sábado, 11 de abril de 2009

Revanchas en falta


Por Don Steinberg
Especial para ESPN.com

Lo siento fans de boxeo: Parece que una cuarta pelea Vazquez-Marquez no está en el futuro cercano
Estamos en recesión de revanchas.
Sólo miren a su alrededor. Bernard Hopkins probablemente no logre pelear contra Joe Calzaghe nuevamente, sin importar cuanto hable o cuanto siga ganando. Probablemente Vic Darchinyan haya visto los titulares de una posible pelea con Nonito Donaire que la establecen como 'poco probable'. Una posible Antonio Margarito y Miguel Cotto II parece difícil de concretar. Probablemente Ricky Hatton esté soñando con volver a enfrentarse a Floyd Mayweather otra vez. Steve Cunningham no esté teniendo suerte en su búsqueda de una pelea contra Tomasz Adamek, y por más que lo intente, Glen Johnson no puede obtener otra cita con Chad Dawson.
Manny Pacquiao parece haber terminado de pelear contra Juan Manuel Márquez por el momento. No más Israel Vázquez contra Rafael Márquez por el momento. Kendall Holt y Ricardo Torres probablemente se hayan enfrentado por última vez. Y los fans perdieron interés en otra Wladimir Klitschko contra Samuel Peter.
De hecho, prácticamente no hay revanchas de peleas importantes en el cronograma. ¿Pero acaso eso es algo malo? El hecho es que las revanchas son demasiado predecibles.
Claro está, cada fan del boxeo puede pensar de memorables revanchas en las que ganó el otro muchacho: Arturo Gatti-Micky Ward II, Muhammad Ali-Joe Frazier II, Vázquez-Márquez II. Esos resultados suelen establecer trilogías legendarias. Pero esos casos son memorables porque son extraños como que un boxeador de West Virginia gane una decisión ajustada en Filadelfia.
Sorprendentemente, en el boxeo profesional, el muchacho que gana la primera vez gana la segunda. Lo único que hay que hacer es observar las estadísticas para comprobarlo.
Y eso es lo que hicimos. Miramos los resultados de cada pelea en los Estados Unidos de los primeros dos meses del 2008. Son 622 peleas en total, en todas las clases de peso y todos los predios imaginables, hombres y mujeres, eventos principales y tarjetas no principales.
Los hallazgos son sorprendentes. De esas 622 peleas, 40 de ellas fueron revanchas --un 6.4 por ciento. Basándonos en eso, para una de cada 16 peleas en el boxeo hay una revancha.
¿Y cuantas veces ganó el menos favorecido? Piensen en ello. ¿Quizás la mitad de las veces? ¿Una de tres? Siempre imaginamos que el muchacho que perdió 'va a entrenar más duro para la revancha'.
A los promotores les encanta promocionar una buena pelea. "Esta vez es algo personal". ¿Qué piensan? ¿30 por ciento? La respuesta: cinco veces. De 40. De hecho, cuatro de esas revanchas fueron empates la primera vez, con lo que no hay otro muchacho para ganarlas. Eso nos deja con 36 revanchas, y el menos favorecido ganó cinco de ellas.
Conclusión: El otro boxeador gana la revancha un poco menos del 14 por ciento del tiempo.
De hecho, en el 2008, el otro boxeador no ganó una revancha de una pelea previa durante todo le mes de enero. La primera vez que sucedió en el 2008 fue el 1ero de febrero, cuando el pesado Mel Bankhead ganó su primera victoria, anotando un KO1 contra Billy Greenwalt en West Virginia, para vengar una derrota de cuarto round tres meses antes. Esos muchachos apenas eran profesionales.
Sucedió el 9 de febrero en Austin, Texas, cuando el mediano Abdias Castillo vengó una derrota de siete años atrás contra Jerry López. ¡Se reivindicó!
Claro está, el período de tiempo que examinamos incluyó la memorable victoria de Travis Walker contra TJ Wilson, revirtiendo su previa derrota por KO. Pero también incluyó 31 revanchas en las que ganó el mismo muchacho, notablemente, la segunda victoria de Kelly Pavlik contra Jermain Taylor. Y si, sabemos que en junio, Paul Williams vengó su previa derrota contra Carlos Quintana. Pero ese impresionante cambio fue rodeado por varias revanchas que se borraron de la memoria más rápidamente porque el mismo muchacho ganó otra vez: Margarito-Kermit Cintron 2 (abril), Paulie Malignaggi-Lovemore Ndou 2 mayo), Ivan Calderon-Hugo Cazares 2 (agosto), Julio César Chávez Jr-Matt Vanda 2 (noviembre) y así.
Claro está, los estilos hacen a las peleas. Cualquier cosa puede pasar, en cualquier momento... más o menos. En su mayoría, las revanchas son repeticiones. Es acertado que un muchacho que ganó la primera vez gane la segunda. Los resultados pasados predicen futuras performances. ¿Acaso alguien piensa que Dawson-Tarver 2 será distinta de la primera?
"Yo diría que el 90 por ciento de las veces vuelve a ganar el mismo muchacho", dijo Eric Gómez, realizador de peleas de Golden Boy Promotions.
¿Cuántas veces gana el otro muchacho? "Apenas el 10 por ciento", sugirió Larry Merchant. "Lo que yo creo es que el mejor boxeador suele subestimar al oponente, lo que resulta en una ajustada y emocionante pelea que ocasionalmente lleva a una revancha que el mejor boxeador logra ganar con más facilidad".
Don Elbaum, un promotor y ahora realizador de peleas de Blue Horizon de Filadelfia, dijo que en peleas de nivel de campeonato el boxeador menos favorecido gana aproximadamente el 30 por ciento del tiempo pero dijo que el 14 por ciento suena realista si se incluyen las tarjetas locales.
Bobby Goodman, un realizador de peleas para Don King y un boxeador que fue incorporado al Salón de la Fama en el 2009, dice que cuando piensa en las revanchas en las que se vio involucrado, las que recuerda son aquellas que fueron ganadas por el boxeador menos probable: Ali-Frazier. Ali-Leon Spinks. Ali-Ken Norton. Sugar Ray Leonard-Roberto Duran.
"En algunas de estas revanchas, el muchacho que perdió la primera pelea hizo una re-evaluación de su plan de juego y ganó la revancha", dijo Goodman. "Los boxeadores inteligentes siempre aprenden su lección". Pero la cifra de 14 por ciento le resultó sorprendente.
Reconozcámoslo, las revanchas son divertidas. Tras una buena pelea, siempre le preguntamos al perdedor, '¿Quieres una revancha?'.
"La gente siempre quiere volver a ver una buena pelea", dijo Goodman. "Las peleas venden peleas".
Aunque el resultado sea predecible. ¿Y qué tiene de malo eso? En aquellas grandes rivalidades que se convirtieron en grandes trilogías, para la tercera pelea ya no importaba quien ganaba --sólo eran performances de gran poder.

Por otro lado, en las trilogías del boxeo, el muchacho que gana la segunda pelea casi siempre gana la tercera. Pero eso ya es otra historia.

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