Boxeadores, Público y Organización, sobresalientes.
Cuando se siembra, se recoge. Y aquí, sabemos de lo que hablamos, porque, durante semanas se puso la semilla para la vuelta de un deporte olímpico como es el Boxeo, a nuestra Ciudad, y el resultado sólo podía ser el que fue: un completo y rotundo éxito. Un ejemplo: un ex campeón del mundo, todavía en activo, José Antonio López Bueno, aragonés, el pasado sábado, en la esquina, como preparador de Condurache, nos confesaba lo siguiente, en plena Velada:”ya quisiera yo que en mi tierra, en Zaragoza, fuera al boxeo la mitad de la gente que hay esta noche aquí. Me da envidia sana”. Semejante aseveración de alguien con tanta experiencia en este mundillo pone en valor lo que supuso la I Velada Ciudad de Vélez-Málaga, un rotundo y merecido éxito. Desde las 18,00 horas, los alrededores del Pabellón Municipal, eran un hervidero de aficionados, esperando la apertura de la taquilla, para hacerse con las mejores localidades posibles. Se agotaron todas las de ring, más de 400 y de las 800 de grada, hubo momentos en los que estuvieron cubiertos más de 600 asientos. Por tanto, un millar largo de personas, puesto que en el parquet, había no menos de medio centenar de personas, de pie, en toda la Velada. La incógnita de la asistencia a la Velada, y, por tanto, de la fidelidad a este deporte, tras 40 años de ausencia, quedaba desvelada: hay muchísima afición, que no le temió a la lluvia y a la “competencia” de un partido del Barcelona por televisión. Otro triunfo importante de la organización, es decir de “Diario de la Axarquía” y el Club “La Mamba Negra” fue la presencia de personajes de tanto fuste como el dos veces campeón mundial, José Legrá, que estuvo emocionado durante toda la Velada, don Manuel Alcántara, el mejor cronista de este deporte, en su historia, que llegó a decirnos que “ojalá déis boxeo todos los sábados, así ya sé lo que tengo que hacer, en cuanto acabe mi columna para SUR”. Y, por si fuera poco, también estuvo en el Pabellón Municipal, uno de los mejores narradores boxísticos de nuestro país, el vasco residente en Marbella, Xavier Azpitarte, que no dudó en elogiar la organización y la calidad de las peleas. Por tanto, otro tanto de los promotores de la Velada, la calidad del ringside.
Y el capítulo deportivo, como siempre, fue lo mejor. Seis entretenidos combates amateurs, con chicos con hambre de gloria y dos peleas profesionales que estuvieron por encima, incluso, de lo esperado, colmando las ilusiones de los asistentes. Mucha profesionalidad la que se vio en el Pabellón veleño en la tarde-noche del sábado. Para abrir boca, se desarrolló el esperado Homenaje de la afición de Vélez-Málaga a Bernardo Fernández Lozano, único boxeador profesional veleño, quien fue agasajado, entre ovaciones de sus paisanos, por el Alcalde de nuestra Ciudad, don Francisco Delgado Bonilla, entregándole un magnífico pergamino conteniendo la Real Provisión de la Ciudad de Vélez-Málaga. Bernardo y el propio primer edil, no podían ocultar la emoción, y en el caso, de ambos, su sorpresa, por la sensacional asistencia de espectadores, lo que le llevó a decir al homenajeado que “aquí hay el doble de gente que venía en mi época”. El Alcalde, por su parte, elogió a la organización y se mostró encantado de que los veleños tengan variedad, en cuanto a la hora de elegir adonde ir en sus ratos de ocio. Y es el que el boxeo también existe. A partir de ahí, comenzó el deporte. En el primer combate, en el programa amateur, en categoría del peso superligero, Yasmani Calzadilla, se impuso en pelea desigual, a Jesús Vázquez, por puntos. En el segundo combate, Iván “El Golpeador” Zhaloba se impuso con más problemas de los esperados, a Ibrahim Faye. La Mamba Negra 2 Olimpia Boxing Club Jerez 0 hasta ese momento. La tercera pelea fue de las más bonitas y reñidas: en el peso mosca, el quinceañero Michael Martchyan perdía con Jairo Gutiérrez, del Boxing Club Málaga. La cuarta pelea amateur fue en el peso superligero, en la que Tomás Gomero venció por puntos a Javi Carazo, en cuatro asaltos. En la penúltima pelea de aficionados, Samuel Ordóñez venció por descalificación en el 3º asalto de Emilio Gutiérrez. Y en la última pelea olímpica, en el peso semipesado, el lituano Erik Sazouit ganó a los puntos al malagueño Miguel Cañete, en 4 asaltos.
Estos reñidos e interesantes combates del programa amateur dieron paso al programa profesional, auténtico plato fuerte de la Velada. En el combate de semifondo, en categoría de pesos pesados, el invicto rumano (9-0-1) Lucian Bot se impuso en decisión unánime al portugués-brasileño Alcides Dosul, que, tras ser campeón europeo de kickboxing, debutaba en el boxeo, a sus 37 años. Y lo cierto es que, aunque el dominio fue abrumador por parte del rocoso rumano, de la típica escuela del Este, derribando hasta en cuatro ocasiones al portugués, en una de ellas, con un terrible “hook” al hígado, Dosul aguantó en pie hasta el final, para sorpresa de todos, que aplaudieron la clase y superioridad del rumano, un futuro aspirante al título europeo y el orgullo y la profesionalidad del portugués, que sólo tuvo un mes para preparar la pelea. Pero lo mejor estaba por llegar, la pelea de fondo, donde el ídolo de la Costa del Sol, el fuengiroleño Luca Giacon propinó una soberana paliza al rumano Bogdan Condurache, que había asegurado antes del pesaje oficial, que “ganaría seguro”. Sin embargo, la diferencia de kilos, de técnica, de oficio, a pesar de sus 20 años recién cumplidos, y, por qué no, de su pegada, hicieron de la pelea una espectacular demostración de nuestro casi paisano. Un primer derribo a los 15’’ en una contra por sorpresa marcó el signo del combate, que contó en sus únicos dos asaltos, con tres caídas más del rumano, desesperado, por no encontrar respuesta ante tamaño boxeador, que será retador al título nacional, en cuanto arregle los problemas con la nacionalidad. El árbitro de la pelea cortó la misma faltando unos segundos para finalizar el segundo asalto, antes de que volara la toalla del rincón de Condurache. Franco, italiano y Florida, ruandeña, padres de Luca, presentes en La Velada, estaban orgullosos de su hijo, quien declaró sobre el ring, que dedicaba su cuarta victoria, todas por la vía rápida, a todo el público asistente. En definitiva, un 10 a la organización, un 10 al público y otro sobresaliente a todos los boxeadores y árbitros que desempeñaron su cometido de un modo tal que prestigiaron a este deporte, en su impresionante vuelta a Vélez-Málaga. Seguro que no pasarán otros 40 años para la siguiente Velada. Que así sea.
Cuando se siembra, se recoge. Y aquí, sabemos de lo que hablamos, porque, durante semanas se puso la semilla para la vuelta de un deporte olímpico como es el Boxeo, a nuestra Ciudad, y el resultado sólo podía ser el que fue: un completo y rotundo éxito. Un ejemplo: un ex campeón del mundo, todavía en activo, José Antonio López Bueno, aragonés, el pasado sábado, en la esquina, como preparador de Condurache, nos confesaba lo siguiente, en plena Velada:”ya quisiera yo que en mi tierra, en Zaragoza, fuera al boxeo la mitad de la gente que hay esta noche aquí. Me da envidia sana”. Semejante aseveración de alguien con tanta experiencia en este mundillo pone en valor lo que supuso la I Velada Ciudad de Vélez-Málaga, un rotundo y merecido éxito. Desde las 18,00 horas, los alrededores del Pabellón Municipal, eran un hervidero de aficionados, esperando la apertura de la taquilla, para hacerse con las mejores localidades posibles. Se agotaron todas las de ring, más de 400 y de las 800 de grada, hubo momentos en los que estuvieron cubiertos más de 600 asientos. Por tanto, un millar largo de personas, puesto que en el parquet, había no menos de medio centenar de personas, de pie, en toda la Velada. La incógnita de la asistencia a la Velada, y, por tanto, de la fidelidad a este deporte, tras 40 años de ausencia, quedaba desvelada: hay muchísima afición, que no le temió a la lluvia y a la “competencia” de un partido del Barcelona por televisión. Otro triunfo importante de la organización, es decir de “Diario de la Axarquía” y el Club “La Mamba Negra” fue la presencia de personajes de tanto fuste como el dos veces campeón mundial, José Legrá, que estuvo emocionado durante toda la Velada, don Manuel Alcántara, el mejor cronista de este deporte, en su historia, que llegó a decirnos que “ojalá déis boxeo todos los sábados, así ya sé lo que tengo que hacer, en cuanto acabe mi columna para SUR”. Y, por si fuera poco, también estuvo en el Pabellón Municipal, uno de los mejores narradores boxísticos de nuestro país, el vasco residente en Marbella, Xavier Azpitarte, que no dudó en elogiar la organización y la calidad de las peleas. Por tanto, otro tanto de los promotores de la Velada, la calidad del ringside.
Y el capítulo deportivo, como siempre, fue lo mejor. Seis entretenidos combates amateurs, con chicos con hambre de gloria y dos peleas profesionales que estuvieron por encima, incluso, de lo esperado, colmando las ilusiones de los asistentes. Mucha profesionalidad la que se vio en el Pabellón veleño en la tarde-noche del sábado. Para abrir boca, se desarrolló el esperado Homenaje de la afición de Vélez-Málaga a Bernardo Fernández Lozano, único boxeador profesional veleño, quien fue agasajado, entre ovaciones de sus paisanos, por el Alcalde de nuestra Ciudad, don Francisco Delgado Bonilla, entregándole un magnífico pergamino conteniendo la Real Provisión de la Ciudad de Vélez-Málaga. Bernardo y el propio primer edil, no podían ocultar la emoción, y en el caso, de ambos, su sorpresa, por la sensacional asistencia de espectadores, lo que le llevó a decir al homenajeado que “aquí hay el doble de gente que venía en mi época”. El Alcalde, por su parte, elogió a la organización y se mostró encantado de que los veleños tengan variedad, en cuanto a la hora de elegir adonde ir en sus ratos de ocio. Y es el que el boxeo también existe. A partir de ahí, comenzó el deporte. En el primer combate, en el programa amateur, en categoría del peso superligero, Yasmani Calzadilla, se impuso en pelea desigual, a Jesús Vázquez, por puntos. En el segundo combate, Iván “El Golpeador” Zhaloba se impuso con más problemas de los esperados, a Ibrahim Faye. La Mamba Negra 2 Olimpia Boxing Club Jerez 0 hasta ese momento. La tercera pelea fue de las más bonitas y reñidas: en el peso mosca, el quinceañero Michael Martchyan perdía con Jairo Gutiérrez, del Boxing Club Málaga. La cuarta pelea amateur fue en el peso superligero, en la que Tomás Gomero venció por puntos a Javi Carazo, en cuatro asaltos. En la penúltima pelea de aficionados, Samuel Ordóñez venció por descalificación en el 3º asalto de Emilio Gutiérrez. Y en la última pelea olímpica, en el peso semipesado, el lituano Erik Sazouit ganó a los puntos al malagueño Miguel Cañete, en 4 asaltos.
Estos reñidos e interesantes combates del programa amateur dieron paso al programa profesional, auténtico plato fuerte de la Velada. En el combate de semifondo, en categoría de pesos pesados, el invicto rumano (9-0-1) Lucian Bot se impuso en decisión unánime al portugués-brasileño Alcides Dosul, que, tras ser campeón europeo de kickboxing, debutaba en el boxeo, a sus 37 años. Y lo cierto es que, aunque el dominio fue abrumador por parte del rocoso rumano, de la típica escuela del Este, derribando hasta en cuatro ocasiones al portugués, en una de ellas, con un terrible “hook” al hígado, Dosul aguantó en pie hasta el final, para sorpresa de todos, que aplaudieron la clase y superioridad del rumano, un futuro aspirante al título europeo y el orgullo y la profesionalidad del portugués, que sólo tuvo un mes para preparar la pelea. Pero lo mejor estaba por llegar, la pelea de fondo, donde el ídolo de la Costa del Sol, el fuengiroleño Luca Giacon propinó una soberana paliza al rumano Bogdan Condurache, que había asegurado antes del pesaje oficial, que “ganaría seguro”. Sin embargo, la diferencia de kilos, de técnica, de oficio, a pesar de sus 20 años recién cumplidos, y, por qué no, de su pegada, hicieron de la pelea una espectacular demostración de nuestro casi paisano. Un primer derribo a los 15’’ en una contra por sorpresa marcó el signo del combate, que contó en sus únicos dos asaltos, con tres caídas más del rumano, desesperado, por no encontrar respuesta ante tamaño boxeador, que será retador al título nacional, en cuanto arregle los problemas con la nacionalidad. El árbitro de la pelea cortó la misma faltando unos segundos para finalizar el segundo asalto, antes de que volara la toalla del rincón de Condurache. Franco, italiano y Florida, ruandeña, padres de Luca, presentes en La Velada, estaban orgullosos de su hijo, quien declaró sobre el ring, que dedicaba su cuarta victoria, todas por la vía rápida, a todo el público asistente. En definitiva, un 10 a la organización, un 10 al público y otro sobresaliente a todos los boxeadores y árbitros que desempeñaron su cometido de un modo tal que prestigiaron a este deporte, en su impresionante vuelta a Vélez-Málaga. Seguro que no pasarán otros 40 años para la siguiente Velada. Que así sea.
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