La avaricia de Bernard Hopkins manda al traste su pelea con Tomasz Adamek.
Después de dos meses, los primeros del año, realmente frenéticos en el boxeo, con peleas estelares, algunas no exentas de polémicas, como, por ejemplo, Berto vs. Collazo, Mosley vs. Margarito y Márquez vs.Díaz, parece que el pulso del boxeo internacional ha bajado muchas pulsaciones, esperando, quizás, al combate entre Manny Pacquiao, actual número 1 del mundo, libra por libra, y el británico Ricky Hatton, del próximo 2 de mayo. Por cierto, que este último, ha expresado su deseo de acabar su carrera haciendo, amén de la pelea contra el filipino, dos combates más, ante Juan Manuel Márquez y Floyd Mayweather, esta última con la vitola de ser su retirada definitiva. Ambición no le falta al residente en Manchester. Antes que la megapelea del 2 de mayo, está un combate en el que saltarán chispas, por el título WBC del peso supermedio, entre el titular, Carl Froch y Jermain Taylor. Pero había un combate, cuyo anuncio y negociaciones, habían emocionado a casi todos los aficionados. Sería ver frente a frente a uno de los grandes de las dos últimas décadas, el cuarentón de mejor ver sobre los cuadriláteros, Bernard Hopkins, y uno de los grandes pegadores de la actualidad, ex campeón del peso semipesado y actual monarca del peso crucero de la IFB, el polaco Tomasz Adamek. El “Verdugo” parecía estar entusiasmado con la pelea, tras la negativa de Joe Calzaghe, definitivamente retirado, a concederle una revancha. Sería su primera incursión en el peso crucero y para Adamek, quien había expresado con anterioridad, su deseo de subir al peso pesado, sería la pelea más mediática de su carrera profesional. Y también la más lucrativa…o eso pensaba él. Incluso se habló de la fecha del 11 de julio, y que la retransmitiría HBO. Después de semanas de intensas negociaciones entre Golden Boy Promotions, de la que forma parte como importante socio, el propio Hopkins, y Main Events, promotora de Kathy Duva, quien lleva los asuntos del polaco, todo parece haberse ido al garete, y los aficionados, con las ganas de ver tan excitante pelea. Al parecer, Golden Boy, y su CEO (gerente), el suizo Richard Schaefer, han tensado la cuerda demasiado, ofreciendo tan solo al campeón polaco, residente en Jersey City, la cifra de $500.000, la misma que recibió en su última aparición, ante el desconocido Jonathon Banks. En esa oferta, el resto de las ganancias, que podrían superar, según los entendidos, los $4.000.000, se lo llevaría el veterano peleador de Philadelphia, con lo que, después de días de tiras y aflojas, Duva, Main Events y Adamek, que empezaron pidiendo un trato económico a su favor, por tratarse del campeón, en un porcentaje de 60-40, han dicho que nones, que la pelea no se hace. A priori, parece incomprensible la avaricia de Hopkins y de la compañía de la que forma parte, cuando fue él, quien se interesó por armar el combate. Por tanto, y aunque en el boxeo, las negociaciones pueden girar 360º en un solo día, parece que nos quedaremos con las ganas de ver un Adamek vs. Hopkins. El polaco subirá, como era su primera intención, al peso completo, donde puede discutir, con la fuerza de sus puños, la hegemonía de los hermanos Klitschko, y el “Verdugo” tiene realmente difícil conseguir una pelea en el futuro. Porque tiene 44 años, porque parece haberse quedado sin rivales, ante su negativa también de medirse a Chad Dawson y, sobre todo, por su avaricia, que, una vez más, rompió el saco. Lástima por la sufrida afición al boxeo.
JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.
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