lunes, 1 de diciembre de 2008
DE LA HOYA, A CALLAR BOCAS OTRA VEZ
ESPNdeportes.com
Pocas cosas hay tan difíciles en el boxeo como determinar quién ha sido el mejor de todos los tiempos. El sistema de divisiones y las diferentes épocas hacen prácticamente imposible hacer una comparación justa y equitativa. Lo que sí se puede hacer es una lista de los más grandes de todos los tiempos, y en ese listado, el nombre de Oscar de la Hoya tiene que aparecer con letras de oro junto al de otras grandes leyendas.
El mérito que lo hace acreedor a medirse con pugilistas de la talla de Sugar Ray Leonard o Roberto "Manos de piedra" Durán o Tommy Hearns es que ha sido el único en conquistar seis títulos en diferentes divisiones. En su camino derrotó a otros grandes que están en la famosa lista, como Julio César Chávez o Pernell Whitaker, y tuvo victorias épicas ante otros pugilistas, como Arturo Gatti, Ike Quartey y Fernando Vargas, que lo hicieron un boxeador de época. Pero a pesar de contar con credenciales tan contundentes como estas, el "Golden Boy" es sumamente cuestionado en el ocaso de su carrera.
En sus 15 años como profesional, De la Hoya ha sostenido 44 peleas, ha salido airoso en 39 de ellas y ha noqueado a 30 de sus contrincantes. Solamente una vez perdió por la vía de la cuenta (a puños de Bernard Hopkins) y por lo menos tres de sus derrotas han sido justificadamente discutidas
Ahora que está por sostener su combate número 45 el 6 de diciembre, las dudas vuelven a rondar su trayectoria. En un principio se dijo que De la Hoya cerraría su carrera con una revancha ante Floyd Mayweather Jr. en septiembre, pero el inesperado retiro del estadounidense trajo una ola de especulaciones sobre quién sería su rival. La elección final fue desconcertante en un principio, pero tiene mucho sentido: el filipino Manny Pacquiao.
Cuando se cayó el pleito contra Mayweather, De la Hoya dijo que enfrentaría al mejor boxeador del mundo.
Como la pelea entre Antonio Margarito y Miguel Cotto estaba cerca, se especuló que el ganador del combate sería el rival del "Golden Boy", pero no fue así.
Efectivamente, De la Hoya cumple con su palabra de enfrentar al mejor del mundo, quien es indudablemente Pacquiao. La incógnita es si "Pacman" conservará su velocidad de puños y su pegada dos divisiones más arriba de la que acostumbra a pelear.
"Oscar es un buen peleador, ha enfrentado a muchos boxeadores buenos, pero peleó contra Whitaker cuando estaba al final de su carrera, no quiso la revancha contra Hopkins cuando tenía 40 años y peleó contra Camacho y Chávez cuando iban de bajada", dice Mayweather.
Sus argumentos pueden sonar válidos, pero en la década de los 90, los Chávez y los Whitaker eran al tipo de peleadores a los que cualquier boxeador tenía que derrotar si es que quería ganar credibilidad y títulos, y De la Hoya lo hizo de manera contundente; ahora, los papeles se han invertido. Todo parece indicar que es De la Hoya el boxeador veterano que hay que derrotar si es que los jóvenes pugilistas quieren tomar su lugar.
La otra razón que le ha dado a los críticos del "Golden Boy" material para atacarlo han sido sus derrotas contra otros grandes boxeadores contemporáneos, como Hopkins, Shane Mosley, el mismo Mayweather y Tito Trinidad, pero salvo la pelea contra Hopkins, las demás decisiones fueron sumamente cerradas e incluso cuestionadas.
De la Hoya no fue invencible como lo fue Rocky Marciano, pero tampoco lo fueron Muhammad Ali ni Chávez. Fue precisamente regresar después de cada derrota lo que le dio un lugar especial en la historia.
Muchos creyeron que Oscar había llegado hasta el tope de su carrera cuando sufrió su primera derrota de su carrera ante Trinidad en 1999 y siete meses después, Mosley le propinó la segunda. A pesar de que sus bonos habían bajado por la racha negativa, un año después regresó para derrotar al español Javier Castillejo y sentir de nuevo lo que era ser campeón en otra división.
"Retomar los campeonatos siempre fue lo más difícil", recuerda De la Hoya. "Es difícil ser campeón, pero seguirlo siendo es mucho más difícil".
Contra Pacquiao no habrá ningún campeonato en juego, pero De la Hoya, a sus 35 años, está dispuesto a subir al ring por algo más importante.
"Siempre he sido una persona muy ambiciosa que quiere lograr algo más, sabía que Dios me dio un talento con el boxeo y que tenía que usarlo para lograr cosas grandes", dice De la Hoya. "Al principio de mi carrera, cuando gané mis primeros dos campeonatos, peleaba por el orgullo, porque quería ser campeón, después de eso me di cuenta de que era la inspiración de muchos, así que seguí peleando para ser ese ejemplo para la gente".
Ahora, los ambiciosos tienen otros apellidos: Pacquiao, Margarito, Hatton y Cotto son sólo algunos de ellos. Por el momento, únicamente el filipino tendrá la oportunidad que De la Hoya tuvo cuando despegaba su carrera.
Aunque ya dijo Oscar que su último combate no será ante Pacquiao, él mismo sabe que no le quedan muchas peleas. Ya no tiene nada que demostrar y el dinero tampoco es algo que le preocupe. Además de ser el único con seis coronas en distintas divisiones, De la Hoya puede presumir ser el más prolífico de todos los tiempos. Sus peleas en pago por evento han generado ganancias de $594.3 millones, algo que ningún otro pugilista ha logrado.
Pero cuando se le pregunta cuál ha sido su logro profesional más importante, no nombra sus victorias sobre Chávez, quien fue su ídolo, ni alguno de sus campeonatos.
"La medalla de oro que conseguí en Barcelona 1992 siempre va a ser lo máximo", dice con su característica sonrisa en la boca. "Se la dediqué a mi mamá, que en paz descanse, por eso es tan especial, ese va a ser mi logro más importantes en el ring y fuera de él".
Tal vez ya no sea el mismo "Golden Boy" que fue declarado el mejor boxeador libra por libra del mundo en 1997 por la revista Ring, pero aún sigue siendo el rival a vencer de quienes quieren consolidarse en este deporte.
"Ese se cree mexicano, yo le ganaría y vengaría así al ídolo Julio César Chávez", dice Antonio Margarito. Pero ni él puede negar que De la Hoya merece estar entre los mejores de todos los tiempos. "Creo que el mejor boxeador hasta ahora es Oscar de la Hoya porque agarró seis títulos en diferentes divisiones".
Así de fácil y así de contundente.
¿QUIÉN SERÁ EL ÚLTIMO RIVAL DE OSCAR DE LA HOYA?
Hay muchos en la lista, pero Javier Ibarra cree que sería muy interesante verlo contra estos peleadores.
Shane Mosley
El único que puede presumir haber derrotado al "Golden Boy" en dos ocasiones, pero ambas fueron fuertemente cuestionadas. Mosley sigue siendo uno de los mejores del mundo y su velocidad de puños y su fuerza harían de un tercer enfrentamiento una gran pelea.
Tito Trinidad
Los latinos mueren por ver esta pelea, pero Trinidad está muy lejos de ser lo que fue. Sería un cierre simbólico pelear contra él, pero no sería tan interesante como haberlos visto cinco años atrás.
Bernard Hopkins
El único que ha noqueado a Oscar. A sus 43 años sigue siendo un guerrero, pero el tiempo no perdona. Tal vez De la Hoya tendría una buena oportunidad de revancha.
Floyd Mayweather Jr
Antes de su enfrentamiento contra De la Hoya, dijo que Oscar sería su último rival. Los billetes verdes podrían ser una buena razón para traer de regreso al indeciso y talentoso Mayweather.
Antonio Margarito
Está en la plenitud de sus facultades pugilísticas, lo que le da una ventaja extra sobre De la Hoya. Oscar lo ha evitado argumentando que no tiene el cartel necesario para enfrentarlo, pero en realidad, tiene la pegada y el aguante para hacer de la última pelea del "Golden Boy" una triste despedida.
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