Como campeón de peso superligero Oscar de la Hoya no tiene nada para resaltar, pues tras derrotar a un Julio César Chávez venido a menos, defendió el cinturón ante el ex monarca de peso ligero Miguel Angel “Mago” González, mexicano a quien muchos consideraban el sucesor de Chávez, craso error.
Miguel Angel González era un extraordinario peleador al ataque, pero era tan malo a la defensiva que cualquier puñetazo penetraría su guardia.
De la Hoya se impuso por decisión unánime y de inmediato subió a peso wélter, división en la que conquistó el cetro del CMB tras imponerse al siempre marrullero Pernell Whitaker por decisión unánime.
Bob Arum, entonces promotor del “Golden Boy”, montó funciones interesantes en cuanto a nombre, pero que en realidad dejaban mucho qué desear.
Así, Oscar derrotó de nuevo a Julio César Chávez, esta vez por nocaut técnico en ocho giros, al boricua Héctor “Macho” Camacho por puntos y al que parecía ser un rival complicado: el ghanés Ike “Bazuca” Quartey, a quien venció también por puntos.
El africano era un peleador de pegada respetable y técnica interesante, pero lejos de ser uno de los mejores.
Los rivales más peligrosos que tuvo De la Hoya en su etapa de wélter lo derrotaron y pusieron en evidencia sus carencias como gran campeón.
Su primer verdugo fue el boricua Félix Trinidad, monarca de la FIB con quien trató de unificar el cetro del CMB.
Para muchos Trinidad no descifró a Oscar en los momentos clave, pero el originario de California no hizo gran cosa, sino correr a lo largo de la pelea, lo que influyó en los jueces a la hora de dar su veredicto.
Shane Mosley fue el segundo victimario de Oscar, también por decisión, cuando de nueva cuenta trató de disputar el cetro wélter del CMB que había dejado vacante Félix Trinidad.
Tras fallar en su intento por recuperar el cetro de la mencionada división, De la Hoya subió de peso y ganó los campeonatos de peso superwélter del CMB y la AMB, pero de nuevo no tuvo rivales muy difíciles que se diga.
El cetro del CMB lo ganó ante el español Javier Castillejo, un europeo sin mayor chiste que se hizo campeón porque en ese momento la división pasaba por una crisis.
La unificación del cinturón con el monarca de la AMB sí fue meritoria para el niño bonito de “East L.A.”, pues tuvo un aguerrido rival en el chicano Fernando “Feroz” Vargas, al que noqueó en 11 giros cuando muchos lo daban como víctima.
Sin embargo, De la Hoya perdió sus cinturones de peso superwélter ante Shane Mosley, luego el moreno estadounidense confesaría haberse dopado antes de la pelea.
Oscar decidió subir a la división de peso medio y ganó el cetro universal de la OMB ante el germano Félix Sturm, a quien derrotó por decisión unánime.
Sturm es un boxeador elegante, algo raro para ser europeo, y se le dificultó a De la Hoya, quien para entonces ya se había naturalizado mexicano, pero el “tricolor” por adopción lo superó por decisión unánime.
De la Hoya intentaría unificar su nuevo campeonato con el del CMB, AMB y FIB, en poder del estadounidense Bernard Hopkins, quien lo noqueó de manera extraña en nueve asaltos e hizo recordar al “Maromero” Páez con un “clavado”, para muchos, mal actuado.
Lo demás ya ni vale la pena mencionarse, porque todos ya lo saben. Oscar de la Hoya bajó de nuevo a superwélter y perdió con Floyd Mayweather Jr., bajó luego a wélter e hizo el ridículo ante Manny Pacquiao.
Tras analizar sus logros, es turno ahora de Salvador Sánchez.
El nacido en Santiago Tianguistenco, fue campeón en una división, la de peso pluma, en la que se coronó a los 21 años tras noquear al pocho Danny “Coloradito” López en 14 giros.
Sánchez defendería el cinturón en nueve ocasiones y fue monarca dos años.
Durante su reinado, “Chava” derrotó a los boricuas Juan La Porte y Wilfredo “Papo” Gómez, éste último verdugo de varios mexicanos.
Sánchez nunca perdió el cetro en el cuadrilátero, sino que falleció de manera trágica en un accidente de auto el 12 de agosto 1982.
Tras comparar rivales, ¿es Oscar de la Hoya mejor que Salvador Sánchez?
Mañana, la conclusión de estas entregas en las que se conocerán los logros de Julio César Chávez y dos mexicanos por adopción para luego ser comparados con los logros del nacido en California.
Armando Arjona Menéndez
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