domingo, 22 de febrero de 2009

VICTORIA SIN BRILLO EN 9 ASALTOS DE KELLY PAVLIK ANTE SU PÚBLICO






Kelly Pavlik decepcionó a los 7.500 seguidores que llenaron el Chevrolet Centre, en Youngstown, Ohio, su ciudad natal, a pesar del claro triunfo de este. Desde el inicio, y aunque el retador mandatario de sus coronas W.B.C. y W.B.O. el mexicano Marco Antonio Rubio, no diera en ningún momento la impresión de creerse que podía ganar a su rival, Kelly Pavlik sufrió el síndrome que atraviesan todos los púgiles que pierden su condición de invicto, como le sucedió ante Bernard Hopkins, el pasado 18 de octubre. El guión de la pelea fue sencillo: guardia muy alta de Rubio, jab atacante para quitarse de encima al campeón, y un Pavlik que lo basaba todo en sus habituales 1-2, esta vez, muy imprecisos, y en golpear el cuerpo del mexicano, para irle minando sus fuerzas. Las estadísticas no mentían: a pesar del dominio de la situación a cargo de Pavlik, y de los gritos incesantes de ¡Kelly, Kelly! de sus incondicionales, no era mayor la precisión del estadounidense, a pesar de la diferencia de golpes lanzados, casi el doble del natural de Youngstown que el mexicano. En el sexto asalto, para sorpresa de propios y extraños, y puede que del propio "Veneno", este se apoderó del centro del ring y se adjudicó el asalto. Lo peor para Pavlik es que carecía de la pegada que le llevó a la gloria en el peso medio. Una derecha de las suyas, en el octavo episodio, volvió a enderezar el combate, a pesar de la bravura derrochada (no se le puede negar su origen mexicano) por Rubio. La cantidad de golpes recibidos por el boxeador de Torreón, de 28 años, "tenía entumecidos los brazos", según explicó tras la pelea, aconsejó que no se presentara al 10º round, quedándose en la esquina, decretando el árbitro Frank Garza el final de la decepcionante pelea, por retirada de Rubio, tras el noveno round. Un análisis retrospectivo nos lleva a la reflexión de que el Kelly Pavlik que demolió a Zertuche, Miranda o a Jermain Taylor en su primer combate, hubiera acabado con su débil oponente en apenas uno o dos asaltos. Pavlik (34-1) sigue reinando, pero la sombra del alemán de origen armenio Arthur Abraham (28, KO 23-0) es cada vez más alargada, si pactan sus managers el combate, y el estadounidense no recobra su nivel, pegada y confianza habituales.

JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.

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