viernes, 5 de septiembre de 2008


Los campeones de créditos profesionales y aceptados por la afición, pocos contendientes tienen para exponer sus cetros y aún así, las entidades del boxeo, retan, merman el progreso y defensas de sus títulos, de los legítimos campeones mundiales, para compartirlos con los disque campeones regulares e interinos.

Tendrán los verdaderos sostenedores que hacerle una huelga, demanda pública o judicial, a los organismos mundiales, por sembrar la putrefacción en el pugilismo y limitar el aprovechamiento de sus logros, dividiendo las pocas oportunidades que hay a mitad, con los subcampeones y no campeones interinos como los nombran ellos, creando tres monarcas de la misma categoría y de la misma entidad mundial de boxeo.

Es lamentable, que estas entidades de boxeo, en vez de trabajar para ordenar, adecentar y mejorar la disciplina, se desvivan por llenar sus arcas, sin pensar en los verdaderos obreros de los cuadriláteros, que son los boxeadores y menos con los actuales legítimos monarcas del mundo y de su propia organización.

Para terminar amigos del pugilismo, jamás un subcampeón, campeón interino, llena las expectativas y los derechos ganados por el verdadero gladiador o equipo ganador, hasta que no lo supere y por esa razón, jamás los tales campeones interinos en el pugilismo, serán reconocidos con legitimidad a nivel universal, debido a que su aprobación, devastaría el verdadero valor y esencia de ser monarca, como también, afrenta imperdonable de las mismas organizaciones de boxeo, para la gama de gladiadores de los tinglados que constituyen la verdadera historia del pugilismo y eso definitivamente, la familia del boxeo no lo podremos soportar.

AL BORDE- Las organizaciones de boxeo, dirán, ustedes quéjense, que nosotros seguiremos en nuestro afán, hacemos lo que nos venga en gana y llenamos las arcas, hasta con ilegalidades que es nuestro propósito, sin importarnos vuestra misma responsabilidad con la disciplina deportiva del boxeo. Pero, no olviden que John McCain, fue el que presentó el proyecto de la reforma al pugilismo con la Ley Muhammad Ali en el Congreso de Estados Unidos y está más determinado que cualquiera, para hacer realidad la regulación del pugilismo que está degenerado.

Desde aquellas proposiciones de John McCain, en vez de mejorar las organizaciones de boxeo empeoraron. Rueguen, que no gane las elecciones, por que de lo contrario, los veremos a ustedes los integrantes de estas entidades, buscando apoyo en la afición mundial sin que nada se pueda hacer.

Los estadounidenses, tienen los promovedores jerárquicos y las cadenas de televisión, que al determinarse y ejecutarse una regulación al boxeo, con una Comisión Federal, todos estarán de acuerdo por ser ciudadanos norteamericanos, saben que la capital del boxeo está en Las Vegas y también están seguros, que de una manera u otra, su negocio será exuberante y sin tantos obstáculos ni competencia.

No hay suscitadotes latinoamericanos, que garanticen combates de títulos mundiales, sin el apoyo de la televisión norteamericana y menos arriesgar y perder, una fortuna en carteles que se celebren en Latinoamérica, dependiendo de la boletería.

Los boxeadores destacados de Latinoamérica, no sufrirán el cambio. Se volcarán a buscar el respaldo de los grandes promotores como es lógico y desde ya lo tienen, sin que nadie se lo pueda prohibir, por las alteraciones fraudulentas, de las entidades del boxeo que nos rigen en la actualidad, que bien saben, que el boxeo de altura se desarrolla en Estados Unidos y Europa, por ser plazas que pueden garantizar buen dividendo para ambas partes, promotor y boxeador.

Por estas explícitas razones, les aconsejo a estas cuatro organizaciones de boxeo, comenzar a enmendar sus anomalías, que por excederse en tantas irregularidades, por estar compitiendo en recaudación monetaria, en vez de buena legislación y administración, están en peligro de desaparecer de un solo plumazo de ganar John McCain, la presidencia de los Estados Unidos.

Y, no es que desee la catástrofe, por estar tres de estas organizaciones de boxeo dirigidas por amigos personales latinoamericanos. Lo que se espera, las mismas organizaciones de boxeo, en la competencia por recaudar más dinero, y desistir de sus verdaderas obligaciones de rectores del boxeo universal, se ganaron la factura y de pagarlas, que no culpen a nadie, si no a su propia administración, por preferir el caos en la legislación del deporte del boxeo, por obtener más dinero y hacer fiestas en contra del propio pugilismo.

¡Incorporemos al BOXEO¡

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