalla" y que, "básicamente, los golpes de Shumenov los pudo bloquear Campillo con la guardia". Para poder reclamar una decisión, la AMB exige 10.000 dólares al boxeador, pero Mendoza obviará este requisito en el caso del español. "Queremos mantener la integridad y la dignidad del organismo". La puerta de la revancha se entreabre.
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