miércoles, 4 de marzo de 2009
Whitaker, el que acabó igual que Poli
Hay veces en las que el destino nos sobrepasa. Tanto, que provoca coincidencias funestas, increíbles, impensables. Pernell Whitaker, el décimo mejor boxeador de la historia libra por libra según la revista 'Ring', uno de los nueve de todos los tiempos capaces de ser campeón del mundo en cuatro pesos distintos, está en el disco duro colectivo de los aficionados españoles por ser el hombre que ganó a Poli Díaz aquel Mundial en 1991. Nos quedan los gritos de Ricardo Sánchez Atocha desde la esquina ("¡Hay que morir, Poli! ¡Hay que morir!") y Poli de pie 12 asaltos, con dos costillas rotas.
El consenso es que 'El Potro de Vallecas' empezó a cuesta abajo aquel 27 de julio. Lo que muchos no saben es que Whitaker siguió el mismo camino.
La cocaína acabó con su carrera
Libra por libra, era el mejor de comienzos de los 90. Se partió el pecho contra Julio César Chávez y, hasta la aparición de Óscar de la Hoya, nadie dudaba de su boxeo limpio, inteligente y exquisito. Permaneció imbatido de 1988 hasta 1997, cuando, en abril, Óscar de la Hoya lo derrotó a los puntos. Perdía el título mundial den peso welter del Consejo, aunque le quedaban tres.
meses más tarde todo estallaba: ganaba a Andrei Pestraiev por el título de la Asociación, pero en el control antidopaje daba positivo por cocaína. Lo sancionaron seis meses, aunque se sometió a un programa de rehabilitación para que le levantaran la suspensión. Un año después, caía ante el legendario Félix Trinidad a los puntos. Era el comienzo del fin.
Desde ahí empezaron las detenciones (posesión de cocaína, diversos altercados de tráfico) que dieron con sus huesos en la cárcel una breve penporada. Parecía que su carrera estaba acabada.
Sin embargo, lo volvió a intentar: en 2001, dos años después de su último combate, caía por KO técnico en el cuarto asalto contra el mexicano Carlos 'El Elegante' Bojórquez. Se había roto el hombro en la pelea. Ahora sí era el fin...
De lo más bajo a remontar
La noche después del combate contra Bojórquez, Whitaker acabó en el hospital, pero no precisamente por su hombro. Entraba con síntomas de sobredosis, aunque él declaró que había bebido mientras tomaba analgésicos para paliar el dolor de la rotura. La hija de Lou Duva, su entrenador de toda la vida, dijo que después del combate había decidido retirarse.
En 2002 volvió a la cárcel, tras violar el programa anti-droga, ya que le habían vuelto a pillar en posesión de grandes cantidades de cocaína.
Sin embargo, como Poli, salió del hoyo. Empezó a entrenar boxeadores en 2005 en su Virginia natal (donde ganó a 'El Porto') y hoy está en la esquina de una promesa mundial del boxeo (el colombiano Joel Julio) o de Calvin Brock, un veterano peso pesado estadounidense.
Los dos, 'El Potro' y 'Sweet Pea', entraron y los dos salieron del hoyo, y, entre medias, nos dejaron una pelea gloriosa. Un recuerdo imborrable.
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