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El mexicano Ulises "Archie" Solís se impuso sobre el argentino Luis "El Mosquito" Lazarte, por puntos, en fallo dividido, tras doce asaltos, y así le arrebató el título mundial minimosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), en el combate revancha y estelar de la velada desarrollada en la noche del sábado, en el Club Once Unidos, de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Luego de un mejor inicio, donde dominó al local producto de su línea boxística más depurada, superior trabajo en la media distancia, y aprovechando el repliegue del campeón, el retador comenzó a mermar en su actividad. En los primeros capítulos del pleito, Solís llevó las riendas de la pelea, basado en un jab zurdo en punta y ocasionales derechas cruzadas al rostro y cuerpo de un argentino que no lo atacaba. Así, sin llegar a conmoverlo, fue sumando claras diferencias en las tarjetas. Sin embargo, consciente de su ventaja, comenzó a decaer en su actividad, y a entrar en el trámite que le proponía su rival. Allí, con algo de desorden, Lazarte intentó llevárselo por delante, aunque careció de la precisión necesaria para transformar esas ganas en golpes certeros. Pero su empuje y amor propio -aunque tardío- lo llevó a crecer en los segmentos finales.
Poco a poco, el enfrentamiento fue cobrando mayor temperatura, con ambos amarrando más de lo necesario, y cayendo en reiteradas infracciones. Tal es así que, en el sexto episodio, Lazarte recibió un correcto descuento de un punto por parte del árbitro, el estadounidense Benjamin Esteves Jr., tras un golpe en la nuca, que acabó con el mexicano -algo exagerado- en el suelo. Pero tres giros más tarde, quien recibió el descuento de un punto fue Solís, luego de que Esteves lo penara por amarrar y empujar hacia abajo al argentino.
Las tarjetas de dos de los tres jueces premiaron el accionar del visitante al decretar: Steve Weisfeld 116-111 (Estados Unidos) y Denny Nelson (Estados Unidos) 115-112, ambas en favor de Solís, mientras que Jorge Trípodi Falco (Chile) marcó 114-113 para Lazarte. Para Notifight.com, la victoria correspondió a Solís por un exiguo marcador de 115-114.
Los primeros rounds exhibieron un claro dominio del mexicano. Sin esforzarse a fondo, con serenidad, tomó el centro del ring y comandó las acciones ayudado por un replegado Lazarte, que caminaba de costado y se apoyaba en demasía contra las cuerdas, sin lanzar sus envíos. Allí el "Archie" demostró que había llegado para llevarse el cetro, y acertó su cross diestro a la cabeza y al cuerpo. Incluso en el tercero, impactó su derecha cruzada al rostro, que provocó la preocupación del público local. Junto a ello, repetía su jab zurdo que combinada con su derecha recta al cuerpo, para tocar y salir. De todas formas, a pesar de ser el dueño de los tiempos y las distancias, careció de la continuidad requerida para ocasionar mayor daño sobre el argentino, por lo que el pleito no terminaba de despegar.
Lazarte pareció reaccionar a partir del cuarto, cuando decidió dar el paso adelante. Si bien agachaba excesivamente su cabeza, se las ingenió para conectar su derecha boleada arriba y curva a la zona blanda, sumada a esporádicas izquierdas cruzadas. No obstante, esa reacción no terminó de ser tal y, junto con su desorden, lo llevó caer en continuos clinchs. Cada amarre, culminaba con ambos intercambiando palabras innecesárias, y ocasionales golpes fuera de reglamente que valieron correctas advertencias por parte de Esteves hacia ambos.
Con el tapatío nuevamente al mando, recuperando la iniciativa y soltando lanzamientos más contundentes, el marplatense intentó responder en el sexto, pero su falta de claridad lo llevó nuevamente a los errores. Con continuos reclamos de ambos lados, a pesar de la carencia de justeza, el combate crecía en emociones. Y luego de una ya enésimo clinch, "El Mosquito" golpeó con su izquierda en curva a la nuca del jalicense, lo que le ocasionó la correcta penalización de un punto, en un round muy caliente. Al sonar la campana, ambos terminaron cara a cara, discusiones algo subidas de tono.
Pero tras ello, el campeón intentó resurgir. Mostró algo de la acción que acostumbra, y fue a buscar al visitante. Su cross diestro al rostro, más su contundente y certero cruzado zurdo al mentón dijeron presente en el séptimo en la humanidad del azteca, quien debió dar unos pasos hacia atrás. Y en el siguiente, intentó desbordarlo, atacando en la corta distancia, donde conectaba a las zonas bajas, previo a terminar en reiterados clinchs.
Tras un nuevo capítulo con la misma tónica, aunque sin demasiada justeza por cada lado -y con el local bajando demasiado su cabeza-, Solís cayó en el trámite propuesto por su rival. Si bien el argentino no conectaba con firmeza, era suficiente para molestarlo y sacarlo de su plan de pelea. Así fue que en el noveno, el visitante sufrió el descuento de un punto por parte de Esteves -algo apresurado-, luego de intentara amarrar y bajarle la cabeza, para festejo de los presentes.
En el siguiente, "Archie" sacó nuevamente mejor provecho de sus envías más contundentes, que, en forma de jab zurdo derecha cruzada al rostro, le alcanzaban para mantenerlo alejado. Sin embargo, no ocasionaban real daño. Eso se quedó expuesto aún más en el undécimo, cuando empujado por todos sus fanáticos, "El Mosquito" fue a la carga. Con personalidad y mucho amor propio, tomó el centro del ring y acortó las distancias para conectar su derecha cruzada a la mejilla, que se estrelló por duplicado. Junto a ella, impactó con profundidad su gancho de izquierda al cuerpo, que si bien no lastimaba, evitaba que fuera atacado. Solís, enfrente, se esforzaba por mantenerlo alejado, pero acabó por cruzarse en la corta, donde no lograba su justeza. Pero antes del cierre, el retador respondió y su cross diestro volvió a escensa, impactando el mentón rival. El creciente bullicio era sinónimo de la cerrada definición que se preveía.
La tónica se mantuvo en el capítulo final. Lazarte fue a buscarlo y conectó su derecha boleada y cruzada al rostro y ocasionales ganchos al cuerpo. El tapatío lanzó su jab zurdo para mantener la distancia, aunque no siempre con el resultado deseado. No obstante, los envíos del "Mosquito" no lastimaban como antes, dado que carecían de firmeza y precisión. Trabados, y con los amarres como principales protagonistas, se llegó hasta la campana definitiva. Tras ella, en el ambiente ya se imaginaba una decisión cerrada. Fuera para el lado que fuera, las distancias no serían muchas. Finalmente, dos jurados optaron por premiar la mayor claridad boxística del "Archie", desatando el reproche del público -menor al esperado-, y el festejo de la esquina visitante.
Solís acabó llevándose la victoria con lo justo. Si bien no mostró el boxeo de aquel 18 de diciembre pasado -cuando debió haberse coronado-, en una pelea mucho más pareja y que en otro momento y contexto no hubiese sorprendido demasiado el empate, terminó por reconquistar el cinturón que debía haber sido suyo hace cuatro meses.
De esta forma, Solís, que pesó 48,950 kg., se desquita de lo sucedido el 18 de diciembre pasado en este mismo escenario, cuando un polémico empate lo privó de llevarse legítimamente el cetro, recupera la misma corona que supo poseer entre enero de 2006 y abril de 2009 -defendiéndolo en ocho ocasiones-, y aumenta su marca a 33 victorias (21 KOs), 2 derrotas y 3 empates. En tanto Lazarte, que registró 49 kg., abandona el cinturón en su tercera defensa -tras conquistarlo el 29 de mayo último ante el colombiano Carlos Támara, y que retuvo frente al nicaragüense Nerys Espinoza el 4 de septiembre, ambas en este mismo recinto-, y desmejora a 48 triunfos (18), 10 reveses, 2 igualdades y 1 sin decisión.
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