martes, 10 de febrero de 2009

Peleas de pesos chicos podrían sacar la cara por el boxeo



Armando Arjona Menéndez

El pasado sábado de vivió una de las más emocionantes peleas de box: Jorge “Travieso” Arce contra Vic Darchinyan.
Si bien el combate dejó qué desear por errores que el mexicano al parecer no piensa corregir nunca, lo cierto es que el boxeo mundial tiene de nuevo a los pesos chicos como los protagonistas de un deporte que está muy cerca de la crisis.
Más allá de los veredictos dudosos, el boxeo se ha visto empañado por peleas de mala calidad, sobre todo en los pesos grandes.
Lo peor es que, la mayoría de las veces, para ver dichas carteleras hay que pagar, porque son en señal satelital cerrada, o ir a un restaurante o bar en el cual se cobrará el consumo.
Con base en lo anterior, los pesos chicos se han convertido una vez más en protagonistas y consentidos de la afición local e internacional.
Las últimas peleas que se recuerdan en pesos chicos, que generaron tanto dinero e interés, fueron las tres que sostuvieron el mexicano Humberto “Chiquita” González y el estadounidense Michael Carbajal, entre 1993 y 1994.
Cuando en la década de los 90 Mike Tyson fue a la cárcel, el mexicano Julio César Chávez sacó al boxeo de su letargo y puso a una división intermedia, la de peso superligero, en los primeros planos.
En la actualidad, peleadores como Cristian Mijares, ex monarca supermosca CMB y AMB, ahora retador del título gallo de la Asociación, así como Fernando “Cochulito” Montiel, campeón supermosca de la OMB y también retador al cetro universal gallo por ese organismo, son algunos de los boxeadores más atractivos para el público.
También sobresalen el ex monarca universal de peso gallo de la OMB Jhony González, el actual rey supergallo del CMB, Israel Vázquez, y su acérrimo perseguidor Rafael Márquez, con quien ya sostuvo tres duelos candentes que en su momento acapararon la atención del público.
Incluso, la gente ya para oreja ante una posible cuarta edición entre los dos gladiadores, pues sus tres duelos previos estuvieron cardiacos.
Hasta peleadores que pasan ya de los 30 años, pero que se mantienen en plena forma, como el ahora peso ligero Juan Manuel Márquez, han ensombrecido a los pesos completos, que a más de uno aburren con sus combates semilentos y aburridos, carentes de técnica y emoción.
Como se puede observar, el boxeo tiene bastante buen repertorio para evitar que la gente pierda la fe.
El pugilismo mantendrá el interés de la gente si los promotores deciden ser más creativos y olvidarse de los grandotes del ring, a menos que surja uno muy bueno, y enfocarse mientras en los pesos chicos.
Bien se podría incluso aprovechar la fiebre del indiscutido monarca supermosca, Vic Darchinyan, para fijarse de paso en el cartel del peso mínimo, que tiene a un mexicano campeón del mundo: Raúl Rayito García (FIB).

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