jueves, 13 de noviembre de 2008
Todo viento en popa para De la Hoya
Aunque ya no es más un jovencito, el veterano peleador méxico-estadounidense Oscar De La Hoya, de 35 años, aún tiene un entusiasmo juvenil por el boxeo.
"Hey, me encanta esto. Amo el boxeo, y adoro entrenarme", dijo De La Hoya con ojos brillantes de la emoción. "Veo a otros tipos aquí, mis compañeros de entrenamiento o a otras personas que sólo vienen a entrenarse, y los veo sentarse entre asaltos para beber agua".
"Y es entonces cuando me pregunto: '¿qué es eso?' Yo nunca haría eso. Si quieres ser campeón, debes entrenar duro. Después de todos estos años, todavía me sorprende el enorme amor que le tengo al boxeo", dijo De La Hoya.
¿Eso significa que no colgará los guantes pronto?
"No parece que vaya a ocurrir" dijo De La Hoya, riendo.
Su próximo rival será el filipino Manny Pacquiao, a quien enfrentará el 6 de diciembre en Las Vegas, y De La Hoya ha regresado a su campamento de entrenamientos en las montañas para prepararse con miras al combate.
El "Golden Boy", con un aspecto delgado y energético mientras contestaba a las preguntas de un nutrido grupo de periodistas, fotógrafos y camarógrafos en su campo de entrenamiento el miércoles, señaló estar contento de volver al lugar donde se preparó para muchas de sus grandes peleas en el pasado.
"No me di cuenta qué tan difícil es entrenar en Big Bear hasta que regresé", dijo De La Hoya. "Creo que ya han pasado unos seis años desde que vine por última vez a esta zona. Creo que fue la mejor decisión que pude haber tomado a estas alturas de mi carrera", agregó.
La altitud de esta área de montaña es de 2.058,01 metros sobre el nivel del mar (6.752 pies) y obviamente se convierte en un factor de entrenamiento. Por ello, De La Hoya decidió ir a Big Bear en vez de acudir a su casa en Puerto Rico.
"El aire menos denso es la diferencia. El entrenarse en Puerto Rico es agradable, también trabajo fuerte allá, y estoy igualmente concentrado", dijo De La Hoya. "Sin embargo, la altitud te mata. Uno tiene que trabajar mucho más duro para ponerse en forma".
Richard Schaefer, director general de la empresa Golden Boy Promotions, propiedad de De La Hoya, señaló que su campeón y dueño ya se encuentra en estupenda forma física.
"Ya dio el peso. Está realmente fuerte y me dijo que tiene un gran cocinero que le hace unos omelets deliciosos, además de que adora correr por las noches. Así que en cuanto a las cosas que tenía que hacer, ya está listo".
Pacquiao (47-3-2, 35 de sus triunfos por nocaut) mide 1,72 metros (cinco pies y seis pulgadas y media) y es 10 centímetros (cuatro pulgadas) menor a De La Hoya (39-5, 30 nocauts). El filipino, que viene de la división de los plumas, tiene una constitución más delgada, aunque ahora pesa 68,49 kilos (151 libras), muy cerca de los 66,68 kilos (147 libras) para la categoría de los welter, en la que fue pactado el combate.
De La Hoya, cuyo régimen de entrenamiento incluye cortar madera y golpear una vieja llanta con un mazo, señaló que ya está en 65,77 kilos (145 libras).
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