lunes, 26 de enero de 2009

DIARIO AS: 'Sugar' Shane Mosley no fue dulce con Margarito


José M. Moreno - Nueva York

Con 37 años, vuelve a reinar en un Staples abarrotado.
Fue una paliza en toda regla y cuando terminó los 20.800 aficionados que la presenciaron en el Staples Center de Los Ángeles, que registró su mejor entrada desde su inauguración en 1999, se frotaban los ojos porque habían presenciado uno de los mejores combates de los últimos tiempos.
Sugar Shane Mosley (37 años) venció el sábado por la noche en el noveno asalto por KO técnico al mexicano Antonio Margarito (siete años menor) en una exhibición de rapidez con sus manos, de contundencia con su gancho de izquierda, de agresividad sin dar un paso atrás y de efectividad en una pelea que será difícil de olvidar.
En una noche en la que el Staples Center hablaba en chicano, con una mayoría de aficionados que apoyaban al Tornado de Tijuana, Mosley los calló casi desde el principio. Margarito, el favorito, pareció inerte, y no pudo colocar el mazo que tiene por mano y que le había dado el cinturón de campeón del mundo del welter, versión Asociación Mundial de Boxeo.
El primer asalto decidió el resultado, porque casi desde el comienzo Mosley utilizó sus combinaciones de derecha e izquierda para buscar el mentón de su rival, quien respondió con una sonrisa burlona a los puñetazos en su cara.
Pero la sonrisa desapareció en el tercer asalto cuando Margarito se tambaleó al recibir un gancho de izquierdas. "Margarito, Margarito", gritaban los mexicanos, que soñaban con que su héroe se recuperara y ganara finalmente. Pero el sueño se convirtió en pesadilla cuando a falta de 20 segundos para el final del octavo asalto Mosley le alcanzó con una combinación, Margarito cayó sobre la lona y tuvo que emplear todas sus fuerzas para levantarse antes de la cuenta.
Luego en el noveno, Mosley ya no tuvo piedad y cuando golpeaba a su contrincante con todo lo que tenía, ganchos, combinaciones, golpes a las costillas y al rostro, saltó la toalla salvadora desde la esquina mexicana. Al final todos los jueces llevaban en sus cartulinas al norteamericano por delante y el ordenador que cuantificó los golpes no mintió. Mosley, que tiene un palmarés de 46 victorias, 39 de ellas por KO y 5 derrotas, conectó 178 golpes por 108 de Margarito, que sufrió su sexta derrota en 43 combates.


Jesús Mínguez

Huérfanos de grandes pesos pesados, los estadounidenses se refugian en divisiones más livianas (medio, superwelter, welter, ligero...). Y hacen bien, porque ahí viajan rápidos los golpes, las botas sisean moviéndose suaves sobre el tapiz y los cuerpos escurridos demuestran, sin un gramo de grasa, que los que están sobre el ring son auténticos atletas. Divisiones que han revitalizado púgiles como De la Hoya y Mayweather Jr. -en retirada los dos, desgraciadamente- y por las que transitan Manny Pacquiao, Ricky Hatton, Miguel Cotto, Vernon Forrest, Bernard Hopkins o Shane Mosley y Antonio Margarito.
En el superwelter fue también campeón mundial Javi Castillejo, que se resiste a abandonar y el próximo 28 de marzo va a enfrentarse en Madrid a otro español con tirón, Pablo Navascués. El Staples Center metió más de 20.000 almas para ver al renacido Mosley -que, por cierto, admitió haberse dopado con EPO manchando una carrera que ahora intenta reconstruir- ante Margarito. Qué bonito sería que el aficionado español se movilizara (salvando las distancias, claro) para dar aliento al Lince y a Huracán. Que en las sillas de ring afloraran también caras famosas, como siempre fue. Otro apunte, el campeón interino CMB del superwelter es Sergio Maravilla Martínez, un argentino que se entrena en Madrid con Sánchez Atocha y que el 14 de febrero defiende título en Florida. Él también merece un sitio entre los grandes. Se lo ha ganado.

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