miércoles, 27 de abril de 2011
¿OTRA SORPRESA DE CAMINO?
Bernardo Pilatti ESPN.com
Yo dije que el 2011 sería un pésimo año para el boxeo y debo aceptar que me equivoqué. Pido disculpas por ello. Combates programados con un resultado, terminaron dando por el traste con todas las previsiones.
Orlando Salido noqueó a Juan Manuel López, Víctor Ortiz acabó con el invicto de Andre Berto y le quitó su título, Erik El Terrible Morales se vistió de héroe y casi consigue una gloria impensada ante Marcos El Chino Maidana. Sin que sea un dato menor, hasta Ricardo Mayorga lució como en sus viejos tiempos dándole buena batalla a Miguel Ángel Cotto. O el triunfazo en Canadá de Marco Antonio Veneno Rubio cuando nadie le daba un kilo de ventaja sobre David Lemieux, en una excelente pelea en Viernes de Combates ».
Para la mayoría se trata de sorpresas y para el resto no. Yo entiendo que hubo de las dos cosas. López subió al cuadrilátero consciente de que Salido sería un paseo. Berto tal vez pensó que el endeble Ortiz de las 140 libras no sería rival en las 147. Tampoco Maidana habrá pensado que el "viejo" Morales podría darle alguna clase de problemas con su velocidad y hasta me atrevo a pensar que Cotto en ningún momento, antes del combate, tomó en serio al Matador Mayorga. A Lamieux le hicieron creer que su invicto y su localía alcanzaban contra la sabiduría de un viejo zorro como Rubio... y así le fue.
Berto, Lopez, Maidana y Lamieux se sorprendieron, no tengan dudas. Pero, es necesario reconocer que siempre, por detrás de una actuación que sorprende, hay un trabajo duro, una preparación a consciencia, un esfuerzo más allá del normal y mucha hambre. Muchos deseos de tapar la boca de quienes los dieron por cocinados, antes de que el cazador jalara de su gatillo.
Morales, Salido, Rubio, Ortiz y Mayorga, en forma independiente al triunfo o la derrota, tomaron cada pelea con la seriedad que la misma y el fanático requería. Por eso merecen todo el respeto. Y si ellos sorprendieron al mundo, desde la semana anterior todos nos hacemos la misma pregunta, ¿seguirá sorprendiendo este 2011?
Es imposible predecirlo, pero esas cinco batallas abrieron una enorme expectativa para otro duelo que, en lo previo, nadie imagina termine en derrota para Manny Pacquiao. Me refiero a su próximo combate contra Shane Mosley. ¿Será Mosley, que hasta lució acabado en su última pelea, el encargado de romper el maleficio filipino?
Hace dos semanas yo era incapaz de vaticinar una locura de ese tamaño. Pero hoy no consigo vislumbrar nada. Pacquiao es favorito, pero Mosley puede dar el campanazo. En las "sorpresas" de este 2011 los corderos demostraron que tenían más agallas que los lobos y si Mosley es apuntado como el corderito de la próxima historia, todos harán bien en prestar atención al baño de realidad que sufrieron Berto y Juanma López. Tal vez el 7 de mayo la realidad le dará nuevamente una bofetada a nuestras predicciones.
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