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Manny Pacquiao sigue siendo, libra por libra, una de las
mayores fuerzas de la naturaleza del boxeo. El cinturón de peso wélter de la OMB ya tiene nuevo dueño en el
senador filipino, que se deshizo del estadounidense de raíces mexicanas, Jessie
Vargas, via decisión unánime tras los 12 asaltos. Las puntuaciones de los
jueces fueron 118-109, 118-109 y la incomprensiblemente ajustada de Dave
Moretti: 114-113. Pacman dominó, al menos, once de los asaltos y estableció su
dominio desde el principio mandando a Vargas a la lona en el segundo round con
un directo de izquierda.
Pasaron menos de siete meses desde el último "me
retiro" de Pacquiao. Un adiós entonces recibido con escepticismo y que el
mundo del boxeo hizo bien en tomarse a la ligera. El senador filipino volvió
como un trueno (dejó su récord en 59-6-2 con 38 KO's) para demostrar ante
Jessie Vargas que la edad es un mero número. Con sus 37 años dominó a Jessie
Vargas (27) y capturó por tercera vez el mundial del welter. Ha sido campeón en
ocho divisiones diferentes, aunque dos en organizaciones menores.
Para morbo, en primera fila de ringside del Thomas &
Mack Center de Las Vegas estaba sentado el mayor verdugo de su carrera, Floyd
Mayweather Jr, con su hija. Otro cuya retirada la gente no ha querido
interpretar como algo definitivo. Y más después de aceptar la invitación de
PacMan para acudir a la pelea. Ya se habla de la posibilidad de una revancha.
Escoltado hasta el ring por la actual Miss Universo, la
filipina Pia Wurtzbach, Pacquiao demostró ser el de siempre y no dio opciones a
su rival. A Jessie Vargas, que días antes dijo "para convertirme en
leyenda debo vencer a una leyenda", no le queda otra que esperar...
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