EL MODISMO DE LIBRA POR LIBRA, LO MISMO, QUE LOS SUPERCAMPEONES, SON CALIFICATIVOS, QUE NO COMPETEN AL BOXEO DE ACTUALIDAD
EL PUGILISMO EN SU ÉPOCA MÁS EXUBERANTE SUPRIMIÓ ÉSTOS CALIFICATIVOS SUPERLATIVOS, DONDE SE PUDO APLICAR SIN NINGÚN PRETEXTO Y MÁS BIEN, SE ENTREGARON A LA FÉRREA COMPETENCIA. RECONOCER EL MEJOR EXPONENTE DE CADA CATEGORÍA Y POR SUPUESTO, A RESALTAR A "LA MARAVILLA DEL BOXEO", ENTRE TANTOS EXCELENTES MONARCAS, QUE CONSTITUYERON LA FAMOSA "ÉPOCA DE ORO DEL BOXEO", QUE HASTA LA FECHA, NADIE SE COMPARA AL GRAN "SUGAR" RAY ROBINSON
Desde hace años, se desató el modismo sin sentido, de los mejores boxeadores libras por libras, en el pugilismo organizado y desde entonces, se ensartó con mejor aceptación y tino a Floyd Mayweather, por su depurada técnica que nadie puede porfiar, pero al cincuenta por ciento de los aficionados del pugilismo, no lo aprobó por no satisfacerle su estilo de poca entrega y sin golpes de definiciones.
Ahora, bien. ¿Quién ha exhibido más dominio profesional con arte, prestezas y habilidades descollantes para ésta profesión, en las últimas dos décadas sobre Floyd Mayweather? Nadie. Y sin embargo, la mitad de la afición mundial lo acepta y la otra no. Y sabe donde estriba más que nada la contrariedad, en la débil competencia en todas las divisiones del pugilismo, por enorme falta de valores en sentido global, que no ofrecen rivalidad de ansiedad, para el público amante del boxeo.
Así, igualmente, se desvaneció la famosa frase de "Los Supercampeones", que en sus inicios hizo su revolución y hoy, nadie se acuerda y menos los mencionan, debido a que, lo mismo, que los libra por libra, no pudo tomar fuerza y menos obtener desarrollo, en un pugilismo debilitado a nivel mundial y sin figuras que ofrezcan esperanzas de apreciar nuevamente, la rivalidad de los monarcas, de los años setenta y ochenta, para no remontarme a los años más competentes del boxeo, que abarcaron las década de los años cuarenta y cincuenta.
Después de aquellos espectáculos pugilísticos, que nos ofrecieron paladines de las décadas de los setenta y ochenta y entre tantos : Alfredo Escalera, Alexis Arguello, Wilfredo Gómez, Carlos Zárate, Miguel Canto, Betulio González, Guadalupe Pintor, Wilfredo Benítez, Roberto Durán, Ray Leonard, Thomas Hearns, Marvin Hagler, Carlos Monzón, Emilie Griffith, Julio César Chávez, José Nápoles, Antonio Cervantes, Aaron Pryor, Edwin Rosario, Rubén Olivares, Eder Jofre y muchos otros, que no se le calificó ni de "Supercampeones" y menos, de mejores "Libra Por Libra". Es lógico y hasta justiciero, que estas expresiones superlativas no quepan y menos se acepten en el pugilismo actual.
De haberse aceptado y desarrollado, éstos términos en esta época, sería lastimar y hasta herir la susceptibilidad, de los que ayer con razón, merecieron los calificativos y jamás se mencionaron, por la razón de que en aquellos años, no necesitaron de falsedades para resaltar el pugilismo, que en cada confrontación confirmaba, férrea competencia y valores pugilístico en todas las categorías, que ya no surgen y menos volverán.
Para los llorones, no estoy diciendo que en estos tiempos no surjan unos cuantos valores en el pugilismo y entre tantos podemos mencionar a Joe Clazaghe, Manny Pacquiao, Miguel Ángel Cotto, Kelly Pavlik, Juan Manuel Márquez e Iván Calderón. Este último no es aceptado de destacado exponente por la gran mayoría de los aficionados, por la poca entrega y "punch", igualmente, que Floyd Mayweather, pero de que tienen habilidades y son excelentes boxeadores, nadie se lo quita.
El problema de hoy-repito-es la aguda ausencia de valores que no se desarrollan en el boxeo profesional. Los pocos que tenemos, no tienen con quienes comprobarlo y es precisamente donde se pierden los valores de las expresiones de "Supercampeones y Mejores Libra Por Libra".
Lo justificable, sería señalar, sin abultar, a los mejores exponentes del presente en el pugilismo, ponderándolos de calificativos que vez de enaltecerlos los humille, conociéndose que éstos términos, solo pudieron usarse sin alteración, a una era del boxeo que no se repite.
Precisa, en esta ocasión, preguntarles una vez más, a los exigentes aficionados : ¿Son los boxeadores mencionados arriba, para ocupar los puestos de mejores boxeadores libra por libra, más destacados que Oscar de la Hoya? Claro, que no. Dios quiera que algunos de ellos obtengan el éxito en el pugilismo que alcanzó el afamado "Golden Boy", que de aficionado hizo su trayecto de pugilista refulgente y no por la atracción que aún posee de taquillero, se midió a los mejores de su época, a 21 ex campeones mundiales, con honores, sin rechazar a ninguno, dueño de espectáculos rompe butacas, aún casi al surgir su retiro, por la vibrante rivalidad y acciones, siendo el exponente que sigue moviendo hoy por hoy, el pugilismo como ningún otro.
La gran contrariedad, de la mayoría de los aficionados, está en que aceptan con júbilo a Joe Calzaghe, Manny Pacquiao, Miguel Cotto, Juan Manuel Márquez, Iván Calderón, Kelly Pavlik, para ser los nuevos boxeadores que integren la lista de los mejore libra por libra y jamás aceptaron a Floyd Mayweather y menos a Oscar de la Hoya. Entonces me pregunto : ¿Dónde está el balance y capacidad de evaluación pugilística? Una razón muy típica, es que a usted personalmente no le agrade determinado pugilista y las más poderosas para ser aceptados, son sus aportes al pugilismo a nivel universal.
Mayweather, podrá ser mal hijo, arrogante, derrochador, irresponsable y lo que usted juzgue, pero en lo profesional, se le tiene que respetar y valorar más que a todos los que integran ahora la nombrada lista de los mejores libra por libra. ¿Quién entiende a los aficionados?
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA DEL BOXEO DE AYER Y HOY, Y POR QUÉ SE DEBE EL DESCALABRO?
En todos los deportes, en el pasado, el instinto y vocación, hizo la diferencia en eficiencia profesional. El beisbolista, baloncestista, futbolistas, boxeadores y en fin, en todos los deportes se participaba por instinto intrínsico. Hoy las grandes suma de de dinero que se ofrecen por contratos degeneró a los deportes y más a sus participantes.
En el pugilismo, especialmente, la mitad de los boxeadores que surgen en el mundo no tienen vocación ni instintos para la profesión. Los atrae la facilidad de hacerse rápido de una profesión y obtener dinero con prontitud. De esta verdad, surgió el cataclismo que vivimos en el boxeo actual y ¿cómo se detiene? Es casi inevitable.
Tenemos cuatro entidades pugilísticas y 17 divisiones en el boxeo profesional, lo que nos arroja 68 campeones mundiales. Contéstese usted : ¿Cuántos monarcas puede mencionar que sean eficientes para el pugilismo y cuántas esperanzas se realizan en el boxeo profesional? ¡Muy pocos verdad¡ Y estamos hablando de mejores libra por libra. ¡Por favor, hay que tener tino y ser prudente!
Reitero, que la prueba más fehaciente es que, desde el año 2000 el boxeo se ha mantenido a flote con los retos de combates de monarcas en asenso de menor división a superior y las unificaciones de cetros y si no me cree, revise los anales de pendencias del pugilismo. Los combates de primer retador con el monarca son despreciados por promotores y las cadenas de televisión, por no reclamar la atención de nadie por la indigente calidad profesional de ambos.
La calidad de los pugilistas cambió repentinamente, cuando en la década de los noventa se degeneraron las clasificaciones en las entidades mundiales de boxeo, por favoritismo, sin comprender que limitaban al pugilismo. Cualquier boxeador del montón es campeón en el presente, como también, los retadores de los monarcas llegan a los primeros lugares sin haber disputado con ningún boxeador clasificado, aprovechando los fracasos de los de arriba y ascendiendo en las clasificaciones sin exponerse como verdadero aspirante a la corona mundial.
Amigo lector, quiérase o no, es la enorme diferencia profesional que separa al pugilismo actual del ayer y de los pocos pugilistas destacados que hemos obtenidos en el presente, no son aceptados por muchos Floyd Mayweather y Oscar de la Hoya. Este último, que innegablemente, es ejemplo paradigma del pugilismo, no sólo del presente, también, de la historia del boxeo, en su actuación como boxeador, conducta y el aprovechamiento de sus ganancias que ha sido motivo común y primordial de lamentables y negras historias de titanes de los cuadriláteros.
Oscar de la Hoya , a diferencia de la gran mayoría de monarcas destacados no ha hecho derroche de sus ganancias en autos costosos y prendas de vestir, que son las inversiones absurdas más frecuente de los que más dinero amasaron en los tinglados, para después quedar al juicio y lástima, de todos los aficionados que los aplaudimos e idolatramos.
Se tiene que ser más responsable en enjuiciar el trayecto profesional de Oscar de la Hoya, que surgió de modelo a lo extenso de la palabra y son deberes que precisan todos los pugilistas, para complementar el anhelado éxito generalizado.
Y para terminar, les vuelvo a recalcar distinguidos amigos, los nombrados supercampeones y los mejores libra por libra, es vocablo que no mezcla, con el actual estado deplorable del pugilismo a nivel universal.
AL BORDE- Que esté claro. Al referirme a fanáticos sensatos o no sensatos, no estoy ofendiendo a nadie, ni tampoco calificándolo. Cada cual en sus opiniones denuncia el calificativo que mejor se le acomode. El aficionado no sensato, es aquel que no acepta la verdad, ni los hechos, para justificar su opinión y resaltar a sus pugilistas idolatrados, aún ofreciéndosele el máximo convencimiento para su porfía.
Como se ha comprobado, tomamos muy en cuenta las opiniones de los aficionados sesudos o prudentes, como también al igual que los múltiples lectores, ignoramos las barbaridades que expresan los no circunspectos, sin tildar a ninguno de brutos o ignorantes. Para expresar su opinión no hace falta incurrir en la vulgaridad, exponga su razón, con objetividad y razonamiento y se lo garantizo, queda mejor aún equivocado.
Las opiniones las respetamos. A las vulgaridades, dejamos que recaigan sobre los cobardes, que usando un seudónimo y no su propio nombre, se arman de valientes, para celebrar en anonimato y en solitario, sus expresiones que no caben en un portal de Internet decente, que leen desde niños, niñas, adultos, hombres y mujeres y que entre tantos, pueden ser sus amigos, familiares, hijos, hermanos o padres, a los que debemos respeto, actuando como cobardes o valientes. ¡MEDITELO!
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