José Luis Castillo no pudo dar el peso de 140 libras el viernes para su pelea eliminatoria, lo cual obligó a cancelar otro combate importante para el boxeador mexicano con un largo historial de problemas con el peso.
Castillo ni siquiera se presentó a la ceremonia de pesaje previa a su combate ante el estadounidense Timothy Bradley, preliminar a la pelea por el título de los pesos pesados del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) entre Oleg Maskaev y Samuel Peter.
Cuando Castillo se pesó el jueves por la noche marcó 147 libras, y dos horas antes del pesaje oficial rondaba las 144,5, de acuerdo con Bradley, quien se quedó frustrado por el cuarto problema de peso de Castillo en los últimos años.
El límite de los súper ligeros es de 140 libras.
"Lastima mucho al deporte, y algo se le tiene que hacer a Castillo", dijo Bradley. "Necesita ser suspendido. Necesita desaparecer del boxeo".
Bradley, un retador invicto originario de Palm Springs, California, dijo que el presidente del CMB, José Sulaimán, le prometió hacerlo el retador a la corona de los súper ligeros, que está en poder del británico Junior Witter.
Castillo (56-8-1, 48 nocauts) tuvo notorios problemas de peso en sus peleas por el título mundial ante el argentino Diego Corrales, el más memorable de sus oponentes.
La Comisión Atlética de Nevada multó a Castillo con 250.000 dólares por no dar el peso en la tercera pelea frente a Corrales.
Poco a poco Castillo organizó su regreso y esperaba tener otra oportunidad de un título mundial tras su pelea con Bradley.
"Esto le pone un ojo morado al deporte, que un tipo llegue pesando 147 libras y media", dijo el promotor Don King. "No ha dado ninguno de los pesajes y no se presento a ninguna de las promociones".
Castillo ni siquiera se presentó a la ceremonia de pesaje previa a su combate ante el estadounidense Timothy Bradley, preliminar a la pelea por el título de los pesos pesados del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) entre Oleg Maskaev y Samuel Peter.
Cuando Castillo se pesó el jueves por la noche marcó 147 libras, y dos horas antes del pesaje oficial rondaba las 144,5, de acuerdo con Bradley, quien se quedó frustrado por el cuarto problema de peso de Castillo en los últimos años.
El límite de los súper ligeros es de 140 libras.
"Lastima mucho al deporte, y algo se le tiene que hacer a Castillo", dijo Bradley. "Necesita ser suspendido. Necesita desaparecer del boxeo".
Bradley, un retador invicto originario de Palm Springs, California, dijo que el presidente del CMB, José Sulaimán, le prometió hacerlo el retador a la corona de los súper ligeros, que está en poder del británico Junior Witter.
Castillo (56-8-1, 48 nocauts) tuvo notorios problemas de peso en sus peleas por el título mundial ante el argentino Diego Corrales, el más memorable de sus oponentes.
La Comisión Atlética de Nevada multó a Castillo con 250.000 dólares por no dar el peso en la tercera pelea frente a Corrales.
Poco a poco Castillo organizó su regreso y esperaba tener otra oportunidad de un título mundial tras su pelea con Bradley.
"Esto le pone un ojo morado al deporte, que un tipo llegue pesando 147 libras y media", dijo el promotor Don King. "No ha dado ninguno de los pesajes y no se presento a ninguna de las promociones".
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