MÉXICO, D.F.
La Historia universal dice que el enfrentamiento entre los seres humanos empezó desde la era de las cavernas, cuando un hombre se enfrentaba al otro en busca de comida, la mujer y el mandato en la tribu; ¡caray!reflexionando, nada ha cambiado en el mundo moderno, pero ahora fuera de las cavernas.
Prácticamente ahí dio principio el boxeo para ser la primera actividad física, ya que el objetivo es el mismo o sea pelear por el triunfo, para convertirse en uno de los deportes, después del atletismo, que fundaron los Juegos Olímpicos en Grecia 688 años antes de Cristo, como se describe en la Iliada de Homero, quien además compuso varios poemas sobre el boxeo.
La primera prueba del boxeo se encontró en Etiopía, África, en una piedra evaluada como de 5 mil años antes de Cristo, grabada con dos hombres desnudos en guardia, para de ahí seguir a Egipto encontrado en jeroglíficos, la Mesopotamia con un grabado en cobre; Creta y Grecia, para pasar luego al sangriento circo romano, Tunicia, etcétera y al leer los diversos capítulos de la historia, siempre encontraremos nombres que permanecieron con el tiempo por haberse formado como ídolos para ser recordados miles de años después, como lo es Apolo el primer campeón tras derrotar a Phorbas.
Apolo es el nombre adoptado por Rocky en sus populares películas, o sea que tras más de 2 mil años todavía vive.
La historia escribe los nombres de John L. Sullivan, Gentleman Jim, Corbett, Jack Dempsey, Joe Louis, Sugar Ray Robinson, Muhammad Ali, Ray Leonard, Mike Tyson, Roberto Durán y Julio César Chávez, cuyos nombres permanecerán para siempre en la historia del boxeo mundial —y con ello nos muestra claramente que por el triunfo de un deporte y especialmente el boxeo, se necesitan ídolos, ídolos que dejen marca y arrastren multitudes como lo hicieron Ratón Macías, Rubén Olivares, Érick Morales y Julio César Chávez— que llenen las arenas, que tengan altos ratings de TV, y sean copados en las calles de México buscando autógrafos y fotos, como México los ha tenido a través de los años.
Pasamos actualmente por un época de crisis en todos los sentidos, crisis económica, crisis de valores familiares, crisis de líderes y de ídolos.
En el boxeo, estamos pasando por una era de transición, no sólo en el mundo pero también en México, donde sus ídolos se han ido o se están yendo y hay necesidad de sacar nuevos en momentos en que en nuestra patria el pueblo está entregado a su deporte de los puños, que quiérase o no, es el deporte que ha representado a nuestra patria mexicana, con más dignidad, honor y orgullo que ningún otro.
Se ha anunciado varias veces, incluido yo, el principio de un plan nacional para llenar a México de boxeo de costa a costa y frontera a frontera y sacar miles de boxeadores nuevos, quienes en el futuro llevarán la bandera de México por el mundo, tal como lo han hecho sus antepasados.
México no sólo lo necesita, sino que lo exige, porque el boxeo es un triunfador y México necesita de triunfos, pero ¡ya! Anoche defendió por sexta ocasión su título mundial CMB el nuevo ídolo metropolitano Édgar Sosa, creyendo que por su gran clase lo retuvo y se enfila hacia su séptima defensa titular, para quedar ya cerca del récord de 8 defensas en la división mosca ligero, luego sigue Soto, también Óscar Larios y el destructor Israel Vázquez, todos en defensa de sus títulos, y por ahí vienen ya cerca y en busca del título Jorge el Travieso Arce, así como Johnny González y esperamos que muchos más de esa nueva cantera, con algunos de ellos amparados por el ejemplar y excelente programa Ring Telmex, con don Carlos Slim, que aunque no lo crean sabe tanto de boxeo como el que más.
Estoy lanzando nuevamente el guante a Conade para que lo recojamos y emprendamos un nuevo camino por los pueblos de México en busca de nuevos ídolos que sigan llevando con gloria el nombre de México por el mundo, los campeones del pasado se unirían en apoyo de este programa y de la oportunidad de servir a su patria ahora en el camino de la enseñanza y el ejemplo.
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