miércoles, 21 de enero de 2009

EL "MACHO" MARGARITO


ESPN

Contrario a lo que todos podrían suponer, Antonio Margarito podría estar mas que presionado el sábado próximo cuando escale al ring del Staples Center de Los Ángeles. Y la teoría es sencilla: Hace seis meses, arriesgaba muy poco ante un campeón consumado como Miguel Ángel Cotto. Hoy, después de su osadía, defiende la reputación del "boxeador más caliente" del momento y lleva en sus puños el sello histórico del boxeo mexicano.
"Yo nací para pelear", le dijo Margarito a Rafael Ramos de ESPN Deportes Radio. "Y sólo voy a salir a hacer mi trabajo".
Desde el 26 de julio del año pasado, cuando logro aquella convincente victoria sobre el puertorriqueño Cotto, Margarito ni siquiera se dio tiempo para reconocerse el mismo como el mejor peso welter del mundo. Lo único que parece importarle, al estilo de los peleadores antiguos, es enfrentar al mejor y cobrar la mejor bolsa posible.
"El que sea... Reté a [Oscar] De La Hoya, pero él prefirió a [Manny] Pacquiao. Y entonces me dijeron que Shane Mosley quería pelear y yo dije que adelante. Yo no me dedico a escoger rivales. Yo sólo peleo. Puedo ganar o perder, pero mi profesión es pelear".
En una época donde los "grandes", entre comillas "grandes", cuidan sus intereses antes de aceptar una pelea, Margarito parece un "viejo guerrero" que vive el día a día y no planifica nada.
"De lo único que tengo que cuidarme es de llegar sano y salvo a casa", dice en tono serio antes de esbozar una ligera sonrisa. "Y de eso se encarga el Señor que esta allá arriba".

Yo salgo a pelear con todo lo que tengo y si el resultado es bueno, magnifico. Si es malo, tendré que ser mejor para la próxima.

--Antonio Margarito
Con sus 37 victorias (27 nocauts), solo cinco derrotas, ex campeón welter de la OMB y actual campeón welter de la WBA, Margarito aprovecho cada instante de su permanencia sobre un ring en el 2008 para meterse en la baraja de los boxeadores con mejor cotización en el mercado actual, pero no sólo eso: También se reservo un sitio como uno de los mejores boxeadores mexicanos de la historia.
"Me gusta... Me gusta. Es atrevido, valiente y nos se guarda nada", dice el legendario Julio César Chávez, considerado por muchos como el más grande boxeador mexicano de la historia. "No muchos quieren enfrentarle porque la tienen miedo".
Si no consideramos a De La Hoya como mexicano, han sido pocos los boxeadores aztecas que se han atrevido en el límite de las 147 libras. Esa parece ser, justamente, la frontera que separa a los boxeadores mexicanos. El mismo Chávez trato de ganar la corona de peso welter cuando estaba en el mejor momento de su carrera, pero luego de verse mal en 12 episodios ante Pernell Whitaker (Álamo Dome, San Antonio, Texas, 1993) decidió que debía quedarse en los superligeros.
"Es una división muy poderosa", dice el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, José Sulaimán. "Es un peso que requiere muchos características para triunfar".
Irónicamente, fue la división de los pesos wélters le que se significó como el primer contrato millonario para un boxeador mexicano. En agosto de 1980, luego de 11 defensa exitosas del cetro welter de La AMB (el mismo cinturón que hoy ostenta Margarito), Pipino Cuevas perdió de manera dramática ante Thomas Hearns en el Joe Louis Arena de Detroit. El promotor Bob Arum le pagó un jugoso cheque de 1.5 millones de dólares, la más alta cantidad jamás pagada a un púgil mexicano.
Desde la ciudad de México, Cuevas, ahora exitoso comerciante, lo recuerda bastante bien. "Nos dijeron que no aceptáramos la pelea", cuenta. "Decían que Hearns me iba a destruir, pero había muy buen dinero y no íbamos a despreciarlo".
Nadie puede ni debe comparar a Cuevas con Margarito. Pipino era un clásico "fajador", con una impresionante pegada, pero cuando se le puso enfrente un boxeador completo como Hearns, termino perdiendo la compostura, el campeonato, la carrera y hasta su reputación de gran monarca.
Uno de los últimos rivales que tuvo Pipino Cuevas en su carrera fue ante un chico de Guadalajara, Jalisco, llamado Jorge Vaca, a quién la historia reconocería un poco mas tarde como el segundo mexicano campeón mundial de los welters. Vaca tuvo una noche de gloria y de suerte el 28 de octubre de 1987, cuando en la Arena Wembley, de Londres, y en el octavo round estrello su cabeza ante la del británico Lloyd Honeygahn. Como estaba al frente en dos de las tres tarjetas de los jueces, el triunfo fue suyo y también el cetro welter de las 147 libras.
Apenas unos meses mas tarde, Honeyghan le gano una revancha y Vaca nunca volvió a ser el campeón mundial que todos esperaban.
Habría que considerar también como wélters mexicanos a dos extraordinarios boxeadores: Primero, uno nacido en Cuba, José Ángel El Mantequilla Nápoles, quien fue un extraordinario campeón mundial entre 1969 y 1975 y el otro, sin duda, Carlos Palomino (1976-1978), quien realizó la mayor parte de su carrera en Los Ángeles. Aunque de forma efímera, la historia también reconoce a Genaro León (campeón welter OMB en 1989) y José Luis El Maestrito López.
Margarito quizá no sabe que su nombre no solo esta ubicado ya entre los mejores boxeadores del momento, sino que también tiene un sitio preponderante entre los mejores boxeadores mexicanos de la historia. Pero es no es algo que parezca importarle demasiado.
"Yo salgo a pelear con todo lo que tengo y si el resultado es bueno, magnifico. Si es malo, tendré que ser mejor para la próxima", concluye Margarito.

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