Bernardo Pilatti
ESPN Digital
Sergey Kovalev ganó la revancha del todo o nada contra
Eleider Álvarez y recuperó el cinturón OMB de las 175 libras que había
perdido en abril del año pasado cuando fuera noqueado en el séptimo asalto por
este mismo rival.
Fue otro Kovalev, fue otro Álvarez y fue otra pelea la
revancha por el título semipesado. No hay duda que muchas cosas ocurrieron para
que el ruso recuperara su título y le diera un nuevo aire a su carrera que
llegaba moribunda a este combate.
No hay ninguna duda en señalar a dos grandes responsables
para que todo hubiera terminado como terminó. Buddy McGirt y Marc Ramsay.
El primero, nuevo entrenador de Kovalev, tuvo claro el
camino de la preparación y la estrategia del combate. El segundo, entrenador
del colombiano, no tuvo claro cómo debía preparar a su pupilo y careció de una
estrategia adecuada. En definitiva, Krusher empezó a ganar la revancha cuando
decidió ponerse en manos de un entrenador astuto y con la sabiduría necesaria
para rescatarlo de su oscuridad deportiva.
La victoria de Kovalev fue justa, trabajada de manera
impecable y demostró la importancia de que las buenas estrategias sean
respetadas hasta en sus mínimos detalles como lo hizo el ruso.
También esta pelea demostró esa necesidad de combatir ese
apagón presumible en un púgil como Alvarez que, seguramente, aflojó el enfoque
luego de lograr una meta que por tantos años persiguió como ese cinturón de
campeón. Le faltó visión a su esquina, no hay duda que hubo aspectos mentales y
de concentración que tampoco se trabajaron.
¿POR QUÉ GANÓ SERGEY KOVALEV?
Kovalev ha pasado en estos últimos años por una verdadera
tormenta a contramano. Las dos derrotas contra Andre Ward, trajeron desorden a
su vida, tanto afuera como adentro del ring y la derrota de la primera pelea
contra Álvarez, pareció ser la bofetada final. De la que no podría ya
recuperarse.
Perdió su boxeo, perdió su determinación y pareció perder
también el poder de los puños. En una palabra, tocó fondo a los 36 años y lucía
misión imposible recuperarse. Pero recurrió a James “Buddy” McGirt y también a
sus reservas anímicas. Fueron cien días de campamento donde la primera tarea
fue recuperar el físico, junto con la rebeldía y el poder mental. La estrategia
vino después y los problemas de su vida privada, hubo un pacto para dejarlos
fuera del gimnasio. El plan dio resultado.
En la noche de Frisco, Texas, vimos a un renacido Kovalev,
determinado, concentrado en su boxeo, respetando su plan de pelea, sin dejarse
ganar por la ansiedad y evitando errores de la primera pelea.
El primero, la efectividad de golpeo. Era una mejora
esencial como lo marcamos en nuestras claves. Kovalev recuperó el acierto e
increíblemente lo hizo sin bajar en demasía su volumen de golpeo, lanzó 816
golpes contra 369 apenas de su rival. También el ruso ajustó el uso del jab,
como lo había adelantado McGirt. Esa herramienta fue la otra base de su
victoria, lo empleó de manera persistente, tan molesta como frustrante para su
rival y que le permitió controlar la distancia del combate de principio a fin.
Esa fue la orden, pelear desde afuera, mantenerse activo con
el jab y cambiarle el sentido del ataque de manera permanente al colombiano.
Como dijo Buddy recurriendo a una vieja frase de Larry Holmes, “emborracharlo
con el jab y luego tomarlo por asalto”.
El trabajo de "Buddy" McGirt en la esquina de
Sergey Kovalev, fue fundamental para lograr la victoria ante Eleider Alvarez AP
Photo/Cooper Neill
Pero hubo otros cambios que trajo Kovalev y que le dieron
otra perspectiva a su boxeo. Hubo momentos que le funcionó el cuerpeo defensivo
a la perfección, algo que estuvo ausente en la pelea anterior y lo más
importante, el paso atrás del ruso. Fue el factor de desequilibrio para
cualquier intención de Eleider. Kovalev entraba, con el jab, soltaba la
combinación y salía. Cuando Álvarez, reaccionaba dando el paso adelante para
responder al golpeo, Kovalev daba un segundo paso atrás y lo dejaba fuera de
balance o abanicando al aire.
El ruso fue cauteloso, sin dejar de ser agresivo. Fue un
boxeador técnico, sin perder el protagonismo y fue también sumamente
inteligente para amarrar en el momento correcto, para achicar sin golpear y
frustrar una y otra vez a su oponente.
Para Lisa Giampa, el dominio fue abrumador ya que le dio
todos los asaltos (120-108), mientras que Levi Martínez y Jesse Reyes la vieron
igual: 116-112. Es posible que a Giampa se le hayan ido los números y los otros
jueces hayan quedado cortos. Al menos dos asaltos, que bien pudieron ser el
tercero, el sexto o el séptimo que fueron muy parejos pudieron ser para el
colombiano. De todas maneras, no quedaron dudas de que hubo un ganador unánime
en esa pelea.
¿POR QUÉ PERDIÓ ELEIDER ÁLVAREZ?
El colombiano ganó la pelea anterior por KO en el séptimo
asalto y cuando estaba abajo en las tarjetas. O sea, llegaba a este combate con
dos certezas: enfrentaría a una versión mejorada de Kovalev, que no cometería
tantos errores, y debería noquear nuevamente porque bajo ese escenario si
llegaba a la distancia la victoria sería para el ruso.
Esta pelea obligaba a “hilar muy fino” en la estrategia que
creara las condiciones adecuadas para encontrar el golpe de KO. La suerte no
existe en boxeo y un descuido como el que propició el KO anterior, es difícil
que un mismo rival lo cometa dos veces. Sin embargo, la sensación que dejó
Álvarez fue que esperaba enfrentar al mismo Kovalev y que como la vez anterior
el KO llegaría solo, sin llamarlo.
Grueso error. En ningún momento el colombiano utilizó su
velocidad de golpeo, nunca el doble jab, nunca recurrió a su poderosa derecha,
especialmente cuando la manda recta por detrás del jab ni tampoco le vimos
insistir con golpes al cuerpo. Esta vez se vio demasiado cauteloso, le costó
arriesgar y cuando lo hizo, fue a destiempo. Peor que eso, hubo momentos en que
puso presión desordenada, achicó el espacio y se anuló a sí mismo, buscando la
pelea donde su boxeo se ve más inoperante, en los espacios cortos.
Eleider Álvarez careció de distancia en toda la pelea,
aunque lo peor fue que no trajo ningún plan al combate. Nunca supimos si la
orden era esperar y buscar el contragolpe o salir a sorprenderlo en la media
distancia. Esa indecisión anuló cualquier posibilidad, al punto que el
desconcierto lo llevó en más de una oportunidad a dirigir la vista hacia su
esquina buscando una orientación que no llegó.
VARIAS OPCIONES PARA KOVALEV
El colombiano se vio superado con autoridad, algo que
disminuye las posibilidades de que entre estos dos rivales sea atractiva una
trilogía como lo suponíamos en la previa del combate. El ruso dijo estar listo
para cualquier rival, aunque no mencionó a Álvarez.
Si se refirió a los otros campeones rusos, en este caso al
monarca FIB Artur Beterbiev y al campeón de la AMB Dmitry Bivol. A ellos
debería sumarse el titular del cetro semipesado CMB el ucraniano Oleksandr
Gvozdyk y por cierto ahora también el que suponemos será el rival con mayores posibilidades
de enfrentar a Kovalev, Gilberto “Zurdo” Ramirez, campeón supermediano OMB.
El mexicano anunció oficialmente su intención de subir a las
175 libras
durante el presente año para buscar los grandes retos en esa división. Su
condición de campeón le permite eventualmente aspirar a ir directamente contra
el monarca, en este caso, precisamente, Sergey Kovalev.
No creemos que Kovalev tenga disposición para realizar
peleas intermedias. A sus 36 años le queda poco recorrido en el primer nivel
del boxeo y en una división dura, con rivales de mano pesada y que genera otros
desgastes. El ruso se vio recuperado, pero aún muy lejos de aquel que dominaba
con autoridad la categoría. Por ello, el sentido común indica que lo que no
logró Alvarez (retirarlo) lo puede lograr cualquier rival y bajo esa
posibilidad, Kovalev buscará peleas lucrativas.
Beterbiev estaría negociando una pelea contra Sullivan
Barrera para mayo, lo que deja dos opciones con cheques lucrativos: o
directamente con Ramírez que pelea bajo TopRank o negocia una unificación
contra Dmitry Bivol que firmó en estos días con la plataforma DAZN. Como sea,
lo que no le faltarán al Krusher son buenos rivales.
Ya en el caso de Eleider Álvarez, tiene contrato firmado con
TopRank, al igual que el campeón FIB (Beterbiev) y el monarca CMB (Gvozdyk),
por lo cual no dudamos que estará pronto peleando por otro título mundial.
La victoria de Sergey Kovalev no solo permitió revivir su
carrera que se encontraba al borde del abismo, también le dio otro aire a una
división atractiva y con mucho talento en la actualidad. Algo que garantiza la
posibilidad de seguir disfrutando de grandes batallas.
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