ENTREVISTA CON ISRAEL VÁZQUEZ.
El campeón supergallo del CMB está en camino a su entrenamiento matinal, en el que espera mantenerse bien con el peso "para no regalar nada", según confiesa. A pesar del nerviosismo habitual que invade a un boxeador cuando tiene que quemar las últimas libras de cara al pesaje, Israel Vázquez no parece estar particularmente preocupado.
O por lo menos su voz lo muestra confiado y tranquilo. Quizás el hecho de que vaya a enfrentar a un viejo conocido como Rafael Márquez este sábado en el Home Depot Center de Carson, California, en el cierre de una apasionante trilogía, sea el motivo.
"Por aquí marcha todo bien. Estoy prácticamente en peso y tampoco me quiero ir muy abajo porque sé que está pelea es bien dura y no se puede regalar nada", comienza diciendo el mexicano en su entrevista con Fox Sports.
"Quiero sentirme fuerte en el ring", agrega.
-¿Variaste en algo tu preparación en relación a las dos peleas anteriores?
-No, sigo trabajando en Los Angeles, donde vivo, el gimnasio South El Monte, que está a unos 30 minutos de mi casa y en el que me siento completamente a gusto. Si bien esta pelea es especial, mi trabajo fue como siempre. No habrá excusas: se hizo lo que se tenía que hacer y solo me queda esperar el pesaje y luego subirme al ring. La verdad es que estoy un poco ansioso por pelear.
-¿No te puede traicionar esa ansiedad a la hora de la pelea?
-No, porque es una ansiedad que podríamos decir positiva. Son las ganas de pelear porque sé que es un combate que todos quieren ver. Los aficionados lo piden, ustedes que trabajan en la prensa también. Espero que podamos dar un gran espectáculo.
-Bueno, por ahí iba mi siguiente pregunta. Tú te quedaste con la segunda pelea y con el título. ¿Es por el placer de dar un nuevo espectáculo que le das la chance a Márquez?
-Sí, en parte es eso. Pero por otro lado, sea como haya sido, la primera vez él me derrotó, yo me quería sacar la espina y tuve mi oportunidad de hacerlo. Por eso ahora es justo que Rafael tenga su oportunidad. Yo no tengo problemas porque no quiero que haya dudas entre quién es mejor de los dos.
-Claro. Pero recuerdo que me dijiste en su momento que la primera pelea la perdiste porque acarreabas un problema en la nariz de tu pelea con Johnny González.
El azteca asegura que es un hombre que da espectáculo. (Damian Dovarganes / Associated Press)
-Sí, es cierto. Son cosas que pasan en el boxeo, pero sea como sea yo pude tener mi oportunidad y también hubo un final abrupto. La segunda pelea tuvo mucha sangre, con un final repentino como te dije y ahora hay que definir esto.
-Recuerdo una entrevista que tuvimos antes de tu primera pelea con Rafael. Aquella vez dijiste que estabas un poco desencantado porque tu estilo de boxeo no terminaba de seducir a los aficionados, en particular a los mexicanos. Creo que eso debe haber quedado atrás luego de las dos últimas peleas, ¿verdad?
-Pues sí. Siento que no hay dudas sobre que Israel Vázquez pueda dar un buen espectáculo. Recuerdo esa conversación.
-¿Y esa es otra razón que te lleva nuevamente a enfrentar a Márquez?
-Sí, pero también es por puro egoísmo. (Risas). A los boxeadores no nos gusta tener cuentas pendientes. Esta puede ser una y hay que saldarla.
-Más allá de la lesión en la nariz, ¿qué cambió para que pases de perder en la primera pelea a ganar antes del límite en la segunda?
-Bueno, yo cambié por completo mi mentalidad y mi plan de pelea. Ahora sé que tengo que volver a sorprender y hacer algo nuevo.
-Me sorprende lo que comentas. ¿No vamos a ver al Vázquez agresivo de siempre?
-No, no, no. Eso no va a cambiar. Yo tengo una forma de pelear y es así. Soy de ir al frente y pelear con agresividad, como tú dices, pero por ahí no tengo que desesperarme intentando terminar todo con un golpe. Igual, todos sabemos que las peleas las ganan los que meten más golpes. Y yo voy a meter los míos sin importarme los que vengan.
-¿No es una estrategia demasiado arriesgada esa? ¿O es que la pegada de Márquez nunca te conmovió?
-No, no es eso. No sé cómo decirlo. Digamos que cuando trabajó en el gimnasio lo hago con mucha más defensa que en el ring. Esquivo más los golpes, muevo más mi cintura y no soy de tirar golpes muy duros. Pero cuando llega la hora de la pelea saco mucha agresividad y es como que los golpes no te importan porque lo que prevalece es el deseo de ganar. En todo lo que piensas es en la victoria. Y eso te lleva a buscar conectar a tu oponente por sobre todas las cosas.
Vázquez prometió ganar por nocaut. (Damian Dovarganes / Associated Press)
-Márquez anticipó que, pase lo que pase, no estaba muy interesado en una cuarta contienda entre ambos.
-Bueno, es entendible. Aunque yo no tendría problema en hacer cuatro, cinco o diez peleas. Si lo pide el público y la prensa tenemos que satisfacerlos.
-Ignacio Beristáin, entrenador de Márquez, dijo que teme que su peleador pierda los estribos y se vaya de su plan de pelea. ¿Qué piensas de eso?
-Sí, me enteré de eso. Creo que decididamente fue eso lo que pasó en la segunda pelea. Cuando conecté a Rafael sentí que provocaba en él ganas de terminarlo todo con un solo golpe. Y eso lo encegueció. Sé que tengo que volver a lograr eso para poder ganar. El es un hombre que pierde los estribos en el ring.
-¿Esa será la clave de la pelea?
-Exacto. La concentración es lo más importante. Aquí hay mucho en juego. Beristáin lo dijo, Rafael pierde la cabeza. Yo tengo que buscar que eso pase: tengo que provocarlo a que quiera tirar muchos golpes para poder sorprenderlo.
-Entonces pronosticas un triunfo por nocaut.
-Bueno, no quiero precipitarme. Pero tengo la fe de que le voy a ganar antes de los diez asaltos. Voy a noquear. Quiero ganar a como dé lugar y que la pelea sea algo memorable.
O por lo menos su voz lo muestra confiado y tranquilo. Quizás el hecho de que vaya a enfrentar a un viejo conocido como Rafael Márquez este sábado en el Home Depot Center de Carson, California, en el cierre de una apasionante trilogía, sea el motivo.
"Por aquí marcha todo bien. Estoy prácticamente en peso y tampoco me quiero ir muy abajo porque sé que está pelea es bien dura y no se puede regalar nada", comienza diciendo el mexicano en su entrevista con Fox Sports.
"Quiero sentirme fuerte en el ring", agrega.
-¿Variaste en algo tu preparación en relación a las dos peleas anteriores?
-No, sigo trabajando en Los Angeles, donde vivo, el gimnasio South El Monte, que está a unos 30 minutos de mi casa y en el que me siento completamente a gusto. Si bien esta pelea es especial, mi trabajo fue como siempre. No habrá excusas: se hizo lo que se tenía que hacer y solo me queda esperar el pesaje y luego subirme al ring. La verdad es que estoy un poco ansioso por pelear.
-¿No te puede traicionar esa ansiedad a la hora de la pelea?
-No, porque es una ansiedad que podríamos decir positiva. Son las ganas de pelear porque sé que es un combate que todos quieren ver. Los aficionados lo piden, ustedes que trabajan en la prensa también. Espero que podamos dar un gran espectáculo.
-Bueno, por ahí iba mi siguiente pregunta. Tú te quedaste con la segunda pelea y con el título. ¿Es por el placer de dar un nuevo espectáculo que le das la chance a Márquez?
-Sí, en parte es eso. Pero por otro lado, sea como haya sido, la primera vez él me derrotó, yo me quería sacar la espina y tuve mi oportunidad de hacerlo. Por eso ahora es justo que Rafael tenga su oportunidad. Yo no tengo problemas porque no quiero que haya dudas entre quién es mejor de los dos.
-Claro. Pero recuerdo que me dijiste en su momento que la primera pelea la perdiste porque acarreabas un problema en la nariz de tu pelea con Johnny González.
El azteca asegura que es un hombre que da espectáculo. (Damian Dovarganes / Associated Press)
-Sí, es cierto. Son cosas que pasan en el boxeo, pero sea como sea yo pude tener mi oportunidad y también hubo un final abrupto. La segunda pelea tuvo mucha sangre, con un final repentino como te dije y ahora hay que definir esto.
-Recuerdo una entrevista que tuvimos antes de tu primera pelea con Rafael. Aquella vez dijiste que estabas un poco desencantado porque tu estilo de boxeo no terminaba de seducir a los aficionados, en particular a los mexicanos. Creo que eso debe haber quedado atrás luego de las dos últimas peleas, ¿verdad?
-Pues sí. Siento que no hay dudas sobre que Israel Vázquez pueda dar un buen espectáculo. Recuerdo esa conversación.
-¿Y esa es otra razón que te lleva nuevamente a enfrentar a Márquez?
-Sí, pero también es por puro egoísmo. (Risas). A los boxeadores no nos gusta tener cuentas pendientes. Esta puede ser una y hay que saldarla.
-Más allá de la lesión en la nariz, ¿qué cambió para que pases de perder en la primera pelea a ganar antes del límite en la segunda?
-Bueno, yo cambié por completo mi mentalidad y mi plan de pelea. Ahora sé que tengo que volver a sorprender y hacer algo nuevo.
-Me sorprende lo que comentas. ¿No vamos a ver al Vázquez agresivo de siempre?
-No, no, no. Eso no va a cambiar. Yo tengo una forma de pelear y es así. Soy de ir al frente y pelear con agresividad, como tú dices, pero por ahí no tengo que desesperarme intentando terminar todo con un golpe. Igual, todos sabemos que las peleas las ganan los que meten más golpes. Y yo voy a meter los míos sin importarme los que vengan.
-¿No es una estrategia demasiado arriesgada esa? ¿O es que la pegada de Márquez nunca te conmovió?
-No, no es eso. No sé cómo decirlo. Digamos que cuando trabajó en el gimnasio lo hago con mucha más defensa que en el ring. Esquivo más los golpes, muevo más mi cintura y no soy de tirar golpes muy duros. Pero cuando llega la hora de la pelea saco mucha agresividad y es como que los golpes no te importan porque lo que prevalece es el deseo de ganar. En todo lo que piensas es en la victoria. Y eso te lleva a buscar conectar a tu oponente por sobre todas las cosas.
Vázquez prometió ganar por nocaut. (Damian Dovarganes / Associated Press)
-Márquez anticipó que, pase lo que pase, no estaba muy interesado en una cuarta contienda entre ambos.
-Bueno, es entendible. Aunque yo no tendría problema en hacer cuatro, cinco o diez peleas. Si lo pide el público y la prensa tenemos que satisfacerlos.
-Ignacio Beristáin, entrenador de Márquez, dijo que teme que su peleador pierda los estribos y se vaya de su plan de pelea. ¿Qué piensas de eso?
-Sí, me enteré de eso. Creo que decididamente fue eso lo que pasó en la segunda pelea. Cuando conecté a Rafael sentí que provocaba en él ganas de terminarlo todo con un solo golpe. Y eso lo encegueció. Sé que tengo que volver a lograr eso para poder ganar. El es un hombre que pierde los estribos en el ring.
-¿Esa será la clave de la pelea?
-Exacto. La concentración es lo más importante. Aquí hay mucho en juego. Beristáin lo dijo, Rafael pierde la cabeza. Yo tengo que buscar que eso pase: tengo que provocarlo a que quiera tirar muchos golpes para poder sorprenderlo.
-Entonces pronosticas un triunfo por nocaut.
-Bueno, no quiero precipitarme. Pero tengo la fe de que le voy a ganar antes de los diez asaltos. Voy a noquear. Quiero ganar a como dé lugar y que la pelea sea algo memorable.
ENTREVISTA CON RAFAEL MÁRQUEZ.
Márquez ante una pelea que vale por tres
No sería extraño pensar, a primer golpe de análisis, que dos tremendos peleadores que se han batido, práctica y salvajemente, a cara descubierta en los trece rounds que tuvieron que compartir en un mismo ring no utilizan mucha inteligencia a la hora de confrontar.
Sin embargo, esa presunción probablemente sea errónea. Por lo menos así se entiende tras conversar con Márquez, quien ahora hace las veces de retador a la corona supergallo CMB que ostenta Vázquez de cara al duelo de este sábado en el Home Depot Center de Carson, California.
Si las palabras constantemente aluden a la concentración y el plano de lo mental es lógico entender que además de un debate de fortalezas físicas, la del fin de semana también será una reyerta intelectual, por más que pueda sonar extraño.
Márquez se escucha distendido. Como si su voz evidenciara la confianza de quien sabe que su rutina de entrenamiento ha sido una de las bases de todos los sucesos en el mundo del boxeo que ostenta este ex bicampeón mundial.
Por las mañana trabajos en la parte aeróbica en Toluca y en la tarde las labores pugilísticas en el gimnasio Romanza del DF fueron la rutina del azteca antes de llegar el sábado pasado a Los Angeles, donde aguarda la contienda y lugar desde el que acepta conversar con Fox Sports.
El azteca apela a la "concentración" como clave de la pelea. (Damian Dovarganes / Associated Press)
"Esta pelea es la más importante de mi carrera. Es algo que vengo afirmando hace tiempo y lo tengo bien claro. Esto es grande porque sé que todos los aficionados del boxeo quieren vernos por tercera vez cara a cara y tenemos que dar un gran espectáculo. Por eso es que estoy plenamente concentrado", dispara el peleador en su primer comentario, que ya alude a un trabajo mental como la concentración.
-¿Podrías comparar el significado de esta pelea con alguna otra en tu carrera?
-Descartando que esta es la más grande, te diría que la vez que enfrenté a Tim Austin, cuando gané mi campeonato mundial gallo de la FIB, es la que puede llegar a ser más parecida.
-¿Qué te lleva a verte las caras por tercera vez con Vázquez?
-Pues él es un peleador fuerte y hemos dado dos buenas peleas, por lo que entiendo que todos quieren vernos nuevamente frente a frente. Yo soy un boxeador al que le gustan los retos y este es uno bien grande. Sé que vamos a dar un gran espectáculo.
No hay dudas de que ambos contendientes sé conocen al dedillo. En el primer cruce, el 3 de marzo de 2007, Márquez obligó a Vázquez a tener que renunciar en siete episodios. Pero en el segundo choque, el 4 de agosto del año pasado, la victoria cambió de esquina y fue Rafael quien tuvo que ver el festejo ajeno luego de que el árbitro Guadalupe García lo sacara de contienda.
-¿Qué cambió entre tu primera victoria y el segundo choque?
-La primera vez que peleamos yo pude hacer mi boxeo. Me mantuve en mi plan, con tranquilidad, y estuve bien concentrado. Sé que si mentalmente repito lo de aquella vez, voy a volver a ganar.
-Israel dijo que, probablemente, si no se hubiera roto la nariz, en la primera pelea hubiera vencido.
-Bueno, pero eso es hipotético. Yo estuve concentrado y pude ponerle buenos jabs en la cara y la nariz y por eso lo lastimé en el primer round. Sé que tengo que trabajar mucho con mis jabs porque lo puedo lastimar.
-OK, pero en la segunda pelea, con su nariz operada, él te puso realmemente en problemas y…
-Bueno, en esa pelea realmente no hice mi plan. No trabajé con el jab, no estaba en mi plenitud y, sobretodo, no estaba bien mentalmente.
-¿A qué te refieres?
-No me preparé a nivel mental. Físicamente hice mi trabajo como siempre, no hay excusas, pero hubo una serie de circunstancias que me sacaron de foco. Iba a nacer mi hijo, tenía algunos problemas con un negocio en México y en el camerino nadie controló los vendajes, no había representantes del Consejo Mundial y otras cosas pasaron con los guantes. Pero no vale como excusa.
-Eso te iba a decir. No eres el tipo de boxeador que suele poner excusas.
-No, no. Eso ya está. Es pasado. Yo soy un peleador, siempre tengo adrenalina corriendo y ahora voy a demostrar que soy el mejor.
Márquez se prepara para un tercer duelo. (Damian Dovarganes / Associated Press)
Repasando las respuestas de Márquez se hace notable el lugar cerebral que ocupa una pelea de esta envergadura en un boxeador de su estirpe. Pero ese plano también es un punto de preocupación para Ignacio Beristáin, el entrenador del azteca.
"Los que me preocupa es que hay momentos en las peleas en las que arriesga más de lo que se debe. Cuesta trabajo controlarlo", dijo el encargado de la esquina de Márquez, evidenciando sus temores.
"Es cierto lo que dice "Nacho". Pero creo que eso es así en un 50 por ciento. Lo cierto es que no hice lo que tenía que hacer en la segunda pelea y me metí demasiado adentro. Son cosas que suceden en el ring", dice el pupilo.
-¿Y a qué le atribuyes que te vayas de tu plan de pelea?
-Es que hay que pelear como le gusta a la gente. Hay que tirar golpes y golpes y más golpes.
-¿No es demasiado riesgo ante un oponente como Israel?
-Puede ser. El es fuerte, como dije anteriormente, y duro. Tengo que demostrar que soy el mejor de la categoría y sé que me tengo que emplear al ciento por ciento tanto física como mentalmente.
-Más allá de lo que pase el sábado, ¿te enfrentarías por cuarta vez con Vázquez?
-Mmmm… diría que no. Esta es la final. Quien gane habrá demostrado que es el mejor. Mmmm… (Duda). Esta es la confrontación final. Te diría que en un 95 por ciento estoy seguro de no volver a pelear con Israel.
-Bueno, un clásico es preguntar por tu pronóstico.
-No tengo respuesta para eso. Espero, Dios primero, dar un gran espectáculo, ganar, echarle ganas y terminar con el brazo arriba.
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