Edgar Sosa conoce ya bien el sabor del triunfo, pero la noche de este sábado probó también las mieles de lo que desde su quinta defensa pinta ya como futura idolatría, después de vencer en trepidante pelea al japonés Takashi Kunishige, por nocaut técnico en ocho capítulos y conservar esta noche de sábado el campeonato minimosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Casi 20 mil personas que abarrotaron el Palacio de los Deportes ovacionaron al pequeño pero grandioso gladiador que ofreció una clase de boxeo con su puño derecho que puso en piernas tambaleantes a Kunishige, pero también colaboró su puño izquierdo que entró una y otra vez como gancho al hígado la guardia del valoroso asiático.
Sosa combatió con rápidas ráfagas la rapidez de puños de un Kunishige que, como temerario kamikaze japonés, se dispuso a vender cara la derrota y recurrió a uno que otro golpe ilegal para dañar a su oponente.
Después de un primer asalto en el que la guardia zurda de Takashi provocó un cabezazo accidental, el monarca impuso su clase y se inició la cátedra de mano derecha que lo mismo entró de gancho que de óper y puso sobre piernas de chicle al japonés, que sin embargo no dejó de tirar golpes y logró conectar algunos que sirvieron para comprobar que la quijada de Sosa soporta castigo.
En el octavo round, después de que en los finales de los asaltos sexto y séptimo parecía obligada la detención del encuentro, finalmente el réferi panameño Héctor Afú intervino al 1.39 minutos para detener un ataque despiadado del gran campeón mexicano.
El público asistente a la cartelera “Batalla en la Capital” premió con una sonora ovación al valiente Kunishige y se entregó al campeón, a su campeón, que regresó a casa después de dos años de no presentarse en el Distrito Federal.
Adrián en problemas
Por su lado, el capitalino Erik Ortiz fue, como se esperaba, una verdadera prueba de fuego para el prometedor Adrián Hernández, que estuvo varios momentos en predicamentos y al final se resolvió con un protestado empate técnico en cinco asaltos para que de cualquier forma el mexiquense conservara su campeonato mosca de la Federación Norteamericana de Boxeo (Nabf), dentro de la función “Batalla en la Capital” que el Gobierno del Distrito Federal, Boxeo de Gala y el Consejo Mundial de Boxeo presentaron la noche del sábado en el Palacio de los Deportes.
Ortiz sacudió la cabeza del mexiquense y aún invicto Adrián Hernández, pero también fue echado para atrás por el poder de puños del alumno más aventajado del ex campeón mundial que es dirigido por el experimentado Rudy Pérez.
Al momento de la detención médica que obligó el corte en el ojo derecho de Ortiz, los jueces tenían arriba en sus tarjetas al excampeón del mundo.
Casi 20 mil personas que abarrotaron el Palacio de los Deportes ovacionaron al pequeño pero grandioso gladiador que ofreció una clase de boxeo con su puño derecho que puso en piernas tambaleantes a Kunishige, pero también colaboró su puño izquierdo que entró una y otra vez como gancho al hígado la guardia del valoroso asiático.
Sosa combatió con rápidas ráfagas la rapidez de puños de un Kunishige que, como temerario kamikaze japonés, se dispuso a vender cara la derrota y recurrió a uno que otro golpe ilegal para dañar a su oponente.
Después de un primer asalto en el que la guardia zurda de Takashi provocó un cabezazo accidental, el monarca impuso su clase y se inició la cátedra de mano derecha que lo mismo entró de gancho que de óper y puso sobre piernas de chicle al japonés, que sin embargo no dejó de tirar golpes y logró conectar algunos que sirvieron para comprobar que la quijada de Sosa soporta castigo.
En el octavo round, después de que en los finales de los asaltos sexto y séptimo parecía obligada la detención del encuentro, finalmente el réferi panameño Héctor Afú intervino al 1.39 minutos para detener un ataque despiadado del gran campeón mexicano.
El público asistente a la cartelera “Batalla en la Capital” premió con una sonora ovación al valiente Kunishige y se entregó al campeón, a su campeón, que regresó a casa después de dos años de no presentarse en el Distrito Federal.
Adrián en problemas
Por su lado, el capitalino Erik Ortiz fue, como se esperaba, una verdadera prueba de fuego para el prometedor Adrián Hernández, que estuvo varios momentos en predicamentos y al final se resolvió con un protestado empate técnico en cinco asaltos para que de cualquier forma el mexiquense conservara su campeonato mosca de la Federación Norteamericana de Boxeo (Nabf), dentro de la función “Batalla en la Capital” que el Gobierno del Distrito Federal, Boxeo de Gala y el Consejo Mundial de Boxeo presentaron la noche del sábado en el Palacio de los Deportes.
Ortiz sacudió la cabeza del mexiquense y aún invicto Adrián Hernández, pero también fue echado para atrás por el poder de puños del alumno más aventajado del ex campeón mundial que es dirigido por el experimentado Rudy Pérez.
Al momento de la detención médica que obligó el corte en el ojo derecho de Ortiz, los jueces tenían arriba en sus tarjetas al excampeón del mundo.
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