martes, 20 de abril de 2010

“MARAVILLA” MARTÍNEZ SE ENTRONIZA COMO REY DEL BOXEO



JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.

Sergio “Maravilla” Martínez se convirtió el pasado sábado en el Boardwalk Hall de New Jersey, en el deportista más laureado de Argentina, junto al futbolista Lionel Messi, también criado deportivamente en España, y el tenista Juan Martín Del Potro. El “madrileño” de Quilmes tenía un plan para, al fin, obtener el triunfo en un combate de máximo nivel, o mejor dicho, para que los jueces le dieran el triunfo, y que no volviera a suceder lo del “doble robo” ante Kermit Cintrón y el menos descarado ante Paul Williams. Y ese plan pasaba por hacer más que el boxeador local, reconociendo su condición de “visitante”. Claro que el rival, Kelly Pavlik, no ha vuelto a ser el todopoderoso pegador de sus peleas ante Zertuche, Miranda o la primera ante Jermain Taylor (la otra se la regalaron). Desde la lección de Bernard Hopkins, en octubre de 2008, no ha vuelto a ser el de antes. Pero Sergio Martínez se hizo acreedor a la victoria, con un noveno asalto que pasará a los anales de su carrera, y que será aspirante a mejor asalto del año 2010. Martínez ganó claramente en los primeros cuatro asaltos, mucho más vivo en el cuadrilátero, con movimientos rápidos que eran imposibles para el de Youngstown, Ohio. Guardia baja, jab de derecha propio del zurdo más difícil del mundo y ese atrevimiento que solo poseen los grandes de verdad. Pero la casta, que no su antigua calidad, del estadounidense, salió a la palestra en el quinto asalto, con un gancho de izquierda que hizo trastabillarse al argentino y que le dio la vuelta a la pelea. De repente, Martínez dejó de soltar golpes y a acusar una alarmante pasividad. Esto lo aprovechó Pavlik para tirar a la lona al quilmeño faltando un minuto y veinte segundos para terminar el séptimo round, en un uno-dos que más pareció doble empujón que una combinación ortodoxa. Pero el árbitro David Fields lo contabilizó como caída y la pelea se empezó a complicar. El fantasma de una nueva decisión “controvertida” se empezó a pasear por el mítico recinto del río Hudson. Pero tras un octavo asalto igualado, aunque con una izquierda extraordinaria de Pavlik, emergió la raza y la calidad de un boxeador a la antigua usanza, que se sale de los cánones del boxeo uniforme y monótono que padecemos en la actualidad. Ese noveno asalto no solo “maravilló” al público y a los comentaristas, sino que dejó inservibles las dos cejas del americano, que empezó a manar sangre, sobre todo, de la derecha, de forma alarmante. Ahí remató la pelea Martínez. En los tres asaltos que restaban, fue sin contemplaciones a por el rostro de Pavlik, que, casi ciego, ya no era rival para el argentino, que lanzaba e impactaba el triple de golpes que el boxeador local, en unos interminables tres asaltos para el que ostentaba la doble corona del peso medio hasta el sábado. Cuando restaban apenas veinte segundos para finalizar la pelea, y sintiéndose ganador, “Maravilla” se dirigía a los seguidores españoles que habían peregrinado a La Meca del boxeo, para verle entronizarse como el actual rey del boxeo. Las cartulinas esta vez impartieron justicia: 115-112, 115-111 y 116-111 para Sergio. Esta vez no había dudas: le dieron la victoria a un peleador de 35 años que parece que tiene, por su físico, 25 y que como decía el gran comentarista de la HBO, Larry Merchant, se había convertido en el campeón unificado de la categoría reina del boxeo. Hace un año, alguien decía que sobrevalorábamos a “Maravilla”, ese peleador enamorado de Madrid. Un año más tarde, tiene tres coronas en dos pesos distintos, y se lo rifan para revanchas contra Williams, Pavlik o Margarito. Y es que no costaba tanto trabajo ver que estábamos ante lo que los italianos denominan “fuori serie”. Y, ojo, aún lo puede hacer mejor.

1 comentario:

maty dijo...

ni mas ni menos maravilla se supera a si mismo dia a dia porque asi es el ...vamos que tenemos campeon para rato......grande maravilla.....unos de los 5 mejores libra por libra......