miércoles, 20 de octubre de 2010

MANIPULACIONES EN LAS CLASIFICACIONES



Por Isaac Guerra Mar

Hace algunos días peleó Julio César ‘Pingo’ Miranda contra el colombiano Michael Arango, ante quien defendió su campeonato mundial de la OMB, un organismo con sede en San Juan, Puerto Rico.
Miranda acabó a su adversario que, de acuerdo a algunos especialistas, solamente se vino a pasear, pues al minuto con 30 segundos del segundo round fue noqueado.
Pero ¿quién era este rival?, ¿quién lo autorizó?, ¿cómo fue posible que le hayan visto cualidades para ser aspirante al campeonato mundial?
Todas estas y más preguntas tienen una respuesta: Miranda debía pelear con uno de los primeros 15 clasificados mundiales de su división de peso Mosca, pero desde el mes de septiembre que anunciaron las clasificaciones de la OMB Michael Arango no aparecía en la lista.
Una nota publicada por un servidor alertó del hecho. Arango no estaba clasificado y por ende no podía estar clasificado, porque siendo un boxeador con 8 de sus últimas 12 peleas a ocho rounds en su país, perdiendo dos de las últimas cuatro, no tenía cabida en las clasificaciones inmediatas del mes de octubre, cuando sería la pelea.
Pero de la nada, en octubre apareció en el lugar 15 del ranking y la pelea se llevó a cabo, se complementó lo que vino a ser un fraude, pues Miranda tiene calidad para enfrentar rivales de mayor jerarquía.
En su tierra un periodista dijo que Arango no estaba preparado para la pelea, pero que el promotor con tal de hacerse de unos billetes lo mandó a pelear a Monterrey el 16 de octubre con el saldo que ya conocemos.
La pelea la montó Zanfer, empresa de Fernando Beltrán que supo mover los hilos a su conveniencia ante la Organización Mundial de Boxeo, siendo bien servido por Francisco Valcárcel, presidente de la OMB que no se sabe si sería por un favor o por algún incentivo que lo llevó a clasificar de la noche a la mañana al peleador, pasándose por debajo del arco del triunfo los derechos de los primeros 14 clasificados que están buscando una oportunidad.
No me parece extraño que se clasifiquen peleadores al vapor y que se manipulen las clasificaciones. Ya la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en el pasado fue investigada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y sometió a juicio al entonces presidente Robert Lee y a su hijo del mismo nombre, siendo intervenido.
Pero no era nuevo. Anteriormente Bob Arum, presidente de Top Rank, que trabaja en conjunto con Fernando Beltrán de Zanfer y que de hecho fue copromotor en la función de Miranda-Arango, fue investigado.
Aquella vez Bob Arum fue multado con 125.000 dólares en el estado de Nevada por manipular las clasificaciones de la FIB para que George Foreman pudiese defender su cetro ante Axel Schulz, un boxeador muy mediocre.
Y más recientemente, en enero del 2004, el FBI allanó las oficinas de Top Rank para investigar denuncias de que una revancha entre De la Hoya y Shane Mosley había sido arreglada, pero no se comprobó irregularidad alguna.
Estos dos organismos, la FIB y la OMB, ya comen del mismo plato, se ven jueces de ambos organismos sancionando peleas, como una unidad o pacto.
Por eso no se extraña que en esta ocasión en la pelea de Miranda se hayan valido del mismo argumento de utilizar a los organismos para manipular las clasificaciones a su antojo.

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