viernes, 30 de marzo de 2018

DUELO DE CAMPEONES ANTE 75.000 FANS


ÁLVARO CARRERA
AS.com

Las miradas del boxeo sólo tienen un punto este sábado: el Millenium Stadium de Cardiff. Anthony Joshua (20-0, 20 KO) y Joseph Parker (24-0, 18 KO) se juegan tres (WBA, FIB, y WBO) de los cuatro títulos del peso pesado, la categoría que más adeptos congrega, ante 75.000 espectadores. Se trata de un duelo entre campeones: Joshua atesora los títulos WBA e IBF, mientras que Parker es campeón WBO. Choque de coronas por la supremacía.
Por cinturones y récords la igualdad debía ser la tónica... aunque la realidad es bien diferente. Anthony Joshua es el claro favorito, por boxeo y contundencia. Aunque su personalidad no es fanfarrona. Siempre tiene una amplia sonrisa, respeta a los rivales y nunca se crece. Lo ha vuelto a demostrar: “Si es campeón, por algo será, no me puedo confiar”, apuntó. Tampoco habló del futuro. Se espera que si gana se vea con el campeón WBC, Deontay Wilder, por la unificación total del peso, pero eso está lejos. “No veo más del sábado”, concluyó.
Campeón olímpico en Londres 2012, Joshua se ha llevado al ­boxeo rentado su experiencia amateur. Tiene buena movilidad, esquivas y se caracteriza por su pegada estratosférica. Ha ‘anestesiado’ a todos los rivales con los que se ha cruzado y ahí basa su boxeo. Es veloz, presiona hasta encontrar el hueco y ahí no falla. El estilo de Parker le favorece, ya que le gusta esperar y sólo atacar cuando lo ve muy claro. Debe cambiar su manera de boxear para inquietar al británico. La diferencia de tamaño será uno de los factores clave del combate. Joshua tiene 15 centímetros más de envergadura, podría entrar en la distancia de Parker sin miedo a contras... y es donde el neozelandés debe arriesgar.
Aceptando el reto de Joshua, Parker demuestra valentía. Nunca ha sido querido por el público, que critica su boxeo rácano y poco vistoso, pero podría haber decidido sumar defensas en Nueva Zelanda para ganar dinero sin medirse nunca a un rival de entidad. Tiene arrojo, pero debe demostrarlo sobre la tarima. “Siento que es mi hora. Soy joven, fuerte y estoy convencido de ganar”, asegura el visitante. Lo es porque pelea en Reino Unido, con el público en contra y por una tercera parte de la bolsa. No es por dinero. Quiere el honor y va a por el rey.

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