Miguel Cotto nos enseñó a los que asistimos a su pelea la noche del sábado, porqué es uno de los mejores campeones mundiales de esta generación.
El boricua de 28 años, nativo de Caguas, tuvo una noche perfecta en su pelea titular de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) contra el británico Michael Jenning (35-2, 16 KOs), quien venía con fama de ser uno de los buenos peleadores de en la categoría welter.
El Madison Square Garden, considerada como la meca del boxeo mundial, se engalanó esa noche con banderas puertorriqueñas, fanáticos que cantaban alegremente y con el entusiasmo del latino, que le ha dado gloria a este coliseo deportivo de Manhattan.
Cotto no quiso desperdiciar el momento al tomarse, literalmente, el ensogado, cuando con una cátedra de buen boxeo acabó con las aspiraciones del gladiador europeo, mandándolo a la lona en tres ocasiones, siendo la última en el quinto round, para anotarse un contundente nocáut, para alegría de sus admiradores, compatriotas y los que fuimos al Garden a ver boxeo del bueno.
Más de 11.000 espectadores escucharon las palabras vibrantes de Cotto después del combate, cuando dijo que el triunfo se lo dedicaba a Puerto Rico, sus fanáticos y a todo el público. “Vine a conquistar mi cinturón. Para eso me preparé”, dijo el flamante campeón mundial, quien había perdido su reinado en una pelea anterior contra el mexicano Antonio Margarito el pasado julio del 2008.
Cotto conectó golpes al cuerpo para ablandar a su rival del sábado en el cuarto acto y derribarlo. Pero fue el el quinto round que aprovechó el boricua contra el ya débil Jennings, conectándolo con ambas manos al rostro, para liquidarlo definitivamente a los 2:36.
Cotto (33-1, 27 KOs), a nuestro entender, con sus 13 victorias como campeón, una sola derrota y 10 nocáuts, hay que considerarlo uno de los más grandes boxeadores de este tiempo.
constantino.viloria@eldiariony.com
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