miércoles, 2 de diciembre de 2009

Un plan ambicioso (roto por la derrota de Jones Jr.)


DAN RAFAEL

Después de todos los logros, enormes victorias y millones de dólares ganados, Bernard Hopkins, quien sin duda entrará en el Salón de la Fama en la primera votación, sigue siendo un luchador hambriento.
Es por eso que, a pesar de haberle prometido a su difunta madre, Shirley, que dejaría de pelear a los 40 años, sigue pegando por dinero a siete semanas de su 45° cumpleaños, el 15 de enero.
Es por eso que, incluso después de haber capturado un triunfo inesperado sobre Antonio Tarver para llevarse el título de peso semipesado en el 2006 y anunciar su retiro -- con una lujosa fiesta en el MGM Grand de Las Vegas -- regresó a mediados del 2007 para derrotar a Winky Wright.
Es por eso que, a pesar de haber perdido por decisión dividida --una decisión muy polémica, por cierto-- ante Joe Calzaghe en su siguiente pelea en el 2008, Hopkins tampoco colgó los guantes. En cambio, siguió adelante para capturar otro triunfo inesperado, desmantelando al campeón de peso mediano Kelly Pavlik, 17 años menor, de forma dominante en su combate de 170-libras hace unos 14 meses.
Y ahora Hopkins se prepara para entrar al ring nuevamente en el primer combate de lo que él describe como "una maratón hacia la súper grandeza". Se trata de un plan maestro de tres peleas antes de retirarse de forma definitiva, que comenzará con un combate de peso semipesado a 12 rounds ante Enrique Ornelas en el Liacouras Center de la Universidad Temple, en su ciudad de Filadelfia, este miércoles por la noche (Versus, 8 ET/PT).
"Esto no es una entrada en calor. Es una forma de activarme", dijo Hopkins. "Esto es una forma de activarme a modo de preparación para un año nuevo".
Si Hopkins gana y Roy Jones derrota a Danny Green en Australia más temprano el mismo miércoles -- Versus transmitirá esta pelea junto con la cobertura en vivo de Hopkins-Ornelas -- han firmado un contrato para enfrentarse en una revancha en el 2010, con fecha prevista para el 13 de marzo.
Si Hopkins (49-5-1, 32 nocauts) logra vengar su derrota contra Jones, el hombre que defendió su título de peso mediano un récord de 20 veces durante un reinado de 10 años antes de subir de categoría para ganar la corona de peso semipesado tiene planes de enfrentarse al titular de peso pesado David Haye.
Es un plan ambicioso, pero un plan que no irá a ningún lado si Hopkins no logra superar a Ornelas, hermano menor del contendiente de peso supermediano Librado Andrade, quien fue noqueado por el titular Lucian Bute en cuatro rounds la semana pasada.
A pesar de sus planes de largo plazo, Hopkins asegura que no está dando por sentado a Ornelas, y, en base a su pasado, probablemente sea verdad.
"Este tipo (Ornelas) no es un blandito. No es alguien a quien puedas enfrentarte para entrar en calor", dijo Hopkins, quien tal vez pelee por última vez en casa, adonde no lucha desde que defendió su título de peso mediano ante Morrade Hakkar en el 2003. "Miro a Enrique como a Roy Jones. Si no lo venzo, todo lo demás se viene abajo. Enrique y su hermano son bien respetados y han dado pelea contra todos sus adversarios -- hayan ganado, perdido o empatado. Esa es la clase de hombre que soy yo. No esquivo a nadie. Y no tomo a nadie a la ligera".
Ornelas (29-5, 19 nocauts), un púgil de peso mediano y súper mediano, subirá de peso para enfrentarse a Hopkins. Aún así, Naazim Richardson, entrenador de Hopkins, no está demasiado convencido con la pelea.
"Enrique es un gran desafío. Enrique es un Joe Frazier mexicano", dijo Richardson. "Cuando Bernard me dijo que pelearía contra Enrique, yo dije, ¿por qué demonios?' No es alguien a quien quieras provocar".
Y menos a la edad de Hopkins, tras un largo período de inactividad, y con una dura pelea contra Jones en el calendario. Pero Hopkins aceptó la pelea con Ornelas porque no quería llegar a un posible combate con Jones habiendo estado inactivo mientras que Jones se mantenía afilado contra Green.
Hopkins dijo que a pesar de ser más viejo que la mayoría de los peleadores de primera, sigue sintiéndose bien pero quería asegurarse de que todo anduviera bien antes de pelear.
"El (próximo) 45 impresiona a las personas, pero mi estilo de vida es muy sano", dijo Hopkins. "Tienes que darme 10 años por eso. Invertí en mí mismo como en mis finanzas. Tengo una defensa bastante buena. ¿Me siento igual que cuando tenía 34 o 24? Tengo algunas cositas aquí y allá. Yo lo veo así -- me siento bien. He sido un poco más reservado con mis entrenamientos porque cuando eres joven, tienes mucha más energía. Nazeem me daba un día libre cada tanto. El otro día me vio en un sparring de 10 rounds y pensó, '¿Este hombre tiene 44 años?'
"Estoy bendecido. Sé que los medios están intentando descubrir cuándo diablos este hombre va a lucir como alguien de 45 años. Tengo un futuro, incluso a los 44. Soy el Archie Moore de la era moderna. Hace 10 años me tacharon de troglodita. Pero me cuidé. No dejé que las calles me destruyeran. No hay poción secreta ni vitamina milagrosa. Me cuidé durante mis 20 y 30 años, y ahora estoy cosechando los frutos".
Ornelas, claro, puede arruinarle los planes a Hopkins con un triunfo inesperado, aunque no está pensando en los futuros planes de Hopkins.
"Realmente no pienso en eso", dijo Ornelas, oriundo de México quien reside en el Sur de California. "Eso es entre (Hopkins y Jones). Si ya llegaron a un acuerdo, es su problema. Lo único que tengo en la cabeza es Bernard Hopkins. ¿Roy Jones? Ni siquiera sé quién es en este momento. No me molesta que tengan planes.
"Esta oportunidad es única, y voy a estar codo a codo con Bernard Hopkins. No hicimos esta pelea sólo porque sí. Venimos a ganar. Eso sería grandioso. Sé que me abrirá muchas puertas. Sólo necesito mantenerme ocupado (durante la pelea) y tomar todo lo que nos dé. He entrenado para una oportunidad como ésta".
Dijo Howard Grant, quien entrena a Ornelas: "Sé que ha planeado una pelea contra Roy Jones, y esperemos que Enrquie pueda frustrar ese plan".
Hopkins y Ornelas, ambos de Golden Boy Promotions, han tenido buen trato durante años. Sin embargo, eso no impedirá que ambos intenten darle una paliza al otro.
"Sé que no va a verme como un amigo cuando entremos en el ring", dijo Ornelas. "Cada cual por su cuenta. Somos amigos, pero en cuanto suene la campana, estamos ahí para ejecutar un plan".
Aunque Ornelas estará frente a Hopkins en el ring, seguramente será Jones quien esté en su cabeza. Se enfrentaron en 1993 y Jones ganó por decisión unánime para llevarse un título vacante de peso mediano.
Desde hace unos 10 años que se viene hablando de una posible revancha, dada la trayectoria de ambos peleadores.
Tras numerosos intentos fallidos de organizar un desquite, finalmente llegaron a un acuerdo en septiembre. El problema siempre había sido la distribución de las ganancias. Al final, acordaron una partición de 50-50 con la previsión de que si el triunfador gana por nocaut, la división será de 60-40 a favor del ganador.
"He esperado 17 años", dijo Hopkins sobre un nuevo encuentro con Jones. "Logramos que Roy firmara. Es una gran cosa que después de 17 años hayamos logrado firmar. Ha sido una novela. Quiero quitarme algo de óxido (contra Ornelas). Quería un tipo duro como Enrique. Si me quedo dormido contra él, voy muerto. Con un triunfo voy directamente al pez gordo en el 2010. Déjeme lidiar con esta pelea. Ganaré, los dejaré impresionados. Yo tengo más que perder, y él tiene más que ganar. Ganaré esta pelea, luciré como se supone que debería lucir, después me encargaré de Roy Jones, y luego tal vez sea campeón del mundo en peso pesado".
Sigue hambriento después de todos estos años.

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