viernes, 30 de diciembre de 2011
MARAVILLA, EL DÍA DESPUÉS
ESPN.com
Las once de la mañana. Sergio Martínez pide un café con leche con medialunas saladas. Ha bajado de su suite en el Caesar Park acompañado de los últimos trofeos obtenidos: dos Firpo - uno al mejor boxeador argentino de trayectoria internacional, el otro, de oro, al mejor boxeador de toda la temporada - que le entregaron en la fiesta de UPERBOX, Unión de Periodistas de Boxeo de la Argentina, en la noche del jueves.
El otro es el Olimpia de Plata, del Círculo de Periodistas de Buenos Aires, al mejor boxeador del año. Está distendido y no tiene apuros.
-¿Cómo te sentís, ahora que dijiste todo lo que dijiste?
- Bueno, me saqué una losa de encima. Estas cosas no se dicen de apuro, sino que se piensan. Cuando Sulaimán me llamó el 20 de diciembre, para pedirme mi aprobación para la pelea de Julio Chávez con Marco Antonio Rubio, obviamente, no le dije que sí; pero tampoco que no, porque para eso debía hablar con Lou DiBella -que es mi promotor- y con Sampson Lewkowicz -que es mi asesor-.
En realidad, Sulaimán debió hablar primero con ellos y no conmigo. En síntesis, no le dije que sí. Yo estaba en De María, un restaurante argentino en la Gran Vía de Madrid, y eran como las... once y media de la noche. A los diez minutos me aparecieron un montón de twitters tratándome de traidor y de vendido. Sucede que Sulaimán había publicado que yo aceptaba la pelea de Chávez con Rubio, y muchos creyeron que yo había hecho un "step aside", o sea: me corro a un costado a cambio de dinero. Nadie me ofreció dinero por correrme a un costado (de hecho, confieso que hubiera pensado en la propuesta) ni yo acepté esa pelea, porque Chávez tiene que pelear conmigo, sí o sí.
-¿Entonces?
-Que a partir de ahora, el Consejo Mundial no puede contar conmigo. Sulaimán dijo que yo aceptaba la pelea Chávez-Rubio, que ya está programada para el 4 de febrero, mientras que yo lo que quiero es que se cumpla lo que se dijo y se votó en la convención de Las Vegas, esto es que Chávez debe pelear conmigo sí o sí. Eso lo votó el CMB, que debe hacer cumplir sus propias reglas. Si Bob Arum hace la pelea de Chávez con Rubio, para proteger a su boxeador, es un tema de él. Pero lo que el Consejo no puede, es aceptar lo que haga Bob Arum violando sus propios reglamentes.
-¿Qué le dirías a Julito Chávez en este momento?
-Que se saque la mano de encima que hoy lo maneja como a un títere. Que sepa que él también puede tomar decisiones, para no perder ni la credibilidad ni el respeto. Él debería aceptar la pelea conmigo, por una cuestión de poder caminar con la frente alta, aunque le toque perder. Y va a perder conmigo. Yo lo tengo atravesadísimo en este momento, no se me va a escapar. Pero él debería demostrar que no me tiene miedo.
-Hablaste de un puñal clavado en tu espalda.
-Eso es lo que siento de parte del Consejo Mundial, de la misma manera que con la gente de HBO. Sulaimán mi pidió personalmente que no peleara con Sbik, porque iban a tener una demanda. HBO me dijo que Zbik no vendía y que nunca estaría en su pantalla. Así que finalmente dejé de lado a Zbik y a mi cinturón, para pelear con Sderhiy Dzinziruk y al otro día, prácticamente, lo pusieron frente a Julio César Chávez Junio frente a Zbik por el título regular que había sido mío, vacante. Me prometieron que el ganador iba a pelear conmigo. Y, ya lo ven, eso no se cumplió mucho. O sea que yo hubiera peleado con Zbik y hubiera seguido siendo campeón. Dejé esa corona para hacerle un favor a Sulaimán, y así me pagó... Y HBO, que me dijo que Zbik no iba a pelear nunca en su pantalla, lo programó con Chávez Junior. Entonces quiere decir que Sulaimán, HBO y Arum se pusieron de acuerdo para que yo dejara la corona y poder meterlo de Chávez Junior. Es muy fácil entenderlo ahora.
-Romper lanzas con HBO hace suponer que tienes un plan B. Por ejemplo, Showtime...
-Eso no lo se y es una cuestión que manejará Dibella, seguramente, que es mi promotor. El 17 de marzo enfrentaré al inglés Matthew McKlin (28-3-0 con 19 KO) en el Madison de Nueva York, eso es seguro. Para mí es electrizante, no solo que nunca peleé en el Madison, sino que ni siquiera lo conozco...
-¿Y por cuál cadena?
-No lo sé, yo he roto con HBO. Eso es seguro.
-¿Y si el Consejo Mundial revierte la medida?
-Yo estoy dispuesto a negociar, pero para eso hay que ver muchas cosas. En este momento, estoy aquí, en Buenos Aires, junto a mi familia, descansando. El 12 de marzo viajaré a Los Ángeles y empezaré a entrenarme. DiBella deberá ocuparse de la televisión y todo lo demás. Mi objetivo ahora es pelear y defender mi cinturón de la revista "The Ring".
-Pensar en Floyd Mayweather hoy es difícil. Y en Manny Pacquiao menos, toda vez que está dirigido por Bob Arum.
-Mayweather va a tener tres meses para reflexionar y Pacquiao no va a pelear conmigo. A veces pienso en pasarme a la división supermediano. Ahí está un excelente boxeador como André Ward, pero es muy grande para mí. Hace poco me enteré que dijo "Gracias a Martínez por su mi inspiración". Y yo debo decir de él que, para mí, fue el boxeador del año, o sea que es mutuo el respeto.
-O sea que de ahora en más...
-De ahora en más... Aquí están mis nuevos trofeos, están mis declaraciones, me saqué un peso de encima. Lo que no puedo es negar que todavía siento el filo del cuchillo clavado en mi espalda.
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