¿COTTO O MAYWEATHER?

EL NUEVO DÍA

Todavía falta un mes para la dichosa pelea de Miguel Cotto con Floyd Mayweather, Jr. y confieso que ya está empezando a cansarme un poco el tema.
En parte lo comprendo: hacía tiempo que Puerto Rico no atravesaba por una pelea como ésta, que le pusiera los pelos de punta a todo el mundo. La última, según mi humilde opinión, fue cuando Tito peleo con De la Hoya.
Para quien no recuerde bien aquel combate celebrado el 18 de septiembre de 1999, los últimos días previos al encuentro fueron un verdadero infierno: tal parecía que no se hablaba de otra cosa en el país: en la parada de la guagua, la gente no le preguntaba a su vecino si tal guagua iba por tal ruta, sino si creía que Tito sería capaz de aguantarle el gancho de izquierda al Golden Boy.
... Viejitas desplazándose con caminadores de metal se acercaban a uno y afirmaban sin ton ni son: “Tito lo va a noquear”.
... En las escuelas, los niños no levantaban la mano para pedir permiso para acudir al baño, sino para emitir su opinión sobre el combate.
... Completos desconocidos lo detenían a uno en la fila el banco, preguntaban la hora y, como si fuera lo más natural del mundo, agregaban: “Y usted, ¿le va a Tito o a De la Hoya?”
Algo parecido está empezando a ocurrir ahora, según he notado últimamente. Todavía se trata de una gota aquí y otra allá, pero no quisiera imaginar la clase de aguacero boxístico que se formará cuando el día D esté más cerca.
Eso sí, vivimos tiempos diferentes, y, según me parece, el tono de las preguntas es también diferente. Allá para 1999, creo que todavía cuando una persona le preguntaba a otra sobre la pelea, lo hacía con el genuino interés de informarse, o de escuchar algo que tal vez pudiera ingerir para formar su propia opinión.
Pero ahora tal parece que la gente hace la pregunta meramente como excusa para emitir su propia opinión contundente... algo así como hacen los fanáticos políticos.
Ya estoy tan habituado a esto que, últimamente, cuando alguien me pregunta: “¿Y Cotto? ¿Tendrá chance?”, mi respuesta puede ser cualquier cosa: “Gulú gulú y p'a fuera”, por ejemplo.
O, si acaso: “Tin marín de dos pingüé”.
Invariablemente, la otra persona asiente con seriedad, dice “qué interesante”, y acto seguido procede a emitir su opinión: “Pues a mí me parece que si Junito usa mucho el jab...”.
Dentro de poco nos parecerá que estamos viviendo en un país lleno de analistas boxísticos, igualito que cuando se acerque noviembre nos va a parecer que todo el mundo es politólogo... aunque no tenga licencia para ello.
En fin, en aras de fomentar una discusión boxística de alto nivel, solo quisiera exponer lo siguiente:
1- Mayweather es un amplio favorito. De acuerdo a lo último que escudriñé en Internet, los apostadores de Las Vegas le tienen hasta 7 a 1 sobre Cotto.
2- Cotto sí puede ganarle: es más joven, ha estado más activo, pega más... y estará peleando en las 154 libras, su peso natural en estos momentos, mientras que Mayweather es un welter inflado.
3- Cuando se habla de que Cotto “tiene chance”, muchos recuerdan la gran pelea que le hizo José Luis Castillo al Pretty Boy en 2002, cuando muchos creyeron que el mexicano mereció la victoria. Claro, desde entonces, casi todo el que ha peleado con Mayweather ha alargado el dedo índice hacia esa pelea al aducir que el norteamericano no es invencible.
La falacia es que Mayweather ya no es un peso ligero, y que no todo el mundo es capaz de aplicar la presión constante e incansable de un Castillo, que había sido chata de Julio César Chávez y estaba acostumbrado a ese ritmo de pelea.
Tal vez, si pretendiera pelear así, Cotto se quemaría él mismo en cinco o seis asaltos... pero, claro está, el boricua es capaz de hacer muchas cosas que Castillo no hubiese podido hacer nunca.
4- Hay gente que sabe de verdad -como el entrenador Freddie Roach- y que piensa que Cotto tiene muy buenas probabilidades, más que nada porque tira muchos golpes y golpea muy bien al cuerpo cuando su rival se va a las sogas, mientras que Mayweather tira poco y le encanta irse a las sogas.
Y hay otros que también saben mucho y creen que Mayweather tendrá una victoria relativamente cómoda: “Mayweather va a jugar con él como lo hizo con Arturo Gatti”, dijo no hace mucho el contendor super mediano Anthony Dirrell, quien entrena en el gimnasio de Mayweather en Las Vegas.
¿Quién ganará? Lo único que puedo decir es:
“As-karakatistis
kaskatistis
karakatis”.