Que el camino de Sergio “Maravilla” Martínez no ha sido un camino de rosas, lo sabíamos desde que comenzó en su Buenos Aires natal en 1997 su carrera profesional. Con la única “mancha” de la derrota por nocaut técnico ante el gran Antonio Margarito en febrero de 2000, se estableció en nuestro país dos años después, viniendo con la aureola de campeón argentino del peso welter. Su debut en España fue ante el colombiano Álvaro Moreno, en Barcelona, en abril de 2002, al que venció por decisión unánime. Encadenó cuatro nuevas victorias, hasta que se trasladó a Manchester, Inglaterra, buscando el titulo mundial de la O.I.B.. del peso superwelter, un título menor, pero que consiguió también a los puntos, ante el londinense Richard Williams.
Pronto se convirtió en un ídolo de la afición madrileña y española, y con su palmito, participó en pases de modelos y protagonizó algún documental en nuestro país. Es recordado su extraordinario combate ante Alberto Airapetián en León, en marzo de 2005, con victoria por nocaut técnico en el undécimo asalto, haciéndose con el cinturón latino del C.M.B. En abril de 2007 da el salto esperado y merecido a los Estados Unidos boxeando en Houston, noqueando al mexicano Saúl Román en solo cuatro asaltos. Los aficionados estadounidenses y la propia H.B.O. empezaron a enamorarse del púgil argentino, español de adopción. Peleó en la capital del mundo, Nueva York, en diciembre de 2007, venciendo en cuatro asaltos a Russell Jordan. Iba subiendo como la espuma en los rankings de los organismos, y la ocasión de coronarse con el cetro universal le tenía que llegar de una vez.
Dos victorias más en suelo norteamericano, ante David Toribio y Archak TerMeliksetian, le catapultaron al gran combate de su vida, con el título mundial interino del C.M.B. en juego, ante el congoleño residente en Memphis, Alex Bunema, al que venció con autoridad y gran estilo en ocho asaltos, por abandono, el pasado 4 de octubre de 2008. Todo este tiempo ha estado esperando la oportunidad de enfrentarse al titular del organismo que preside José Sulaimán, pero Vernon Forrest lo ha esquivado una y otra vez. En principio, el inefable Don King iba a promover la defensa de su interinato ante el estadounidense Joe Greene el próximo 14 de febrero de 2009, pero una enfermedad renal de este último, sabida hace unos días, provocó que se le buscara sustituto.
La gran noticia llegaba la pasada semana: su rival sería el puertorriqueño Daniel Santos, tres veces campeón del mundo de la A.M.B. Nos la prometíamos muy felices ante una gran pelea, el clásico choque de estilos, entre la elegancia y técnica de Sergio y la pegada del estilista boricua, que no perdió con Antonio Margarito en ninguna de sus dos peleas. Pero, de momento, nuestro gozo en un pozo. Con todo atado y bien atado por Don King, Santos hizo pública el pasado lunes su decisión de no sentirse preparado para el 14 de febrero medirse a Martínez. Arguye el campeón caribeño que necesita más tiempo, y no solo cinco semanas. Mientras, se le vuelve a buscar adversario para el Día de San Valentín. Se habla del ex campeón Travis Simms. Pero, ya puestos, y si Santos está tan dispuesto como afirma, mejor esperar a los idus de marzo para ver a nuestro “Maravilla” proclamarse campeón del mundo a todos los efectos. Una pregunta para acabar:¿Le tienen miedo a esta Maravilla del boxeo actual? Por los menos, lo parece.
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