WLADIMIR KLITSCHKO RETIENE SUS CORONAS ANTE EL GIGANTÓN WACH

JOSÉ MANUEL MORENO. "BOXEO VELEÑO".

El ucraniano Wladimir Klitschko, de 36 años, retuvo esta noche en el O2 World Arena de Hamburgo, Alemania, sus tres coronas del peso pesado (IBF-WBA-WBO), al vencer por decisión unánime (120-107, 120-107, 119-109) a los puntos al invicto boxeador polaco de 32 años Mariusz Wach. Por vez primera en su prolífica carrera, el menor de los Klitschko no tuvo que mirar hacia abajo, sino hacia arriba para mirar y golpear a su oponente, un gigante de 2,02 metros, cuatro centímetros más alto que el campeón ucraniano. Las diferencias técnicas fueron evidentes durante toda la pelea, con un Klitschko martilleando con su poderosísimo jab a su rival, más que aspirante al título, o títulos, aspirante a boxeador, por sus carencias evidentes. Pero Wach tiene una potencia innegable, y eso le permitió, para sorpresa de propios y extraños, poner en dificultades a su rival, en los segundos finales del 5º asalto, con una combinación poderosa que heló la sonrisa de los fans de Wladimir, salvado finalmente por la campana. Otro momento de inflexión, dentro del dominio claro en todo momento del campeón unificado, fue el octavo asalto, cuando pareció inexorable que el árbitro (otro gigante de casi dos metros) Eddie Cotton detuviera la pelea, en el peor momento para el polaco, incapaz de sacar una sola mano, y al que le flaqueaban clamorosamente las piernas. Pero Cotton se aguantó las ganas, y Wach escapó vivo de tan adverso momento. Hasta el final, fue un quiero y no puedo de Klitschko por tumbar a este gigante polaco, que incluso se tomó la licencia de aplicar varios golpes, que sin duda no fueron caricias en el rostro del ucraniano. Finalmente se produjo el lógico veredicto favorable a Wladimir Klitschko, el mejor peso pesado de la última década, y que no pierde una pelea desde 2004, cuando fue derrotado sorpresivamente por nocaut ante Lamon Brewster. Wach cumplió con una actuación más que decente, y quizás el hecho de que la resolución fuera a la distancia, nos puede estar diciendo que la tiranía de los hermanos ucranianos residentes en Alemania, está tocando a su fin, aunque ¿quién o quiénes le ponen el cascabel al gato?