miércoles, 28 de febrero de 2018

WILDER SE EXAMINA ANTE ORTIZ, CON LA MIRADA PUESTA EN JOSHUA

ÁLVARO CARRERA
AS.com

"King ante Kong", así ha querido calentar el ambiente Deontay Wilder (39-0, 38 KO) antes de su combate frente a Luis Ortiz (28-0, 24 KO). El campeón mundial de los pesos pesados por el Consejo Mundial de Boxeo (WBC, en inglés) ha utilizado un juego de palabras con el apodo de su rival (King Kong) para meter más presión a un duelo que debería salir el próximo rival de Anthony Joshua por una unificación total. Por currículum, Wilder ya podía estar en esa pelea, pero el británico prefirió esperar. En su último pleito, el 'Bombardero de Bronce' ya mostró su hambre por llegar a ese duelo: noqueó a su oponente en un asalto. Ahora quiere otra exhibición ante el rival más complicado de su carrera.
Wilder, campeón desde enero de 2015, pone en liza su cinturón por séptima vez en su carrera. En casi 40 combates ha tenido rivales difíciles, pero Ortiz parece un examen necesario. Si le gana sólo le quedará un peso pesado que pueda  hacerle sombra: Anthony Joshua. Por tanto, todo el combate está enfocado a esa gran unificación, pero no se debe desviar el foco. El Wilder vs Ortiz es un gran combate. Primero por ver en acción un campeón tan contrastado como el estadounidense, la 'esperanza negra', como fue bautizado cuando se coronó. Lo es, devolvió el título a Estados Unidos tras muchos años de sequía, pero siempre ha sido cuestionado... aunque tras su victoria a Stiverne ha callado a muchos críticos.
Por su parte, Ortiz llega enrabietado al combate. Nunca antes se lo había tomado tan en serio, reconoce su entorno. Al cubano le afectó mucho su positivo (que la WBA sancionó y el WBC no), dejó de ganar dinero y quiere redención... sabiendo que la única vía es la de derrotar a Wilder. No le vale otro camino. Presión en ambos bandos. Uno por seducir a Joshua y el otro por confirmar su nivel. La presión a su rival y la pegada son las bazas del campeón, al que acusan de tener un boxeo muy básico, pero cuando alguien de ese tamaño (2.01 metros de altura y 2,11 metros de envergadura) te arrincona es difícil salir. Ortiz tiene más boxeo. Es peso pesado, pero la escuela cubana se nota. Debe sacar su mejor juego de pies, moverse y percutir. Eso sería lo ideal, pero en ese plan no cabe un error, el 'Bombardero de Bronce' no los permite. Juega en casa y es un campeón contrastado, parte como favorito, pero es su examen más difícil. Revalida para el 'King'.

martes, 20 de febrero de 2018

DANNY GARCÍA VUELVE CON UN NOCAUT SOBRE RÍOS


ÁLVARO CARRERA
AS.com

"Llegar, ver y vencer". Esa famosa frase la pronunció Julio Cesar ante el Senado romano y fue la premisa que tomó Danny García en su regreso al cuadrilátero 350 días después de su primera derrota como profesional. Había muchas incógnitas, no las acabó de despejar todas, pero con un contundente KO a Brandon Ríos en el 9º asalto consiguió ratificar su vuelta y mirar de nuevo a los títulos mundiales del peso welter. Derecha al mentón y se acabó el combate. Ríos notó el óxido y lo pagó caro. García lució, el rival era propio, pero le faltó rapidez a la hora de terminar con el pleito y contundencia (pese al KO). Es un paso adelante, pero su ratificación en las 147 libras debe llegar ante los gallos.
Danny García y los suyos sabían que el estado de Ríos era un gran interrogante, pero un fajador lo es siempre y el texano fue al frente desde el primer minuto. Presionó a Swift y le conectó buenos crochet cuando lo logró arrinconar contra las cuerdas en algún momento. Llegó a sumar asaltos, pero la diferencia era clara. Danny García tenía su velocidad de siempre. Controlaba los ángulos a la perfección, se movía y percutía con gran rapidez. Además, se encargó de ir variando el golpeo, hizo un buen trabajo oscuro en la zona de flotación de Ríos, a quién le dejó fundido a partir del sexto asalto.
Ríos notaba el parón de dos años en la competición que tuvo entre 2015 y 2017. No es el mismo y tuvo que darse cuenta. Danny García dominó y lució. Un fajador incesante siempre luce contra un estilista. Todo estaba controlado, a Swift sólo le faltaba un KO que diese la vuelta al mundo para acabar de lucir. Llegó en el noveno asalto. Contrario al resto del combate, García tiró varias manos lentas, y Ríos, fundido, descuidó su izquierda por donde entró un crochet de derecha que le envió a la lona. Se quiso reponer, pero estaba grogui y el árbitro detuvo, acertadamente, la pelea. "Quiero títulos", espetó Danny. Deslumbró en el superligero, pero en el welter se le sigue viendo falto de pegada (hasta el KO apenas dañó a Ríos). ¿Está preparado para los grandes de la categoría? Él dice que sí, la oportunidad le llegará en breves. Es tiempo de demostrar.