"REYES" DEL BOXEO

Asociar los guantes Reyes con peleas de campeonato mundial o con grandes monarcas, independientemente de su nacionalidad, es un proceso automático.
Todos los que por alguna razón estamos involucrados con el boxeo sabemos que la marca más conocida, por su calidad y prestigio internacional al elaborar guantes, guanteletas, costales, peras y todo lo que tenga que ver con el boxeo es "Cleto Reyes".
Con la globalización resulta cada vez más difícil competir con las grandes empresas o los grandes nombres capaces de inyectar capitales impensados para atraer mercados diferentes. Por encima del pluralismo competitivo, el compromiso para ofrecer los mejores productos y el prestigio de tantos años lo tiene solamente "Cleto Reyes".

ALGO DE HISTORIA
Todo comenzó en 1932. Cleto Reyes Castro trabajaba en un taller de talabartería en donde se fabricaban artículos de béisbol. Apenas tenía 12 años de edad y tenía que trabajar para ayudar económicamente a su familia. Con el paso de los años, Don Cleto fue cultivando una pasión especial por el boxeo, pues estudiaba frente a la arena Peralvillo Cozumel.
A los 18 años, Cleto Reyes participó en un torneo de aficionados. Su combate fue espectacular, la gente terminó ovacionando a los pugilistas de pie y comenzó la lluvia de monedas en el ring, (una práctica común en el boxeo mexicano por aquellos años para agradecer el espectáculo).
Reyes sintió el rigor de los golpes y decidió terminar ahí mismo con ese cosquilleo por boxear. Sin embargo, tomó sus guantes y los arregló él mismo con los conocimientos que le habían dado los años en el taller de talabartería.
Así, se inició en la fabricación de guantes de boxeo, pero no fue hasta 1945 que sus guantes fueron utilizados en un combate de título mundial, pelea que fue protagonizada por Ike Williams y el mexicano Juan Zurita.
Don Cleto tenía 25 años y había decidido independizarse y desarrollar su empresa fabricante de guantes de boxeo con sólo la ayuda de su esposa e hijos.
Ya en 1970, el hijo de Cleto Reyes, Alberto Reyes, entró de lleno a los esfuerzos de su padre, registró la marca "Cleto Reyes" y fundó en 1979 la Industria Reyes S.A. de C.V.
Alberto Reyes no sólo continuó con ahínco el negocio de su padre, sino que lo perfeccionó, lo registró y protegió con pasión.
Alberto Reyes vivió severas crisis económicas en Industria Reyes, pero el trabajo desfalleciente, la pasión y entrega total lo hicieron salir de los momentos más difíciles al frente de su compañía.

TIEMPOS DE CRISIS
Don Alberto no sólo tenía que enfrentarse a los problemas de índole financiero, sino que también tenía que levantar la cara ante las peores noticias que pueda recibir un ser humano. Su madre murió en 1990 y con sólo dos semanas de diferencia murió su esposa.


Don Beto tenía más de una preocupación. Estaba su negocio y la educación de sus hijos, que vivían la etapa más complicada del hombre: la adolescencia.


Después de las malas noticias, Don Beto entendió que la empresa, el dinero y el trabajo son importantes para la prosperidad, pero es más importante la familia y el tiempo que se le dedica a ella.
EL ÉXITO
En ese mismo año (1990), la Industria Reyes fue reconocida por el gobierno de México, específicamente por la Secretaría de Comercio como una empresa altamente exportadora. La compañía había crecido de tal manera que la marca "Cleto Reyes" era reconocida a nivel mundial y con distribuidores en los cinco continentes.
Siguieron los reconocimientos a granel. Un año después, los bancos mexicanos Bital y Bancomext premiaron a Reyes por su diversificación en el mercado internacional.
En 1994, llegó el premio nacional de exportación, un hermoso reconocimiento para una empresa que funcionaba sin recursos gubernamentales.