viernes, 13 de noviembre de 2009

¿Quién apuesta en su contra?


Por David Faitelson
ESPNdeportes.com

A sus 29 años de edad, lo único que no puede controlar Miguel Ángel Cotto es el tiempo, y en su interior, él mimo sabe que la oportunidad de enfrentarse al fenómeno mundial Manny Pacquiao le habría caído mejor dos años antes, cuando sus puños penetraban sobre cualquier superficie, cuando era prácticamente invencible en las 142libras y cuando sus cejas no lucían desgastadas por el paso de las peleas.
"Yo no escojo rivales ni situación. Yo peleo y nada más", dice el puertorriqueño quién no pelea por debajo de las 146 libras desde hace 3 años.
El peso, sin embargo, promete no ser el obstáculo principal de Cotto. Aunque lleva 8 peleas sobre las 147 libras, Cotto comenzó su carrera en la división welters Jr., escala en la que se estableció como el campeón mundial y como el respetable boxeador que es hoy. Los expertos creen que, como es natural, las condiciones de pegada de Cotto descenderán en esa escala, pero aumentará su velocidad, un factor fundamental si se quiere tener oportunidad ante el filipino.
Cotto nunca se distinguió como un boxeador lento. Desde sus días en las 140 libras, sus rivales hablaban de una "velocidad escondida" que terminaba siendo definitiva en su estilo. Mantuvo las mismas condiciones cuando su cuerpo le pidió un ascenso de división. Hay pistas, algunas de ellas claras, contundentes, definitivas sobre por qué el estilo y la convicciones de Cotto hará que la noche del sábado en el MGM Grand sea complicada para Manny Pacquiao.

LAS 5 PISTAS
1.- Cuando le ganó a Paul Malignaggi en junio del 2006 demostró que podía afrontar ese tipo de boxeadores sin ninguna clase de dificultad. Fue paciente, metódico, lo busco, le tapo las salidas del ring y disparo los golpes apropiados en las zonas apropiadas. Al final de los 12 rounds, no había nadie en el Madison Garden neoyorquino que no supiera quién había ganado la pelea. Ganó porque impuso su estilo y porque tuvo la inteligencia de acomodarse de la manera que más le convencía ante un rival de características "especiales".
2.- La golpiza y la exhibición pulcra que le dio a Zab Judah llegó a mediados del año del 2007. Para muchos, fue la mejor exhibición en toda la carrera de Cotto: Velocidad, puntería, destreza, inteligencia, capacidad, amor propio. El puertorriqueño estaba en el mejor momento de su carrera y lo demostraba plenamente sobre el cuadrilátero.
3.- El 10 de septiembre del 2007, Cotto se dio para reconfirmar su grandeza. La victoria sobre Shane Mosley, para algunos pocos envuelta en una nube de dudas, significaba haber vencido a un veterano aun vigente que presumía las "cabelleras" de Oscar de la Hoya y de Fernando Vargas. El mismo Mosley que tras el declive ante Cotto ha tenido tiempo de volver a los primeros sitios con triunfos sobre Ricardo Mayorga y Antonio Margarito. Cotto ganó, tiro más golpes que su rival y mostró un corazón a prueba de todo. Tenia, además, las credenciales del mejor peso welter del momento.
4.- Uno de los momentos más trascendentales de su carrera llegó este mismo verano, cuando decidió, luego de una disputa, despedirse de su entrenador, su propio tío, Evangelista Cotto. El nuevo "jefe" es Joe Santiago, quien había trabajado como entrenador asistente de Cotto por muchos años. Según pudo observarse ya, el boxeador esta mucho más tranquilo y ha recuperado el estilo que le dio resultado durante los primeros años de su carrera.
5.- Tenemos que poner sobre la mesa, inevitablemente, la ultima exhibición ante Joshua Clottey. Aunque fue la primera vez en su carrera en que dividió la opinión de los jueces, Cotto pudo imponerse a pesar de un estilo complicado del africano y de una lesión seria sobre las cejas. Clottey lo llevó al extremo, lo presionó, lo hizo sangrar. Al final de los doce rounds, el puertorriqueño levantó las manos.
Podrán decir lo que quieran sobre Cotto, quizá hasta que no es el mismo de hace apenas algunos años, pero lo que nadie podrá ignorar es que se ganó con merecimientos propios un sitio en el MGM Grand ante Manny Pacquiao.
Si Cotto gana la pelea del sábado no tendría que ser considerado como una sorpresa mayúscula; será, simplemente, la confirmación del puertorriqueño como uno de los grandes boxeadores de la época. ¿Quién apuesta en su contra?

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